Ai Texas [Drabble] (AkaPi)
Pareja: Akanishi Jin x Yamashita Tomohisa
Clasificacion: G
Sinopsis: Lo amaba y por mucho que le doliera, tenía que dejarlo ir
Notas de la autora: Bueno, necesitaba sacar esto de mi corazoncito. Cuando leí la traducción lo primero que pensé fue "¡Él ya lo sabía!". Cuando lean entenderan de que hablo.
Y lamento que sea depresivo, pero es la sensación que me transmitió cuando lo leí. Sentí que Pi intentaba aparentar que estaba bien.
Originalmente publicado en Nihon no Niji
Más fanfics por aquí.
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Aquel día, estábamos bebiendo tequila como siempre
No lo esperaba. Sabía que debía haberlo hecho, pero jamás pensó que ocurriría. No cuando estaban bebiendo como siempre en un bar, recordando el pasado y todo lo que habían vivido juntos. La noticia llegó de la nada y le quitó el aliento como si lo hubiera golpeado en el estómago.
-Voy a casarme.
Yamashita miró a su acompañante, sintiendo como el corazón se le encogía ante las tres palabras que más había temido escuchar. ¿Cuanto tiempo había sido? ¿Cinco, seis años? Probablemente más, pero no había habido ni un día, desde que lo había conocido, en que no despertara temiendo que la persona que más quería en la vida desapareciera de su lado.
No, no ahora…
-Es hermosa, sabe lo que quiere, sabe que me quiere. Y yo la quiero a ella.
¡No puedes hacerme esto!
Aún cuando debía ser una noticia feliz, Yamashita mantuvo su mirada fija en el chico a su lado. Ni una sonrisa, ni una lágrima. Más bien parecía que el mundo se había detenido cuando el contrario había comenzado a hablar. ¿Así se sentía que te rompieran el corazón? Akanishi Jin parecía no haberse dado cuenta de la revolución que había provocado en la mente de Yamapi y por ello siguió bebiendo alegremente.
Claro, para él, esta sólo era otra conversación con su mejor amigo.
Sonreí al escucharlo decir que se va a casar
Yamashita no quería alegrarse por algo que probablemente destruiría su vida. Sin embargo, no podía actuar como el ser egoísta que era. Jin era su amigo, simplemente su amigo, aunque deseara que las cosas fueran diferentes. Él jamás lo había visto de esa forma. Ahora nunca lo haría.
-Tienes suerte -murmuró, llevando su vaso hacia sus labios. El licor quemó ligeramente su garganta, pero era un dolor mucho más soportable que el que ardía en su pecho.
-Formaré una familia con ella -Jin asintió sonriendo, sin siquiera mirarlo para saber su reacción ante sus palabras.
¡Basta! No me hagas esto. ¿No te has dado cuenta de lo que siento por ti?
Pronto a Yamashita comenzó a tener problemas para respirar. Su cabeza daba vueltas y una voz ahí gritaba que debía decirlo, que no tendría otra oportunidad. Un trago más al tequila hizo que esa voz se volviera más firme, y así fue que terminó mirando al chico de cabello oscuro que seguía sonriendo como idiota.
-Jin, yo…
-Está embarazada.
Ahora entendía la sonrisa bobaen el rostro de Jin. Eso era diferente. La chica había hecho algo que él jamás podría hacer por Akanishi. Y la realidad de toda esa situación hizo que Yamashita olvidará su plan, aunque en realidad había cosas que jamás olvidaría, cosas que estaban grabadas en su mente. ¿Cómo podría olvidar al amor de su vida? Debía hacerlo porque Jin ya estaba comenzando a ver un futuro diferente.
Así fue que su corazón comenzó a hundirse poco a poco…
Si digo que soy la causa de tu muerte, él se reirá
-¿Qué piensas? -Jin lo miró eufórico, esperando sin duda que Yamashita lo felicitara.
-Tus fans moriran cuando se enteren -comentó el chico, pidiendo otro trago y llevandolo a su boca en cuanto lo recibió para eliminar el sabor amargo de aquella noticia.
Jin rió, dando a entender que eso era una estupidez.
-No seas dramático…
Pero yo me estoy muriendo, Jin.
Fingió reír también aunque el caos en su mente ahora buscaba aferrarse a cualquier cosa que evitara ese dolor tan grande que caía sobre él. Sin embargo, el chico de cabello oscuro parecía tener todo claro. No importaba nada más, ni Yamashita, ni sus fans, ni su carrera. Y fue entonces que lo recordó.
Tal vez aún había una manera de detenerlo.
-Johnny-san -exclamó, mirandolo ansioso-. ¿Ya lo sabe?
-No, planeo decírselo después -repuso con tranquilidad Akanishi y entonces pudo notar que, en efecto, a él ya no le importaba nada más.
-Pero…
-Si se lo digo ahora, no va a permitirlo - por primera vez esa noche, la euforia desapareció del rostro de Jin, quien miró directo a los ojos de su amigo en una súplica silenciosa-. Pi, no puedes decírselo.
