Vocaloid House, Capítulo 2

[deskdraik]

Disclaimer: Vocaloid no me pertenece... ni los Voyakiloids

Advertencias: Se menciona el yaoismo (pero este fic no es yaoi)

No tengo perdón de dios, he estado tan ocupada que no podía terminar el capi, lo acabé ayer, me salió algo raro, pero espero que les guste.



Capítulo: El inicio de todo.

-¿Tenemos todo lo que necesitamos?.-Preguntó una chica de porte medio a su compañera más baja.

Habían estado comprando materiales para su maqueta de lotización, estudiaban Arquitectura juntas y le habían dejado esa tarea, siempre llenas de tareas, se podían notar en ambas chicas una leve sombra oscura debajo de sus ojos, producto de muchas desveladas.

-Sí, bueno, sólo faltaría el corrospun, lo podemos comprar en TacnaCentro, ¿No?.-Le respondió tranquilamente.

-Sip, pero ya que estamos por aquí podemos tomar un atajo por esta calle, bajamos por la Avenida San Martín, por esta zona es más tranquila.

-¡De acuerdo!, ¿De paso podemos ir comprando un pastelillo, no?.-Le brindó una sonrisa totalmente feliz, mientras emprendían el rumbo.

-¡Buah! ¿Por qué será que nunca tengo dinero para eso?.-Exclamó con desesperación.

-Tranquila yo te presto…-Trató de consolarla.

-Gracias…-Dijo totalmente abatida y media depresiva, su amiga siempre le prestaba, y eso no le gustaba del todo.

-… ¿Qué es eso?

-¿Huh?.-Levantó la vista para poder posarla en lo que veía la más pequeña y lo que vio le espantó.- ¿Son cadáveres?.-No pudo evitar temblar, le asustaban los muertos.

-Creo que están vivos… se mueven un poco.

Lo que se veía allí era un enorme cubículo de basura, en el que sobresalían varias piernas humanas y unos cuantos brazos.

Con temor la más alta se acercó un poco, pero siempre con precaución, no vaya a ser que resulten zombies, aunque medio mundo le haya dicho que eso no existe, no podía estar tranquila.

-Cuidado Kiromi.-Le advirtió su amiga desde una distancia prudencial.

La anteriormente mencionada tragó saliva con fuerza y se atrevió a mirar dentro del basurero.

-¡Oh por dios!.-Exclamó sorprendida al ver que las personas que se encontraban allí llevaban ropas que ella muy bien conocía.-¡Hay que ayudarlos Aiko, deben de ser víctimas de los anti-otakus!

-¿Qué?.-La menor se mostró confundida.

-Sí, mira, son cosplayers de los vocaloids.-Le hizo una seña con la mano para que se acercara.

-Qué horror, cómo pudieron haberles hecho eso.-Dijo al verlos todos maltrechos.- ¿Pero qué hacemos?

-Seremos como el buen samaritano, ayudar a los que lo necesitan ¡Y más si son otakus, somos una especie en peligro de extinción aquí en Tacna!

Una gota resbaló de la cabeza de su amiga, Kiromi sí que podía ser rara a veces… pero de buen corazón.
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-¡Ya falta poco! ¡Tú puedes!.-Le daba ánimos a Kiromi con todas sus fuerzas.

-¡Lo que deberías hacer es ayudarme y no apoyarme!

-¡Es que pesan!

-¡¿Y crees que a mí no?.- Kiromi en ese momento estaba arrastrando a 5 personas encima de su espalda, los había llevado hacia su casa, pues quedaba más cerca, pero el trayecto había sido largo, 45 minutos…

-Yo estoy llevando los materiales…-Se defendió

-Ugh, muére, toma las llaves y abre la bendita puerta.- La otra acató la orden, sacó las llaves del bolsillo del Jean de su amiga y se puso a tratar con cada una a ver si acertaba, cosa que casi hace estallar a la más alta.- Es la llave más nueva.-Susurró entre los dientes cansada.

-Ahh~

Con esta información extra al fin pudo abrir la entrada.

-Hay mi espalda.-Se quejó después de tirar su pesada carga en el sillón de tres piezas que se hallaba a su lado.- Me va a dar reumatismo antes de tiempo.

