La boda (MatsuMiya) [ARASHI]

Mar 19, 2012 01:03

Pareja: MatsuMiya

Clasificacion: 13+

Muchas cosas pueden pasar el día de tu boda, algunas imaginarias otras reales. Ojalá alguien se lo hubiera explicado a Nino y a Jun

Notas de la autora: ¡Hola a tod@s! Ahhh, soy yo actualizando tarde en la noche, o temprano en la mañana. Sé que no debería hacerlo, pero simplemente tenía que escribir esto.

La idea surgió hoy por la mañana. Mi tío y su esposa vinieron de visita por el cumpleaños de mi abuela. Ellos estan casados unicamente por el civil y durante la mañana me descubrí a mí misma pensando "¿Algun día se casarán por la Iglesia?" Y entonces vino mi golpe de inspiración :D

Y es que necesitaba Matsumiya :3 Amo esta pareja.

Ya, bueno, no les hago el cuento largo, espero que les guste. Más fics en español aquí


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- ¿Llamaste al florista?- preguntó Jun.

- Sí, lo hice- respondió Sho, intentando atarle la corbata.

- ¿Y el pastel? Por favor, dime que Aiba no fue por él- dijo Jun, girándose para mirar por la ventana.

- Jun, trata de darle más crédito a Aiba. No se atrevería a arruinarlo hoy- insistió Sho, obligando a Jun a mirarlo de nuevo-. Ahora, quédate quieto.

-¿Recuerdas la última vez que Aiba fue a comprar un pastel?- preguntó Jun nervioso- ¿Crees que…?

-Jun, ¡basta!- gritó Sho exasperado-. Aiba está tratando de ayudarte, igual que yo, ahora estate quiero o juro que te golpearé.

Jun miró sorprendido a su compañero, conteniendo el aliento. Sho lo miró confundido.

-No estarás nervioso, ¿o sí?-preguntó. Jun exhaló lentamente intentando calmarse. Sho comenzó a reír- No puedo creerlo…

-Cállate ¿sí?- murmuró Jun respirando cada vez más rápidamente. Sho palmeó su hombro, demostrándole su apoyo.

-Jun, no te presiones- le dijo- Esto no tiene que ser perfecto, él no va a arrepentirse solo porque Aiba traiga un pastel con un mono en lugar del colosal pastel de diez pisos que insististe en comprar…

-No son diez- dijo Jun con los dientes apretados. Sho sonrió.

-Nino va a casarse contigo, no con el pastel ni con las flores así que puedes estar tranquilo...

Jun lo miró confundido y sobresaltado cuando hizo mención a la razón por la que estaban ahí. Nino y él se iban a casar en menos de dos horas. Por más que Jun lo pensaba no conseguía hacerse la idea y durante las dos semanas que les llevó planear la ceremonia no había pensado demasiado en eso. Pero ahora, con la ceremonia encima, la mente de Jun trabajaba rápidamente intentando asimilarlo todo.

-¿Cómo demonios pasó esto?- preguntó Jun, pasando la mano por su cabello. Sho lo miró confundido y ligeramente molesto al ver que el peinado de Jun se había deshecho- No estoy listo para casarme, ¿por qué dije que sí? No recuerdo en absoluto haberlo hecho…

-Jun…

-¿Y qué tal si esto no funciona?- continuó Jun, ignorando a Sho- ¿Y si después nos arrepentimos y no podemos volver a vernos a la cara? ¿No significaría que Arashi no puede continuar?

-Jun…

-¿Y si él se arrepiente?- preguntó Jun, su pánico aumentando a medida que pasaban los minutos- ¿Y si decide que no me quiere? ¿Y si se enamora de alguien más y entonces me deja y…?

-JUN YA BASTA- gritó Sho tomándolo por los hombros- Respira por favor.

Jun intentó hacerle caso, pero apenas era consciente de donde se encontraba.

-Preguntarte todo esto ahora no tiene sentido- le dijo Sho- Ustedes dos estaban destinados a estar juntos o al menos eso piensa él, así que no creo que tenga planes de arrepentirse pronto.

-¿Enserio eso dijo?- preguntó Jun sonriendo ligeramente. Sho asintió.

