Autor:
akane_sakurai Título: Tú y yo, en los bordes de un precipicio.
Pairing: Draco/Hermione.
Rating: PG-13
Género: Het
Disclamer: Rowling creó todo esto es su maravillosa mente, ningún personaje me pertenece ♥
Nota aparte, no escribía Dramione hace AÑOS~ Pero tenía que participar, Draco es mi personaje favorito de HP ~ !!
Tú y yo, en los bordes de un precipicio.
Esto era, definitivamente, una locura. Algo ridículo, bordeando los límites de lo estúpido. Hermione Granger, que se caracterizaba por su inteligencia y su apego a las reglas, pensó que incluso podría reír, y con un gesto, decir "detengámonos ya, esto es absurdo". Y sin embargo, nada salía de sus labios, salvo un suspiro frágil que se perdió en el silencio sepulcral de aquella habitación.
Draco Malfoy, frente a ella, la miraba con intensidad. Quizás las mismas preguntas estaban pasando por su mente, pero por la forma en que se apegaba a ella, era seguro que no le importaba en lo más mínimo. Hermione deseó por un momento que él dijera "es todo una broma, sangre sucia", y lanzara su característica risa burlona, pero no ocurrió nada: ambos seguían en silencio, muy cerca, pero apenas tocándose. Segundos eternos, despertando ansias ocultas y temblores secretos. Oían sus respiraciones, advertían el movimiento rápido de sus corazones y el nerviosismo de sus manos, todo sin hablarse. Y Hermione, por un momento, pensó que había enloquecido, mientras miraba al Slytherin - los mechones rubios cayendo sobre su rostro, sin ocultar los ojos grises ni la tensión de sus labios finos... y también su uniforme, recordando que el verde que adornaba su túnica no era sino el color de lo prohibido, la señal que advertía de un precipicio.
Pero antes de que pudiera hacer algo, con un impulso rápido que no dejaba espacio para remordimientos, Draco tomó su cara y la besó. De forma violenta, casi hambrienta, recorrió su boca y su cuello, mientras con dedos presurosos intentaba sacarle la túnica y el uniforme. Ella respondió a su deseo, y comenzó a desnudarlo también, divirtiéndose en los botones de su pantalón, olvidando ya que ése era Malfoy, que estaban en Hogwarts, incluso los motivos que la habían arrastrado a esa perdida habitación. En ese momento, en que parecían desbordarse de sí mismos, el Slytherin sintió la sonrisa de Hermione mientras se besaban, a la vez que notaba como ella cedía bajo su cuerpo, entregándosele, enredándose ambos en la tentación.
Incapaz de articular palabra o de siquiera pensar algo coherente, Draco se mordió el labio inferior, casi de una forma divertida: ya no había vuelta atrás.
Y entonces, sonrió.