Reto #28
Bueno, soy nueva por aquí, y ya sé que este reto es de ayer y que no entra en la recopilación de retos tal tal, pero es que necesitaba escribirlo porque era tan lovely *w*. Me ha dado la inspiración ahora que debería estar estudiando, pero bleh. Tenía ganas de publicar algo y de que me critiquéis, y por lo que joanne me ha dicho se pueden hacer retos anteriores entre semana, así que aquí va :)
User: kitty_partner
Reto: #28
Advertencias: Femslash
Rating: K
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Reto #28: La protagonista tiene que ser Ginny, y tenéis que buscarle una pareja...
Lavabo de chicas
-¿Cómo crees que debe ser?
Ginny suspiró, cansada de las continuas preguntas de su amiga acerca de eso. En un intento de evadir a Luna se puso en pie y anduvo hasta el retrete para volver a sentarse. Aquello ya estaba mucho mejor, pensó, pues las frías baldosas del lavabo de chicas le había dejado el trasero helado.
-¿Qué piensas que se sentirá? -inquirió la Ravenclaw, alzando el mentón y observándola con sus enormes ojos azules, chispeantes de curiosidad insatisfecha.
-No lo sé, Luna, ya sabes que nunca lo he probado.
-Supongo que ese es el problema -continuó, pensativa, a la par que se levantaba.
Aquél día llevaba unos pendientes de lo que -según parecía- eran una imitación de diminutos elfos domésticos parecidos a Dobby. Curioso, pero también original; igual que ella.
-¿El qué? -preguntó Ginny, distraída por el gracioso vaivén que hacían las figuritas.
Luna estaba de pie frente a ella. Confusa, la pelirroja alzó la mirada y se encontró con el rostro sonriente de su amiga. Luna colocó ambas manos en sus pecosas mejillas, y se inclinó hacia ella.
-El problema, Gin, es que nos falta probar.
Y entonces sus labios, húmedos, apretando sobre los de ella. Ginny abrió mucho los ojos. Luna la estaba besando. No tenía demasiada experiencia, pero sí la suficiente como para darse cuenta de que aquello era sólo una caricia infantil. Luna había dicho probar. Probaré, pensó la pelirroja, y aprenderé para el día en que Harry me bese.
Y entreabrió la boca, rozando la de su amiga con timidez. Luna pareció entender, y se lanzó a un beso mucho más fuerte, de labios y lenguas y narices chocándose por culpa de la inexperiencia. Ginny sentía que se ahogaba, porque la inquietud de Luna no la dejaba respirar, pero, a pesar de ello, era incapaz de apartarse.
En ese momento, Luna le mordió la lengua.
-¡Ay! -se quejó, apartándose de su compañera.
-Lo siento.
Parecía avergonzada; y estaba tan sumamente graciosa observándola desde abajo, con el pelo desaliñado y los ojos brillantes, que Ginny sonrió.
-No importa.
No importaba porque no había vergüenza, ya que nadie las había visto. No importaba porque no había arrepentimiento, ya que ella sólo lo había hecho para ser una experta a la hora de besar a su verdadero amor: Harry Potter.
-Me ha gustado -murmuró entonces Luna.
Y a mí también.
Pero no se lo dijo.