Autor:
x_cursiveReto: #90
Título: Decencia
Rating: K
Summary: Lucius y Arthur se llevan cinco años, así que coincidieron en Hogwarts. ¿Como era su relación entonces?
- Weasley, ¿a qué debemos los honores de esta pulcritud?
Lucius Malfoy, tan impecable como siempre, caminaba por el pasillo central de Hogwarts cuando vió una sombra mugrienta con capa, que, acertadamente, identificó como Arthur Weasley. Obviamente, dado su carácter, Arthur pasó de él, ni si quiera se tensó un músculo cuando Lucius empezó a divagar sobre su fortuna y su decencia.
Decencia. Cómo si él supiera lo que era aquello.
No podía ser decente, si tenía cinco años más que el otro, y siempre perdía. No podía ser decente cuando siempre que le veía iba sucio, desaliñado y tremendamente cansado. Harto, más bien.
Dobló la esquina del corredor, dejando atrás a sus amigos y se apoyó en la pared. Harto. Siempre harto de sus burlas y su prepotencia. Demonios, nunca iba a aprender.
Se rumoreaba que la familia había acordado su matrimonio, en un futuro no muy lejano con la pequeña de las Black. Me imagino como saldrá su hijo, pensó.
Escuchó un ruido de pasos. Un ruido seco, la puntera de un zapato del 40, negro y perfectamente limpio. Con betún mágico de alguna marca cara, que seguramente olía a mil maravillas. Se miró sus zapatos. Marrones, llenos de barro y algo de verdín, que probablemente olerían a…alguna sustancia que hubiera pisado en el campo.
- Sé que estás ahí. Hueles a hierba segada. - Hueles a pobre, pensó, pero no lo dijo.
Siempre perdía, siempre le descubría, aunque él nunca hiciera por esconderse. Cinco años menos y ya conocía todos los rincones de Hogwarts. Impresionante.
- Malfoy, déjame en paz, ¿porqué no vas a meterte con alguien de tu edad?- Arthur se giró y cruzó los brazos ladeando la cabeza.
- ¿Pretendes impresionarme? ¿Amenazarme?.- Había dejado de caminar, y ahora ya no se le veían los zapatos. La capa se los cubría. Obviamente, su capa siempre estaba limpia y sin una sola arruga.
- Pretendo decirte que soy Prefecto, y que si no das la vuelta y te vas….
- ¿Qué vas a hacer, Weasley? Podría echarte una maldición antes de que parpadearas.
Maldita prepotencia. ¿Quién había hablado de maldiciones? Estaban deambulando por los pasillos, él sólo le amenazaba con decírselo a Slughorn, y que le bajara puntos a su casa. ¿Maldiciones? Aquel niño, porque era un niño, no podía pensar en eso.
No era decente.
Pero lo que resultaba más grave, es que Arthur se lo creía. No era cobardía. Era que lo había visto. La semana anterior, un niño de Slytherin le había quitado la pluma de escribir a Lucius y le había atacado. No le había pegado, le había atacado. Un ‘expeliarmus’ en toda regla había salido de su varita, habia pillado desprevenido al muchacho y le había lanzado lejos, contra la pared.
Lucius se quedó mirando a Arthur, con aquellos ojos grises, sin sentimiento, pero con demasiada ira para ser tan pequeño. Alzó la ceja y entonces Arthur se fue. Había visto a Fabian Prewett en el pasillo de enfrente y tenía que hablar con él de un trabajo de Encantamientos.
- No puedes seguir así, Malfoy.-dijo, más para sus adentros que para Lucius, que ya se iba, a descargarse contra otro infeliz. Pronto serían más, lo sospechaba. Y aún no tenía acompañantes…entonces sería peor.
No puedes seguir así, Arthur. Eso lo había pensado. Y también pensó otras cosas, sobre su capa, y la de Lucius, y sus zapatos, y el olor de su betún, y sus ojos grises sin sentimiento. Pero eso era menos decente que toda la prepotencia de Malfoy condensada.