-Él estuvo con los nervios de punta toda la semana anterior a la propuesta- dijo- pero aun así no dejaba de repetir que estaba deseando que esto pasara desde hace mucho. Y yo sé que tú también lo quieres…

-Por supuesto que sí, es solo que no se si vaya a funcionar…- intentó explicarle el menor. Sho sonrió.

-No Jun, simplemente estas nervioso.

-Siento que voy a desmayarme- dijo Jun respirando profundamente. Sho rió e intentó terminar de arreglar la corbata de Jun.

-Solo tienes que caminar, decirle a todos los invitados que estás enamorado de ese mocoso y te llevaremos a un psiquiátrico lo más pronto posible- dijo Sho bromeando. Jun enarcó la ceja y suspiró.

-Sé que intentas hacerme sentir mejor Sho, pero ese fue un chiste terrible- dijo. Sho se encogió de hombros y terminó de arreglar la corbata de Jun, así como su cabello- Por cierto, ¿sabes si Nino ya llegó?

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El momento en que le había pedido a Jun que se casara con él había sido el mejor en la vida de Nino, pero cuando lo escuchó decir que si se dio cuenta de que se había adelantado a los hechos. Pese a que fue una manera un tanto extraña de aceptar una propuesta de matrimonio, definitivamente Nino había amado ese momento casi tanto como amaba a Jun.

El día de la propuesta Nino había estado feliz, asustado y preocupado, todo al mismo tiempo. Había discutido consigo mismo si debía o no pedírselo a Jun durante toda una semana, y cuando por fin se convenció de que debía hacerlo escogió el mirador de la torre de Tokio para hacerlo.

-Bueno, esto es diferente- dijo Jun mirando la ciudad a sus pies. Nino solo pudo asentir- ¿Por qué quisiste hacer esto?

-Salir a comer al mismo lugar siempre puede resultar aburrido ¿sabes?- le dijo Nino recargándose contra el barandal- Además hay algo que quiero preguntarte.

Jun lo miró expectante mientras Nino tomaba un respiro profundo.

-Sabes que te quiero ¿verdad?- le preguntó y esperó a que Jun asintiera antes de continuar- ¿Sabes que daría cualquier cosa por ti?

-¿A qué viene todo esto?- preguntó Jun un tanto preocupado.

-A que necesito más que esto- dijo Nino haciendo un gesto hacia él. El rostro de Jun pareció perder todo el color.

-¿Más? ¿De qué demonios hablas?

-De que he estado pensándolo desde hace mucho- dijo caminando hacia él- De que quiero que te cases conmigo.

Jun parpadeó, totalmente sorprendido por el giro que había tomado la conversación.

-¿Qué?- murmuró incrédulo, sonrojándose levemente. Nino sonrió al verlo nervioso y se llevó la mano al bolsillo y sacó una pequeña caja de terciopelo negro.

-Sé que vas a querer matarme por esto- dijo abriendo hábilmente la cajita con una mano- Matsumoto Jun, ¿te casarías conmigo?

Por un momento Jun no estuvo seguro de que hacer, su mente estaba dividida entre gritar que sí y abrazar a Nino o salir corriendo de ahí. Abrió la boca para intentar decir algo pero no pudo hacerlo

-Oh bueno, si no quieres no hay problema- dijo intentando ocultar su sonrisa. Jun frunció el ceño al verlo hacer esto.

-Está bien- murmuró. Nino enarcó la ceja.

-¿Disculpa?

-Está bien, me… me… casaré contigo- respondió Jun tartamudeando. Nino sacó el anillo de nuevo y se lo puso en el dedo con delicadeza antes de besarlo.

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-¡¿NINO?!- gritó Ohno, sacándolo de su ensoñación. Nino volteó a verlo, confundido- ¿Sabes qué hora es?

-Seis cincuenta y siete, media hora antes de la boda- dijo volviendo a clavar la mirada en las hermosas flores blancas que Jun había insistido en comprar- ¿No crees que se hubiera visto mejor si las flores fueran rojas?

Ohno lo miró molesto.

-¿Puedes decirme porque demonios no estas vestido?- preguntó cruzándose de brazos.

-Estoy vestido- dijo Nino sin mirarlo- ¿Realmente es necesario que todo sea blanco? Intenté convencer a Jun de que necesitábamos más color pero él dijo que con que los manteles de las mesas fueran de otro color todo estaba bien…

-¿Nino estas escuchándome?- preguntó Ohno obligándolo a ponerse de pie-Vamos, tienes que ponerte el traje ahora…

-Oh-chan, todo está bien- dijo Nino soltándose suavemente del agarre del mayor- Tengo tiempo…

-Los invitados ya están llegando- dijo Ohno mientras entraban a la casa- Escogiste un muy mal día para no estar preocupado.

