Apr 27, 2008 21:39
Para ser una oveja negra dentro de la familia Black solo tienes que cumplir uno de los siguientes requisitos: pensar de forma diferente, enamorarte de la persona equivocada o respirar a destiempo con los demás.
Desde bien pequeñito, supo que era diferente. Y no solo porque su pelo fuese diferente al de sus hermanos mayores; porque Poll y Cassie habían sacado la parte Black, y él la parte Bulstrode. Si incluso Dory, que no era más que un bebé se parecía más a sus hermanos mayores que él.
Marius Black era diferente a sus hermanos, y al resto de su familia, en general, también por otros aspectos.
Porque Pollux, con solo diez años hizo explotar la cristalería de bohemia que el abuelo Phineas había tomado prestada de Hogwarts en su época como director; porque se enfadó con Cassie porque ella lo seguía a todas partes, como cualquier hermana que admira a su hermano mayor.
Cassiopeia, por aquel entonces, tenía siete, y era capaz de elevar a la pequeña Dory del suelo con solo desearlo. Y además, era capaz de hacer que se encendiesen las velas con su magia no tan accidental.
Incluso Dorea, que no era más que un bebé por aquel entonces, con dos añitos recién cumplidos, era capaz de hacer temblar los platos a la hora de la cena cuando las cosas no iban por donde ella quería.
Porque los Black nacen con la magia en las venas. Corre por ellas tan espesa como la sangre, y es algo de lo que no pueden, ni quieren, escapar.
Y sin embargo, Marius sabía que él era diferente. A él no le salía la magia. No había incendios, explosiones o temblores a su alrededor. Y eso le dolía. Hasta altas horas de la madrugada se quedaba sentado en su cama, intentando, con todo su ser que se abriesen las puertas del armario, que la silla se arrastrase, o que se apagase la vela de la mesita con algo diferente a un soplido. Pero el resultado era siempre el mismo. Nada.
Él sabía que era diferente. No era tan atractivo como sus hermanos mayores, de ojos grises y cabello negro, lacio y sedoso. Ni como su hermanita pequeña, de rizos dorados y ojos color chocolate. Él tenía el pelo áspero. Negro. Y los ojos negros también.
Era inferior a ellos, y no solo físicamente. Y lo sabía. No podía seguir allí, porque lo acabarían echando.
Ya estaba eclipsado, así que, seguramente nadie lo echaría de menos.
Porque por mucho Black que fuese, nunca dejaría de ser un squib.
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fandom: harry potter