Reto 11: La varita de Espino
Título:La varita de espino
Personaje: Harry/Draco
Rating: NC17
Género: Slash
Advertencias: Ninguna
Notas: Continuación de Todos los hechizos que Draco conoce (exactamente después).
Notas2: Series de one shot que van saliendo según se leen los retos, ojalá se pueda llegar así hasta el último reto.
Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc. Nadie gana ningún beneficio económico con esta historia ni se infringen deliberadamente derechos de autor.
VIII
La varita de Espino
Draco despertó sintiendo un poco de frío, por un instante se sintió desubicado, pero rápidamente se dio cuenta de dónde estaba. Estaban en su cama, en las mazmorras, Harry estaba desnudo y a su lado, le parecía que apenas hace unos momentos ambos se habían abrazado, satisfechos, pero al parecer había pasado bastante rato.
Sin soltarse del abrazo de Harry, levantó una mano y la varita de espino, que estaba en la mesa de noche, voló a su mano, conjuró un hechizo y rápidamente la temperatura de la habitación subió un poco, luego la agitó una vez más y las mantas que habían caído al suelo, se levantaron y depositaron sobre sus cuerpos. Harry se removió un poco y Draco se acomodó un poco mejor, de tal manera que pudiera ver su rostro a la luz suave de las antorchas.
Aún tenía la varita de espino en la mano y la observó también un momento, recordando que era la causante de que todo esto ocurriera.
Casi un año atrás, Mansión Malfoy, pocas semanas después de la guerra.
Draco estaba tras una puerta especialmente hechizada para poder ver el interior del salón de visitas.
-Dice que desea decirte algo importante -le dijo su madre, observando junto a Draco a Harry, que permanecía de pie, apreciando las pinturas que decoraban el lugar.
-Pues que lo escriba y que se vaya -rumió Draco, de mal humor, con todo los problemas que se les venían encima, lo último que quería era tener a Potter presumiendo la victoria de su bando y en su propia casa.
-Esta es una sorpresa -dijo entonces Lucius, entrando al salón donde Harry esperaba, Draco se sobresaltó al verlo, al igual que Harry.
-Lucius -asintió Harry.
-¿Qué te trae por aquí? -le preguntó Lucius con los labios apretados. Draco sabía que estaba sumamente incómodo.
-Quería ver a Draco en realidad -Harry también parecía un poco incómodo.
Narcissa y Draco intercambiaron miradas confundidas.
-Él no está disponible en este momento -aseguró Lucius.
-¿Está enfermo? -preguntó Harry, al parecer se dio cuenta de lo inapropiada de su pregunta porque negó con la cabeza -, como sea, solo quería… quería hablar con él sobre algunos asuntos, pero si no está disponible, no hay problema. No debí aparecer sin avisar.
-Evidentemente -asintió Lucius.
Harry entrecerró los ojos y Draco se estremeció por el gesto. Potter parecía tan poderos, más ahora, después de haber matado al Lord.
-¿Le podrá usted entregar esto? -Harry sacó del interior de su túnica una caja larga y negra.
Draco sintió su corazón saltar y estuvo tentado a entrar a la habitación en ese mismo instante.
-¿Una varita? -evidentemente Lucius reconocía el tipo de caja.
-La varita de Draco -aclaró Harry, realmente parecía fastidiado -, seguramente que él desea tenerla y…
-Draco es capaz de pagar por otra varita, no necesita que le andes devolviendo las cosas que le has quitado. No necesita tu compasión.
Draco dio un paso al frente y extendió la mano involuntariamente.
-Seguramente Draco es capaz de comprar todas las varitas que desee -aceptó Harry, sus mejillas estaban algo encendidas. Draco nunca lo había visto así y algo diferente empezó a sentirse en su interior -, sin embargo sé que él no desea ninguna de esas, desea esta, y es mi voluntad que la tenga, así que por favor, entréguesela.