Por una parte, su corazón destrozado gritaba que lo hiciera, que intentara detenerlo, pero no podía hacerle eso. No a él, no a Jin. Prefería perderlo a verlo ser infeliz sin la persona a la que amaba. Alguno de los dos tendría que terminar con el corazón roto y Yamashita sabía que nadie querría más a Jin que él.
Te odio. La odio.
-Entonces -dijo Yamashita levantando su copa a manera de brindis mientras miraba a su amigo con una sonrisa fingida-, permíteme ser el primero en felicitarte. Felicidades… Lo mereces.
La alegría volvió al rostro del chico, quien no tardó en chocar su copa con la de su amigo. Ese sonido titilante que produjo el cristal resonó en las heridas de Yamashita y le hizo apurar la bebida para disimular ese dolor. Eso era lo único que podía pensar. Incluso respirar le dolía.
-Probablemente él se enoje, así que no quiero que te involucres más… -continuó Jin, dándole un trago a su vaso y dejándolo con brusquedad en la barra-, pero realmente apreciaría que pudieras ir. No podría estar ahí sin ti.
¿Cómo puedes pedirme eso? ¿Acaso quieres matarme?
Yamashita sonrió, a pesar del dolor, a pesar de las ganas de llorar que sentía, y puso su mano en el hombro de su mejor amigo. Ya había decidido renunciar a él, tenía que matar su amor de alguna forma y por mucho que lo odiara era la única forma. No podía haber nada peor, no tenía nada que perder.
-Ahí estaré. Como siempre.
La sonrisa de Jin siempre le había parecido reconfortante, pero en esa ocasión parecía que le clavaba sientos de puñales en el corazón. No había forma de que siguiera conteniendo su dolor, así que inventó una excusa sin preocuparse porque fuera mala, y salió del lugar. Apenas puso un pie fuera, comenzó a correr intentando huir de su dolor, huir de todo lo que le recordaba a Jin.
Y cuando no pudo correr más, se dejó caer de rodillas, permitiendo que sus lágrimas corrieran libremente por sus mejillas.
El profundo dolor de dejar es color rojo
pero cualquier tipo de dolor es precioso
Decidí prepararme
Dejar el pasado en el desierto
Abrazar la ilusión de esa persona triste
Ai, Texas
EDIT 18/05/17: Pues agregué unos detalles, así que no estoy segura si puede llamarse drabble. Creo que quedó más bonito así, pero tal vez sea sólo mi percepción.
Clasificacion: G
Sinopsis: Lo amaba y por mucho que le doliera, tenía que dejarlo ir
Notas de la autora: Bueno, necesitaba sacar esto de mi corazoncito. Cuando leí la traducción lo primero que pensé fue "¡Él ya lo sabía!". Cuando lean entenderan de que hablo.
Y lamento que sea depresivo, pero es la sensación que me transmitió cuando lo leí. Sentí que Pi intentaba aparentar que estaba bien.
Originalmente publicado en Nihon no Niji
Más fanfics por aquí.
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Aquel día, estábamos bebiendo tequila como siempre
No lo esperaba. Sabía que debía haberlo hecho, pero jamás pensó que ocurriría. No cuando estaban bebiendo como siempre en un bar, recordando el pasado y todo lo que habían vivido juntos. La noticia llegó de la nada y le quitó el aliento como si lo hubiera golpeado en el estómago.
-Voy a casarme.
Yamashita miró a su acompañante, sintiendo como el corazón se le encogía ante las tres palabras que más había temido escuchar. ¿Cuanto tiempo había sido? ¿Cinco, seis años? Probablemente más, pero no había habido ni un día, desde que lo había conocido, en que no despertara temiendo que la persona que más quería en la vida desapareciera de su lado.
No, no ahora…
-Es hermosa, sabe lo que quiere, sabe que me quiere. Y yo la quiero a ella.
¡No puedes hacerme esto!
Aún cuando debía ser una noticia feliz, Yamashita mantuvo su mirada fija en el chico a su lado. Ni una sonrisa, ni una lágrima. Más bien parecía que el mundo se había detenido cuando el contrario había comenzado a hablar. ¿Así se sentía que te rompieran el corazón? Akanishi Jin parecía no haberse dado cuenta de la revolución que había provocado en la mente de Yamapi y por ello siguió bebiendo alegremente.
Claro, para él, esta sólo era otra conversación con su mejor amigo.
Sonreí al escucharlo decir que se va a casar
Yamashita no quería alegrarse por algo que probablemente destruiría su vida. Sin embargo, no podía actuar como el ser egoísta que era. Jin era su amigo, simplemente su amigo, aunque deseara que las cosas fueran diferentes. Él jamás lo había visto de esa forma. Ahora nunca lo haría.
-Tienes suerte -murmuró, llevando su vaso hacia sus labios. El licor quemó ligeramente su garganta, pero era un dolor mucho más soportable que el que ardía en su pecho.
