Awkward - Capítulo 5

Apr 19, 2015 15:23



Cuando Baekhyun se encuentra con Chanyeol más tarde esa noche, aún se siente increíblemente enojado. Necesita verlo porque sabe que aquella gigante sonrisa suya lo hará sentirse mejor de inmediato.

Durante años, la madre de Chanyeol le ha dicho que puede entrar a la casa sin tocar el timbre. Sin embargo, hasta hoy en día, Baekhyun siempre lo toca antes de permitirse entrar. Es como su señal secreta para hacerle saber a Chanyeol que ya llegó.

La casa de su amigo es, probablemente, tres veces más grande de la suya. Aun así, Chanyeol jura que le gusta más la casa de Baekhyun que la de él. Dice que tiene «carácter», si es que eso significa pintura verde descascarándose y un sofá lleno de bultos que su mamá compró en Rusia antes de que Baekhyun siquiera hubiese nacido.

Sus padres a menudo bromean con que fueron intercambiados al nacer. La personalidad salvaje y alocada de Chanyeol es idéntica a la de la madre de Baekhyun. Y la madre de Chanyeol, por otro lado, es pequeña y excéntrica pero tiene un temperamento que asustaría a cualquiera.

-Hola -dice Baekhyun, y tira su mochila en un rincón, como siempre. Chanyeol se encuentra recostado sobre su cama, jugando con su Game Boy («Porque soy así de tradicional», dice), con sus largas piernas descansando en la pared. La lengua se le asoma por la boca en señal de concentración, y está en un lugar al que Baekhyun le gusta denominar «Mundo Chanyeol».

Se trepa a la cama. El alto todavía sigue inmerso en su juego (Mario Kart, a juzgar por el sonido) y apenas se hace a un lado para dejarle lugar. Sus cabezas están juntas, y Baekhyun apoya sus piernas contra la pared. Ni de cerca llegan tan arriba como las de Chanyeol.

Puede percibir la respiración de su amigo. Es profunda y regular, y se siente como si hiciera tanto tiempo que no se sientan juntos los dos, aunque haya pasado nada más que una semana. Aquellos últimos días han sido una locura. En serio, ¿cómo iba a saber Baekhyun que Kim Jonghyun iba a hablarle?

-Baek -dice Chanyeol ausente, pero sigue cautivado por la consola que sujeta entre ambas manos-. Oh. Espera. AH -grita de pronto, y lanza la Game Boy al suelo-. Peach me pasó en el último segundo.

Hace un puchero y se voltea a ver a su amigo. Sus rostros están súper cerca, pero Baekhyun está acostumbrado a ello, ya que Chanyeol no cree en la idea del espacio personal entre amigos.

-¿Qué tal estuvo la conferencia? -pregunta Baekhyun suavemente, a pesar de que no podría importarle menos.

Chanyeol se ríe, pensando obviamente lo mismo.

-De lo único que habló el tipo fue de la retrosíntesis, lo cual ya sabía, o sea, así que no tuvo sentido ir. Pero lo cómico fue cuando él…

Baekhyun ni siquiera registra las palabras. Cada vez que Chanyeol empieza a hablarle científicamente, hace oídos sordos a la conversación. Está seguro de que Chanyeol hace lo mismo siempre que él le habla acerca de cosas como la resonancia vocal o Coffee Prince.

-… y entonces Kyungsoo me dijo que…

Baekhyun simplemente contempla el techo, dejando que la cálida voz de Chanyeol lo inunde. Tiene un montón de momentos así, cuando se detiene a pensar acerca de su amistad y se da cuenta de cuán afortunado es de que Chanyeol no sea rencoroso ni dramático, como suele ser la gente. Chanyeol es raro. Chanyeol es extraño. Pero Chanyeol es Chanyeol, y Baekhyun no lo cambiaría por nada.

No, ni siquiera por Kim Jonghyun.

