El lunes de esta semana fui a ver Avatar al cine. Desde el comienzo (y aquí puede acusárseme de prejuiciosa) adiviné que no era la gran película, sin embargo no espera que fuera tan terrible >.<. Dos horas y media soportando a un personaje principal que era el exponente de héroe del mal cine norteamericano. Maleducado, pendenciero, arrogante, egoísta pasa por encima de todos los demás porque es "el elegido". Y lo hace desde el comenzó hasta el final. Odie como resaltaban la mala disposición del científico hacia el "héroe". Bueno, perdónenlo por estar enojado cuando un estúpido que no ha hecho ni el más mínimo intento por adquirir algún conocimiento que él ha trabajado 5 años en adquirir toma un puesto que el ansiaba! La otra cosa que me saco de quicio fue ver cómo en vez de pedir humildemente disculpas, como deberías hacer cuando has lastimado a alguien que amas, el "héroe" va a buscar algo que lo ponga en lugar superior de poder! WTH! Que su novia olvidara en un segundo todo el dolor y resentimiento que sintió solo un día antes por ver a su esposo ostentando obscenamente, me hizo darme cuenta de que ella también era un idiota.
A parte de libreto infantilizado al extremo y lleno del mensaje doble de que, por un lado, una sociedad aparentemente con menos recursos puede vencer todo obstáculo para proteger sus derechos, y por el otro, que para ser escuchado (y perdonado) tenés que tener el máximo poder, la película comete para mí el peor de los pecados: aún con todo el dinero y el tiempo empleado no logra ser una película hermosa. Ni una sola toma logra transmitir belleza. Inmensidad, sí. Grandes efectos especiales, sí. Belleza, no.
Ver malas películas me pone de muy mal humor.