-Formaré una familia con ella -Jin asintió sonriendo, sin siquiera mirarlo para saber su reacción ante sus palabras.
¡Basta! No me hagas esto. ¿No te has dado cuenta de lo que siento por ti?
Pronto a Yamashita comenzó a tener problemas para respirar. Su cabeza daba vueltas y una voz ahí gritaba que debía decirlo, que no tendría otra oportunidad. Un trago más al tequila hizo que esa voz se volviera más firme, y así fue que terminó mirando al chico de cabello oscuro que seguía sonriendo como idiota.
-Jin, yo…
-Está embarazada.
Ahora entendía la sonrisa bobaen el rostro de Jin. Eso era diferente. La chica había hecho algo que él jamás podría hacer por Akanishi. Y la realidad de toda esa situación hizo que Yamashita olvidará su plan, aunque en realidad había cosas que jamás olvidaría, cosas que estaban grabadas en su mente. ¿Cómo podría olvidar al amor de su vida? Debía hacerlo porque Jin ya estaba comenzando a ver un futuro diferente.
Así fue que su corazón comenzó a hundirse poco a poco…
Si digo que soy la causa de tu muerte, él se reirá
-¿Qué piensas? -Jin lo miró eufórico, esperando sin duda que Yamashita lo felicitara.
-Tus fans moriran cuando se enteren -comentó el chico, pidiendo otro trago y llevandolo a su boca en cuanto lo recibió para eliminar el sabor amargo de aquella noticia.
Jin rió, dando a entender que eso era una estupidez.
-No seas dramático…
Pero yo me estoy muriendo, Jin.
Fingió reír también aunque el caos en su mente ahora buscaba aferrarse a cualquier cosa que evitara ese dolor tan grande que caía sobre él. Sin embargo, el chico de cabello oscuro parecía tener todo claro. No importaba nada más, ni Yamashita, ni sus fans, ni su carrera. Y fue entonces que lo recordó.
Tal vez aún había una manera de detenerlo.
-Johnny-san -exclamó, mirandolo ansioso-. ¿Ya lo sabe?
-No, planeo decírselo después -repuso con tranquilidad Akanishi y entonces pudo notar que, en efecto, a él ya no le importaba nada más.
-Pero…
-Si se lo digo ahora, no va a permitirlo - por primera vez esa noche, la euforia desapareció del rostro de Jin, quien miró directo a los ojos de su amigo en una súplica silenciosa-. Pi, no puedes decírselo.
Por una parte, su corazón destrozado gritaba que lo hiciera, que intentara detenerlo, pero no podía hacerle eso. No a él, no a Jin. Prefería perderlo a verlo ser infeliz sin la persona a la que amaba. Alguno de los dos tendría que terminar con el corazón roto y Yamashita sabía que nadie querría más a Jin que él.
Te odio. La odio.
-Entonces -dijo Yamashita levantando su copa a manera de brindis mientras miraba a su amigo con una sonrisa fingida-, permíteme ser el primero en felicitarte. Felicidades… Lo mereces.
La alegría volvió al rostro del chico, quien no tardó en chocar su copa con la de su amigo. Ese sonido titilante que produjo el cristal resonó en las heridas de Yamashita y le hizo apurar la bebida para disimular ese dolor. Eso era lo único que podía pensar. Incluso respirar le dolía.
-Probablemente él se enoje, así que no quiero que te involucres más… -continuó Jin, dándole un trago a su vaso y dejándolo con brusquedad en la barra-, pero realmente apreciaría que pudieras ir. No podría estar ahí sin ti.
¿Cómo puedes pedirme eso? ¿Acaso quieres matarme?
Yamashita sonrió, a pesar del dolor, a pesar de las ganas de llorar que sentía, y puso su mano en el hombro de su mejor amigo. Ya había decidido renunciar a él, tenía que matar su amor de alguna forma y por mucho que lo odiara era la única forma. No podía haber nada peor, no tenía nada que perder.
-Ahí estaré. Como siempre.
La sonrisa de Jin siempre le había parecido reconfortante, pero en esa ocasión parecía que le clavaba sientos de puñales en el corazón. No había forma de que siguiera conteniendo su dolor, así que inventó una excusa sin preocuparse porque fuera mala, y salió del lugar. Apenas puso un pie fuera, comenzó a correr intentando huir de su dolor, huir de todo lo que le recordaba a Jin.
Y cuando no pudo correr más, se dejó caer de rodillas, permitiendo que sus lágrimas corrieran libremente por sus mejillas.
El profundo dolor de dejar es color rojo
pero cualquier tipo de dolor es precioso
Decidí prepararme
Dejar el pasado en el desierto
Abrazar la ilusión de esa persona triste
Ai, Texas
EDIT 18/05/17: Pues agregué unos detalles, así que no estoy segura si puede llamarse drabble. Creo que quedó más bonito así, pero tal vez sea sólo mi percepción.