-Oh, por supuesto que estoy preocupado,- dijo Nino comenzando a quitarse el pants que había estado usando todo el día- Pasé toda la mañana en el baño. De hecho, aun me duele el estómago, ¿crees que puedas darme algo?

-No te hará bien estar narcotizado a mitad de la ceremonia- dijo Ohno, ayudándolo a abrocharse la camisa- Acabo de hablar con Sho y dice que Jun está teniendo una crisis.

-Era de esperarse- comentó Nino ajustándose la corbata- Bien, ya está.

Cuando Ohno lo miró parecía estar conteniendo la risa.

-Realmente estás muy nervioso ¿no?- preguntó sonriendo. Nino frunció el ceño.

-¿De qué hablas?- preguntó.

-Bueno, es que también tienes que ponerte los pantalones Nino-kun

Nino volteó a ver hacia abajo, alarmado, antes de soltar una carcajada al ver que Ohno tenía razón.

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Todo estaba listo. El jardín donde se llevaría a cabo la boda era bastante amplio, al igual que la casa donde Jun y Nino pasarían unos cuantos días de luna de miel. La habían rentado con el propósito de pasar juntos un tiempo sin necesidad de alejarse mucho de la ciudad, ya que aún debían ir a trabajar. El lugar era perfecto para celebrar una boda. Los amigos y familiares estaban sentados en las varias mesas dispuestas alrededor a una mesa cubierta de un mantel lila, tras la cual se encontraba el juez.

La madre de Jun conversaba con la de Nino, quien parecía estar a punto de llorar, mientras sostenía la mano de su esposo. El padre de Nino se limitaba a mirar al frente con gesto solemne pero los bordes rojizos de sus ojos revelaban que compartía el sentimiento con su esposa. Aiba había conseguido llegar con el pastel correcto y ahora se encontraba platicando felizmente con Ohno, junto a la mesa central, mientras Sho practicaba un poco en el piano. Nino le había pedido a Ohno que fuera uno de los testigos, y ya que Jun le había pedido (ordenado) a Sho que fue él quien tocara durante la ceremonia, Aiba sería el otro testigo.

El pasillo hasta la mesa estaba cubierto por una alfombra de color claro, a las orillas unos jarrones llenos de hermosas flores blancas delimitaban la zona de los invitados y Sho estaba haciendo un muy buen trabajo con el piano.

Todo era perfecto… y aun así Jun estaba asustado. Mientras miraba a todos a través de la puerta de cristal intentaba respirar profundamente para calmar sus nervios.

-¿Aun estás seguro de querer hacerlo?- preguntó alguien a sus espaldas. Jun se dio vuelta para encontrar a Nino mirándolo fijamente.

-Por supuesto- dijo Jun, tratando de sonar seguro. Nino tomó su mano y descubrió que estaba temblando-¿Y tú?

-Sé que funcionará- respondió el mayor- ¿Estás listo?

Jun respiró profundamente una vez más y asintió. Entonces Nino abrió la puerta.

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Jun no estaba seguro de cómo había pasado, lo único de lo que fue consciente toda la ceremonia fue de la mano de Nino sosteniendo la suya y del momento en que el juez le entregó una pluma, esperando que firmara.

Con pulso tembloroso Jun consiguió firmar su nombre en la hoja y una vez que Nino lo hubo hecho todos estallaron en aplausos.

-Nino-kun, tienes que besarlo- gritó Aiba, sosteniendo una cámara entre sus manos. Sin previo aviso, Nino tomó a Jun de la barbilla y lo besó tiernamente. Los flashes centellearon pronto y lentamente la ceremonia se tornó más festiva.

Mientras los invitados hacían fila para felicitar a la pareja, Jun y Nino jamás se soltaron de la mano.

-Supongo que ahora no podré besarte Nino-kun- dijo Ohno bromeando. Nino rió.

-Puedes hacerlo, solo que pones tu vida en juego- dijo Nino, mirando burlón a Jun, quien puso los ojos en blanco. Ohno simplemente rió y abrazó a sus amigos.