-Es que ya estás vieja…

-… sólo tengo 19 años igual que tú

-Pero tú ya tienes canas…

-Son de nacimiento

-Sí, claro

-…-No respondió al evidente sarcasmo de la otra y se tiró a otro sillón.- ¿Deberíamos despertarlos?

-Creo, ¿Pero cómo?

-Zarandéalos pues mujer.

-¿Y por qué yo?.-Se quejó

-Yo hice el trabajo pesado, te toca.-Expresó molesta.

-De acuerdo.-Empezó a moverlos tratando de despertarlos.- Hey~ despierten~… No me hacen caso.-Dijo algo triste.

-Con esa voz diminuta qué te van a escuchar ¡Grita!

-Pero estaba gritando…

-A ti hay que ponerte un micrófono y subirle a la máxima potencia.-Ironizó

-¿Micrófono?.-Se oyó otra voz.

-¡Ah! Ya despertaron.-Expresó Aiko con alegría.

-¿Dónde estamos?.-Preguntaron los más pequeños.

-Buenas tardes, mi nombre es Otonashi Kiromi, y están en mi casa, los encontramos en un depósito de basura, así que los traje para ayudarlos de alguna manera.-Se presentó la más alta educadamente, cambiando su timbre de voz a una más suave y dulce.

-M-Mi nombre es Kinomoto Aiko, un gusto.-Dijo débilmente un poco nerviosa, viendo de reojo a Kiromi, ahora parecía otra persona, siempre actuaba así con personas que no conocía.

-Oh, muchas gracias por ayudarnos, mi nombre es Kaito, este es Dell, Haku, Rin y Len.-Dijo con una sonrisa.

-Jeje…-Rió un poco divertida.- Sí, sabemos de sus personajes, conocemos a los vocaloids.

-¡Eso es genial! ¡Somos muy conocidos!.-Exclamó divertido Len, Dell le miraba con cara de pocos amigos.

-Bueno, ¿Nos dirán sus verdaderos nombres?.-Dijo Kiromi con una sonrisa.-¿Y dónde compraron sus pelucas? ¡Son geniales!

-… Eto… somos los verdaderos…

-…-Kiromi estaba pensando seriamente que lo que sea que les había pasado les afectó el cerebro.

-Somos un proyecto de humanización, SEGA creyó que era buena idea hacer idols "humanos" por lo que somos lo más parecido a un androide.-Explicó aburrido el peliblanco.

-…-¿Huh? ¿Qué había dicho? Las dos estaban confundidas.

-Sé que suena loco, pero es verdad.-Alegó Rin, mostrando su tarjeta de identificación de la corporación SEGA, parecía oficial, podrían leerlo bien si no fuera que estaba todo en japonés y ellas eran monolingües.

-Espera Rin… ¿Saben japonés?.-Preguntó su hermano, las dos negaron con la cabeza.-Entonces eso no sirve de mucho, ¿Tienen bluetooth?.-Las dos negaron de nuevo.-…¿Canto algo para que se convenzan?.-Ambas asintieron emocionadas.-¿Prefieren alguna canción?

-¡Butterfly on your right shoulder!.-Exclamó Kiromi en un inglés mediocre sin poder retenerse, amaba esa canción.

Luego sucedió la cosa más asombrosa que jamás se imaginaron, las mangas de Len se encendieron y empezó a sonar la música instrumental.

¿Dónde venden eso? Ah… en Japón… ¡Quiero uno! -Y doujinshis-¡Qué cosa más tecnológica!...

Los pensamientos de Kiromi fueron interrumpidos por la voz de Len, que había empezado a cantar. Ambas ahogaron un grito en su garganta.

¡Definitivamente es él! ¡Esos agudos son imposibles!

Ambos cuerpos temblaban de la emoción, escucharon con deleite el resto de la canción, cuando terminó ambas aplaudieron a todo lo que sus manos daban.

-¡Genialoso!

-¡Oh dios mío, son de verdad!

-¡Por supuesto! .-Len exclamó con alegría.

-Por cierto, sé que es algo pronto, pero… ¿Podríamos quedarnos con ustedes?.-El peliazul habló.