Intenta imaginarse una vida perfecta: con Jonghyun como su novio y Chanyeol como su mejor amigo, pasando el tiempo juntos con sus amigos (excepto tal vez con Kibum, porque es aterrador) y divirtiéndose. Luego, trata de imaginarse a Chanyeol con alguien y fracasa miserablemente.

Entonces el estúpido de Kai invade sus pensamientos otra vez con su «No puedes tenerlos a ambos, ¿sabes?».

Baekhyun quiere que Chanyeol sea feliz. No es como si fuera alguna especie de sádico que desea que su mejor amigo viva una vida solitaria y miserable. Pero el imaginarse a Chanyeol con otra persona le resulta tan extraño y desconocido. Y no es porque esté celoso. Honestamente no puede imaginárselo.

-¿Y qué tal estuvo tu día? -inquiere Chanyeol, habiendo obviamente terminado su historia-. Lucías muy feliz hoy durante el almuerzo. ¡Kai me contó que me compraste bulgogi!

-¿Hablaste con Kai? -le pregunta Baekhyun, mordiéndose un labio. No sabe por qué está tan preocupado. Kai no tiene nada para decirle a Chanyeol sobre él. ¿No?

-Eh, sí, un ratito -responde tartamudeando un poco, como si estuviese nervioso-. Aunque no charlamos de nada importante. ¡Solamente que me compraste bulgogi y te pusiste triste cuando me fui! -Se ríe de aquella forma espeluznante que Baekhyun aprendió a amar.

-No estaba triste, tonto -replica él-. ¡Solo enfadado! ¡Me gasté el dinero en tu bulgogi horrible y ni siquiera te lo comiste!

-Mmm, cómo no, Baekhyunnie. -Chanyeol le golpea un pie con el suyo propio-. ¿Trajiste tus deberes?

-Já, ni hablar. -Baekhyun rueda los ojos-. Hoy no me preocuparé de la tarea de Física. Que la profesora Kim me ponga un uno.

Chanyeol lo mira directamente. Baekhyun hace su mayor esfuerzo por mantener la vista fija en el techo, porque sabe que su amigo le está lanzando una mirada. Y realmente odia cuando lo hace.

-Ojalá te preocuparas más por tu tarea -agrega en un murmullo, sonando muy parecido a la madre de Baekhyun. Sabe que Chanyeol todavía lo está mirando, con su expresión de «te estoy juzgando mucho» en el rostro, así que Baekhyun está determinado a atacarlo con su debilidad.

-Pero Yeol -responde, casi poniendo un puchero-. Todo lo que quería era pasar más tiempo contigo, no hacer tarea.

Eso funciona. Baekhyun lo sabe. Sirve cada vez.

-Eres un estúpido -musita Chanyeol, pero Baekhyun se ríe porque sabe que no lo dice en serio. Nunca lo hace-. En verdad tienes que esforzarte más en Física.

-De acuerdo, señora Yeol -bromea él en respuesta y se sienta-. Supongo que entonces me iré a casa. Tendré una cita larga y ardiente con mi libro de Física. -Baekhyun se está bajando de la cama cuando siente que Chanyeol lo sujeta por la muñeca. Sonríe para sí por un segundo antes de dejar que su amigo lo jale de vuelta hacia él-. Tu cama es tan cómoda. -Suspira mientras rebota encima.

-Se la compramos a un anciano en Itaewon -dice Chanyeol con semblante adusto-. ¿Te acuerdas de aquella vez que mi pez dorado desapareció? Así es: mi mamá se lo cambió por este colchón.

Chanyeol está lleno de historias como esa. Siempre las cuenta como si fueran lo más normal del mundo, y Baekhyun siempre termina rodando por reírse tanto. Una vez, durante el verano, Chanyeol y él estaban en el mercado comprando leche de café cuando el más alto comenzó de pronto a relatarle a la cajera su trágica historia acerca de veinte puntos en la rodilla: un accidente desafortunado que involucraba a una rana y un bol de kimchi de arroz frito.

La mujer miró a Chanyeol como si le hubiera crecido una segunda cabeza, y Baekhyun se encontraba doblado de risa.