-Jun-kun, por favor, trata de no correr de la casa a Nino muy seguido- le pidió Sho con una expresión seria, pese a estar bromeando- No soportaría tenerlo en casa todo el día.

-No prometo nada- respondió Jun con la misma expresión. Sho sonrió y lo abrazó.

Cuando llegó el turno de Aiba él ya estaba llorando. Abrazó a ambos y sollozó un poco antes de poder hablar.

-Chicos, se ven muy bien juntos- dijo con la voz quebrada-  Espero que sean muy felices

-Aiba ya deja de llorar- dijo Nino despeinando a su compañero.

-Gracias Aiba-chan- dijo Jun sonriendo.

Los siguientes fueron los padres de Nino.

-Cariño estoy tan feliz- dijo la madre de Nino abrazándolo fuertemente mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. Luego hizo lo mismo con Jun- Jun-kun, me alegra tanto tenerte en la familia.

-Gracias- dijo estrechando fuertemente a su nueva suegra. El padre de Nino se contuvo un poco más, sin embargo abrazó durante un buen rato a su hijo.

-Jun-kun, bienvenido a la familia- le dijo al nuevo esposo de su hijo, tendiéndole la mano para que la estrechara. Jun tomó su mano sonriendo levemente y entonces el señor lo atrajo hacia él, abrazándolo con la misma intensidad que su hijo.

Tras los padres de Nino vinieron los de Jun.

-Cariño, estoy feliz por esto- dijo la mamá de Jun- pero por favor trata de ser paciente. Recuerda que no debes perder la paciencia ante las adversidades y sobretodo…

-No debo gritarle a Nino- dijo Jun poniendo los ojos en blanco y suspirando- Lo sé, gracias.

Nino no pudo evitar reírse mientras abrazaba a sus suegros.

-Nino-kun, por favor cuida de mi hijo- fue lo único que el padre de Jun dijo.

Después de eso,  Nino y Jun abrieron el baile como era de esperarse, un vals lento que Sho tocó en el piano. Cerca de la medianoche y después de la cena Nino se puso de pie para hacer el brindis.

-Hace años que Jun y yo comenzamos a salir. Los primeros días realmente me cuestioné si esto realmente funcionaría- dijo sonriendo travieso a Jun- Peleábamos por cualquier cosa, incluso hubo un tiempo en el que nos separamos. Pero después de eso me di cuenta de que realmente no podía vivir lejos de él. Si me dieran a elegir de nuevo, sin ninguna duda elegiría a Jun.

-Kazunari tiene formas muy extrañas de hacer las cosas. Tuve que aprender a vivir con eso- dijo Jun cuando le tocó su turno- Hubo momentos en los que me pregunté si no querría más a sus videojuegos que a mí.

Todo el mundo rió levemente ante el comentario. Jun hizo una pausa para controlar sus emociones y continuó.

-A él tampoco le emocionan mis mañas, pero creo que lo que nos hace tan unidos es el hecho de que nos complementamos. De eso se debe de tratar el matrimonio, Kazu me ha hecho mejorar en tantos aspectos y definitivamente quiero pasar el resto de mi vida con él.

La fiesta duró un poco más. Poco a poco los invitados se fueron yendo hasta que únicamente quedaron los novios. Jun estaba sentado en las escaleras de la entrada, contemplando el cielo, cuando llegó Nino con dos copas de champaña.

-¿Resultó como querías?- preguntó Nino sentándose a un lado de su esposo. Jun sonrió.

-Fue incluso mejor- dijo tomando la copa que Nino le ofrecía. Nino rió levemente.

-Podemos mejorar eso, ¿sabes?- dijo en tono sugerente, dándole un trago a su copa. Jun volteó y besó suavemente los labios del mayor.

-Quiero verte intentarlo- lo retó enarcando una ceja. Nino se apresuró a tomar las copas y dejarlas a un lado antes de besar pasionalmente a Jun.

-Esta es una discusión que me gustaría terminar en la cama- murmuró con voz ronca. Jun se puso de pie y tomó a Nino de la corbata, llevándolo hasta la habitación.

Esa noche disfrutaron de su amor de todas las maneras posibles, sabiendo que a partir de ese entonces ya nadie podría separarlos.

matsumiya, arashi, matsumoto jun, ninomiya kazunari

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