-No tenemos a dónde ir.-Dijo la más pequeña.

-…Esto…

A pesar de que eran vocaloids, ¡Dios, el mundo sueña por tener uno en casa!, pero… no sé, a pesar de ser conocidos, eran personas extrañas… Kiromi miró de reojo a Aiko pidiendo su opinión, pero ésta estaba totalmente en su mundo, admirando a los gemelos, ¡Maldita, cuando la necesitaba no estaba disponible!, exhaló un suspiro y asintió con la cabeza, de algo servirían…

Los vocaloids saltaron felices, tenían nuevo hogar, Haku abrazaba a su hermano, que al parecer era el único de mal humor.

Luego de organizarse un poco, se acordó que los Kagamine irían a casa de Aiko y los restantes se quedarían en la casa de Kiromi, Aiko salió de la residencia para llevarlos a su casa, mientras que la otra chica les dio un tour por su residencia.

-En el primer piso está este hall, la sala, 2 habitaciones-Que por cierto están vacías-, 1 baño-sin funcionamiento- y el patio, subiendo las escaleras está el otro baño, 3 habitaciones en el lado derecho, mi habitación está en el lado izquierdo, por el otro pasadizo está 2 habitaciones-vacíos-Y mi estudio, en el techo está la cocina y el tendedero.

-…¿Por qué tantas habitaciones, y porqué la cocina está en el techo?.-Dijo Kaito totalmente asombrado.

-Mis padres se fueron de viaje, estaban planeando hacer de la casa un hospedaje, pero al final quedó en nada, hay muchos más baños, pero no están completos, y la cocina está en el techo porque tanto la habitación del primer piso-Dónde era la cocina- y la salacomedor están ocupados por las cosas de mi padre, sirven de depósito, no tengo acceso a ellos, ni a sus cuartos… Ustedes chicos dormirán en el cuarto que hay debajo de la escalera, Haku podrá dormir en mi cuarto…-De repente se quedó shockeada, su cuarto… ¡Joder, que era una porquería!.-Un momento por favor…

Rápidamente se encerró en su habitación y con la velocidad de un rayo, que el ser humano logra cuando está en peligro de ser descubierta, metió en el baño sin terminar toda la ropa regada en el suelo, las zapatillas y sus cuadernos, cerró la puerta con llave y se la guardó, tendió la cama y abrió por primera vez en siglos la cortina de su habitación, y abrió la ventana, si no fuera su cuarto juraría haber visto varios murciélagos escapar por ella, le restó importancia al asunto y volvió su vista hacia la tele y vio con espanto la hora, ¡Eran las 6pm! Rápidamente salió de la habitación, volviendo con ellos.

-Jeje… esto… Tengo que salir, tenía que haber estado hace 1 hora en la casa de una amiga para hacer un trabajo, en mi estudio está la computadora, pueden usarla, en la cocina hay atún enlatado, pueden comerlo, regreso en unas horas, como a las 10 o 12, ¡Pueden dormir tranquilos, Haku te dejo el cuarto abierto! ¡Nos vemos!.-Bajó la escalera a saltos y se fue azotando la puerta totalmente desesperada, dios, ¡La iban a matar!
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Suspiró cansada, había tenido una riña horrible y más trabajo por culpa de su tardanza, habían acordado que volverían hacer el trabajo a las 5am y ya eran la 1am, bueno, al menos tenía 3 horas para dormir, sonrió amargamente, la Universidad sí que es tediosa, abrió la puerta principal y prendió la luz de la escalera y vio con sorpresa un montonal de humo que bajaba desde la planta superior.

-…¡Waa, Miki-chan!.-Gritó asustada, mientras a toda prisa sacaba del taller del primer piso el extinguidor para recorrer las escaleras a zancadas, quitándole el sello de seguridad, rápidamente pateó la puerta de su estudio y se dispuso a apagar el incendio, pero no lo había, la causa del humo no era esa, sino por cigarrillos que Dell se había fumado, el chico la miró de reojo, mientras seguía navegando por el internet, al parecer estaba fastidiado por tanto escándalo que montaba la chica, había improvisado un cenicero con un plato que había encontrado en la cocina.