-Creo que lo único que deberíamos hacer es quedarnos aquí acostados toda la noche -dice, feliz-. El día de hoy fue… demasiado alocado.

-¿En verdad? -Chanyeol gira su cabeza e intenta volver a ponerse cómodo. Trata de cruzar las piernas, pero al ser tan largas le resulta casi imposible, sobre todo habiendo alguien más que le ocupa la mitad del espacio en su cama.

Baekhyun observa divertido mientras los brazos de Chanyeol se agitan enloquecidos, tratando de mantener el equilibrio, pero al final fallando miserablemente. La cabeza de su amigo golpea el suelo, pero sus piernas consiguen permanecer en la cama. Su posición es verdaderamente cómica, con su cuerpo colgando de un lado de la cama como una muñeca de trapo.

-Bueno, como te decía -prosigue Chanyeol, como si no acabara de sufrir un leve daño cerebral. Ni siquiera se molesta en moverse. Baekhyun se ríe y serpentea hasta el borde de la cama, para poder ver de cerca a su amigo-. Creía que almorzarías con ese chico, Junghung o como se llame.

Baekhyun arruga la frente. Normalmente no le habla a Chanyeol acerca de… chicos, en general. Por muy cercanos que sean, es un tema que no suelen tocar. Y de todos modos, Baekhyun jamás ha tenido un novio el tiempo suficiente como para que una conversación gire en torno a él.

-Su nombre es Jonghyun -lo corrige afablemente-. Y no fue gran cosa. Nada más va a… darme clases. Ya sabes, de Precálculo. Como su madre es la profesora y eso.

Baekhyun recuerda brevemente las caras de todos mientras se reían de Chanyeol a sus espaldas. Parpadea y aparta esos pensamientos con rapidez, porque en verdad no quiere volver a pensar en ello. Sobre todo estando ahí mismo, con Chanyeol desparramado sobre la cama y el suelo, ajeno completamente al hecho de que siquiera hubiera sucedido.

Chanyeol asiente, expresando su acuerdo.

-Eso es lo que dices, pero sé que te gusta.

-¿Qué? -balbucea Baekhyun.

No sabe realmente por qué siente la necesidad de negarle que le gusta. Si fuese cualquier otra persona, estaría que no cabe de contento, explicándole con todo detalle cuán maravilloso olía Jonghyun y cuán bien se le veía el cabello de cerca. Pero algo en su interior se hiela al pensar en contarle aquellas cosas a Chanyeol.

Normalmente, Baekhyun comienza a salir con alguien y es la primera vez que Chanyeol escucha del chico. Le pregunta qué tal es, lo trata cortésmente, pero eso es todo, porque sabe que su novio desaparecerá en cuestión de semanas (aunque no sabe exactamente por qué).

El hecho de que Chanyeol esté preguntándole sobre Jonghyun lo hace sentirse raro. No está seguro de si le gusta o no. A fin de cuentas, Baekhyun es un chico confundido.

-Eh, vuelve a subirte aquí -dice con rapidez, cambiando de tema-. Veamos una peli o algo.

Hace uso de toda su fuerza para ayudar a Chanyeol a levantarse del piso. Una vez arriba, Chanyeol se baja hábilmente de la cama y va hacia su televisor. Baekhyun sabe qué va a poner sin siquiera preguntarle.

-Kill Bill -canturrea Chanyeol, y regresa a la cama para situarse junto a su mejor amigo.

Esa es la película que más le gusta en el mundo a Chanyeol. Se sabe cada palabra y siempre tiene que ver las dos partes. Es la película más sangrienta y loca que Baekhyun haya visto, pero a Chanyeol le gusta porque le resulta graciosa.

Rebanan a la gente a la mitad cada dos segundos y a Chanyeol le parece divertido. Baekhyun ni siquiera trata de comprenderlo.

Ni consigue pasar de los créditos iniciales antes de quedarse dormido, con el rostro enterrado en la tela suave de la sudadera de su mejor amigo.


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