Reto 23
Autor:lazyastaroth
Rating: PG
Reto: 23
Acompasada Agonia
Sus manos pálidas de huesos largos y elegantes estaban heladas, y las puntas de sus dedos tenían un malsano tono azulado. Era pleno invierno y Draco Malfoy estaba solo.
Como siempre.
Cientos de personas pululaban a su alrededor, pasando a su lado sin mirarle. Muggles la mayoría.
De vez en cuando alguna anciana le tiraba una moneda, que chocaba contra el suelo produciendo un ruido lejano que apenas se registraba en sus oídos. Podrían haberle zarandeado o golpeado que no se habría dado cuenta. Estaba demasiado pasado.
El brandy le mantenía caliente, si no por fuera, por lo menos hacia que su garganta ardiese cada vez que daba un trago. Era un ardor casi doloroso, una desagradable sensación que se volvía agradable al recordarle que si sentía algo es que estaba vivo.
Vivo y tirado en el suelo en medio de una calle cualquiera de Londres. ¿Qué más daba? ¿Acaso importaba?
El calorcillo agradable permanecía unos segundos en su pecho, y luego tenia que volver a beber para recuperarlo.
Su mente embotada por el alcohol y el dolor apenas retenía nada de lo que acaecía a su alrededor.
El ruido del trafico, el parloteo incesante de la gente, los gritos de los niños… Nada de eso podría jamás despertarlo, sacarlo de su estupor, porque a pesar de estar vivo, de que su corazón latiese acompasadamente y su sangre fluyese normalmente por sus venas, por dentro estaba muerto.
Y hacia mucho frío.
¿Qué pensaría la gente al ver a un muchacho de belleza casi etérea consumido por la tristeza?
Sus ojos estaban apagados, el color plateado que los caracterizaba, había dado lugar a un gris indefinido, brumoso, que si mirabas con atención te atrapaba y te llevaba a un paraje lejano y desolador donde el sol jamás salía y la esperanza no tenia lugar.
Hacia horas había llorado, ya no tenia fuerzas ni lágrimas. Los copos de nieve, ligeros, caían sobre sus mejillas heladas formando una ligera capa helada.
Otro trago de brandy. Un sabor amargo en la lengua, dulce en el corazón.
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Reto: 23
Acompasada Agonia
Sus manos pálidas de huesos largos y elegantes estaban heladas, y las puntas de sus dedos tenían un malsano tono azulado. Era pleno invierno y Draco Malfoy estaba solo.
Como siempre.
Cientos de personas pululaban a su alrededor, pasando a su lado sin mirarle. Muggles la mayoría.
De vez en cuando alguna anciana le tiraba una moneda, que chocaba contra el suelo produciendo un ruido lejano que apenas se registraba en sus oídos. Podrían haberle zarandeado o golpeado que no se habría dado cuenta. Estaba demasiado pasado.
El brandy le mantenía caliente, si no por fuera, por lo menos hacia que su garganta ardiese cada vez que daba un trago. Era un ardor casi doloroso, una desagradable sensación que se volvía agradable al recordarle que si sentía algo es que estaba vivo.
Vivo y tirado en el suelo en medio de una calle cualquiera de Londres. ¿Qué más daba? ¿Acaso importaba?
El calorcillo agradable permanecía unos segundos en su pecho, y luego tenia que volver a beber para recuperarlo.
Su mente embotada por el alcohol y el dolor apenas retenía nada de lo que acaecía a su alrededor.
El ruido del trafico, el parloteo incesante de la gente, los gritos de los niños… Nada de eso podría jamás despertarlo, sacarlo de su estupor, porque a pesar de estar vivo, de que su corazón latiese acompasadamente y su sangre fluyese normalmente por sus venas, por dentro estaba muerto.
Y hacia mucho frío.
¿Qué pensaría la gente al ver a un muchacho de belleza casi etérea consumido por la tristeza?
Sus ojos estaban apagados, el color plateado que los caracterizaba, había dado lugar a un gris indefinido, brumoso, que si mirabas con atención te atrapaba y te llevaba a un paraje lejano y desolador donde el sol jamás salía y la esperanza no tenia lugar.
Hacia horas había llorado, ya no tenia fuerzas ni lágrimas. Los copos de nieve, ligeros, caían sobre sus mejillas heladas formando una ligera capa helada.
Otro trago de brandy. Un sabor amargo en la lengua, dulce en el corazón.