Kiromi no sabía qué hacer, si suspirar de alivio porque su computadora estaba intacta, por si preocuparse por no respirar tal nocivo humo, o decirle que ¡Dejara de fumar esa maldita cosa!

-Hem… Dell.-Dijo algo tímida, tapándose la nariz y la boca con una mano, ¿Cómo hablar con alguien que no conoces?

-Hm.-Contestó para decir que sí la escuchaba.

-¿Podrías dejar de fumar un poco, por favor?.-Dijo con voz diminuta.

-¿Porqué?.-Habló por primera vez desde que llegó, su voz era… grave pero no tanto, descuidada, suave, agresiva, tantas cosas, que hicieron que los vellos del cuerpo de Kiromi se erizaran.

-Es que soy media asmática y no puedo respirar…-Los colores se le habían subido a la cara.

Con fastidio notorio en su rostro, Dell apaga su cigarrillo en el plato que rebosaba de ellos ¿Cuántos cigarrillos se puede fumar en 7 horas?

… ¿Y ahora qué?

Le había dicho que apagara su cigarro como si fuera decirle algo importante y ahora no tenía nada de qué decirle, Dell la estaba mirando aburrido, como exigiendo que hablara de una vez, o que se fuera para poder volver a fumar.

-¿Has pensado en dejar de fumar?.-Le dijo temblando.

Sus cejas se contrajeron disgustado, sus ojos parecieron más rojos de lo usual, Kiromi tenía miedo, temor por lo que dijera.

-¿Y tú has pensado en dejar la pornografía?

… ¿Qué? ¡Qué!

-¡Yo no tengo eso!.-Dijo exaltada, estaba nerviosa, muy nerviosa.

-¿Y esto qué?.-Abrió una carpeta, y luego otra, y otra… todas, llenas de imágenes de animes yaoi algunas soft y otras hard y lo peor fue cuando abrió la carpeta donde tenía guardado sus doujinshis, había tanto como yaoi y hentai, esas sí que era super hard, Kiromi se quedó sin habla.

-Vaya no sé que es peor, tener a una ama pervertida o a una otaku yaoista pervertida, sé que también has escrito fanfics y los lees, con sólo buscar deskdraik [encontré tu sobrenombre en el doujinshi, ¿Traduces también? qué enferma que estás] en google me salen como 24 páginas.-Dijo mordaz.

-…N-No tenías po-porqué revisar mi privacidad.-Estaba al borde de las lágrimas, se sentía tan avergonzada, tan impotente, tan enojada.

-Quería ver qué clase de persona eras.-Dijo aburrido.

Sin saber que hacer se fue rápidamente de ahí y se encerró en su cuarto, recargó su cabeza en la puerta y liberó sus lágrimas, dejó caer el extinguidor en el piso.

-¿Kiromi?.-Una voz dulce pronunció su nombre.

La aludida se sobresaltó al percatarse de la presencia de otra persona en su habitación.

-¿Haku?.-Su voz estaba quebrada, podía distinguirla un poco entre las sombras, no se había molestado en prender la luz.

-¿Estás llorando?.-Sonaba preocupada.

-No es nada, me he golpeado el pie antes de entrar.-Le mintió rápidamente, no quería dar explicaciones.

-¿Vas a dormir?.-Trató de cambiarle el tema.

-Sí, a las 5 tengo que salir de nuevo.-Su voz sonó más segura, sacó su celular y puso el despertador, con la ropa aún puesta se metió en la cama quitándose las zapatillas con los pies, abrazó sus peluches que le estaban esperando en la almohada y trató de conciliar el sueño.

Sintió un par de brazos que la rodearon en un cálido abrazo, el olor de Haku era tan agradable.

-Ya va a pasar…-Le susurró acariciando su cabeza, poco a poco Kiromi fue cayendo en los brazos de morfeo.

-Él me gustaba…-Dijo entre sueños, derramando una lágrima.
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D:, Dell es malo... lo balacearé en la mañana ^w^, ejem, lo corté aqui porque luego me salía muy largo, ¿Me dejan review? *saca al gato con botas que hace la carita tierna*