Harry dejó la caja negra sobre la mesa de centro y se dio la vuelta.
-Y buenas tardes -dijo antes de meterse a la chimenea, y sin esperar ninguna respuesta de Lucius, gritar el nombre de Grindmauld Places y desaparecer.
Draco corrió hacia la habitación y prácticamente saltó sobre la cajita negra antes de que Lucius pudiera ponerle una mano encima. Con manos temblorosas la abrió y encontró su varita de espino junto a una nota que descartó por el momento.
Magia recorrió su cuerpo cuando por fin la tomó y agitó, una sonrisa boba se instaló en su rostro.
“Me sirvió bastante durante la guerra, pero creo que es justo que te la devuelva. Gracias por prestármela.
HP”
Y en ese momento, mientras escuchaba a su padre decir que era inaudito tener en casa la varita que había vencido al Lord, Draco se enamoró de Harry Potter.
-Vaya… ¿qué hora es? -preguntó Harry, parpadeando confundido, no recordaba donde estaban sus lentes, pero aún así podía ver el rostro de Draco cerca de él.
Draco, sonriente, agitó la varita y unos números aparecieron en el aire un instante.
-Once de la noche.
-Me quedé dormido.
-Sabes, Harry, nunca te llegué a agradecer correctamente por habérmela devuelto -comentó Draco, extendiendo la varita hacia Harry, que dudó un instante y la tomó con manos temblorosas.
-Era justo que la tuvieras, de alguna manera me ayudaste a ganar la guerra y pensé que sería lo correcto.
-¿Mataste al Lord con esta varita? -Draco solo necesitaba confirmarlo.
-Ajá.
Draco se quedó en silencio un instante, antes de recibir la varita de manos de Harry y ponerla de vuelta en la mesa de noche.
-Solo te puedo decir que, qué bien que decidiste ir a devolvérmela -Draco se acurrucó contra el cuerpo tibio de Harry, por lo pronto no tenía intención de moverse o dejar a Harry moverse de allí.
TBC
Y otro más... XD
Personaje: Harry/Draco
Rating: NC17
Género: Slash
Advertencias: Ninguna
Notas: Continuación de Todos los hechizos que Draco conoce (exactamente después).
Notas2: Series de one shot que van saliendo según se leen los retos, ojalá se pueda llegar así hasta el último reto.
Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc. Nadie gana ningún beneficio económico con esta historia ni se infringen deliberadamente derechos de autor.
VIII
La varita de Espino
Draco despertó sintiendo un poco de frío, por un instante se sintió desubicado, pero rápidamente se dio cuenta de dónde estaba. Estaban en su cama, en las mazmorras, Harry estaba desnudo y a su lado, le parecía que apenas hace unos momentos ambos se habían abrazado, satisfechos, pero al parecer había pasado bastante rato.
Sin soltarse del abrazo de Harry, levantó una mano y la varita de espino, que estaba en la mesa de noche, voló a su mano, conjuró un hechizo y rápidamente la temperatura de la habitación subió un poco, luego la agitó una vez más y las mantas que habían caído al suelo, se levantaron y depositaron sobre sus cuerpos. Harry se removió un poco y Draco se acomodó un poco mejor, de tal manera que pudiera ver su rostro a la luz suave de las antorchas.
Aún tenía la varita de espino en la mano y la observó también un momento, recordando que era la causante de que todo esto ocurriera.
Casi un año atrás, Mansión Malfoy, pocas semanas después de la guerra.
Draco estaba tras una puerta especialmente hechizada para poder ver el interior del salón de visitas.
-Dice que desea decirte algo importante -le dijo su madre, observando junto a Draco a Harry, que permanecía de pie, apreciando las pinturas que decoraban el lugar.
-Pues que lo escriba y que se vaya -rumió Draco, de mal humor, con todo los problemas que se les venían encima, lo último que quería era tener a Potter presumiendo la victoria de su bando y en su propia casa.
-Esta es una sorpresa -dijo entonces Lucius, entrando al salón donde Harry esperaba, Draco se sobresaltó al verlo, al igual que Harry.
-Lucius -asintió Harry.
-¿Qué te trae por aquí? -le preguntó Lucius con los labios apretados. Draco sabía que estaba sumamente incómodo.
-Quería ver a Draco en realidad -Harry también parecía un poco incómodo.
Narcissa y Draco intercambiaron miradas confundidas.
-Él no está disponible en este momento -aseguró Lucius.
-¿Está enfermo? -preguntó Harry, al parecer se dio cuenta de lo inapropiada de su pregunta porque negó con la cabeza -, como sea, solo quería… quería hablar con él sobre algunos asuntos, pero si no está disponible, no hay problema. No debí aparecer sin avisar.
-Evidentemente -asintió Lucius.
Harry entrecerró los ojos y Draco se estremeció por el gesto. Potter parecía tan poderos, más ahora, después de haber matado al Lord.
-¿Le podrá usted entregar esto? -Harry sacó del interior de su túnica una caja larga y negra.
Draco sintió su corazón saltar y estuvo tentado a entrar a la habitación en ese mismo instante.
-¿Una varita? -evidentemente Lucius reconocía el tipo de caja.
-La varita de Draco -aclaró Harry, realmente parecía fastidiado -, seguramente que él desea tenerla y…
-Draco es capaz de pagar por otra varita, no necesita que le andes devolviendo las cosas que le has quitado. No necesita tu compasión.
Draco dio un paso al frente y extendió la mano involuntariamente.
-Seguramente Draco es capaz de comprar todas las varitas que desee -aceptó Harry, sus mejillas estaban algo encendidas. Draco nunca lo había visto así y algo diferente empezó a sentirse en su interior -, sin embargo sé que él no desea ninguna de esas, desea esta, y es mi voluntad que la tenga, así que por favor, entréguesela.
Harry dejó la caja negra sobre la mesa de centro y se dio la vuelta.
-Y buenas tardes -dijo antes de meterse a la chimenea, y sin esperar ninguna respuesta de Lucius, gritar el nombre de Grindmauld Places y desaparecer.
Draco corrió hacia la habitación y prácticamente saltó sobre la cajita negra antes de que Lucius pudiera ponerle una mano encima. Con manos temblorosas la abrió y encontró su varita de espino junto a una nota que descartó por el momento.
Magia recorrió su cuerpo cuando por fin la tomó y agitó, una sonrisa boba se instaló en su rostro.
“Me sirvió bastante durante la guerra, pero creo que es justo que te la devuelva. Gracias por prestármela.
HP”
Y en ese momento, mientras escuchaba a su padre decir que era inaudito tener en casa la varita que había vencido al Lord, Draco se enamoró de Harry Potter.
-Vaya… ¿qué hora es? -preguntó Harry, parpadeando confundido, no recordaba donde estaban sus lentes, pero aún así podía ver el rostro de Draco cerca de él.
Draco, sonriente, agitó la varita y unos números aparecieron en el aire un instante.
-Once de la noche.
-Me quedé dormido.
-Sabes, Harry, nunca te llegué a agradecer correctamente por habérmela devuelto -comentó Draco, extendiendo la varita hacia Harry, que dudó un instante y la tomó con manos temblorosas.
-Era justo que la tuvieras, de alguna manera me ayudaste a ganar la guerra y pensé que sería lo correcto.
-¿Mataste al Lord con esta varita? -Draco solo necesitaba confirmarlo.
-Ajá.
Draco se quedó en silencio un instante, antes de recibir la varita de manos de Harry y ponerla de vuelta en la mesa de noche.
-Solo te puedo decir que, qué bien que decidiste ir a devolvérmela -Draco se acurrucó contra el cuerpo tibio de Harry, por lo pronto no tenía intención de moverse o dejar a Harry moverse de allí.
TBC
Y otro más... XD