Origami Butterfly

Oct 07, 2013 00:58


No permito que mis traducciones sean publicadas en ninguna otra página, así que por favor no las utilices ni las adaptes.

(Masterlist)

Hola :D Terminé de traducir este fic recién, así que he decidido publicarlo ahora mismo.

Por favor lee esto antes de empezar: La historia tiene un prólogo, el cual está traducido aquí mismo también. PERO por algún motivo, la autora decidió incluir spoilers en él. Por ello, pondré el prólogo en color blanco, y quien quiera leerlo, que simplemente seleccione el texto con el mouse.

Ahora sí, disfruta la lectura. Puedes ver la masterlist con el resto de los fics traducidos por mí clickeando aquí. Siéntanse libres de comentar o enviarme un mensaje a mi Twitter o Tumblr. ¡Gracias por leer! :D

Título: Origami Butterfly (Mariposa de origami)
Autora: deluforselu
Historia en inglés: clickeando aquí
Género: Angst
Idioma original: inglés
Traductor: Drake15
Palabras: ~3000

Prólogo; Mariposas
Chanyeol estaba cansado de llorar, cansado de recordar.

Tenía miedo, miedo de cerrar sus ojos, porque ve una sola cosa en la oscuridad total.

Un muchacho hermoso con la voz de un ángel, con ojos como lunas crecientes cada vez que su alegre risa sonaba en el aire, y lágrimas como suaves perlas que rodaban por sus mejillas, porque era tan frágil.

Byun Baekhyun.

Todo lo que quería Chanyeol era abrazarlo, pero no podía. La calidez con la que los brazos de Baekhyun lo envolvían se había ido para siempre. También su corazón latiendo fuerte cada vez que el muchacho se inclinaba para besarlo con sus labios suaves. Las lágrimas que derramaron juntos.

Se habían ido.

No sabía qué hora era ni dónde estaba.

Todo lo que sabía era que Baekhyun estaba muerto.

Chanyeol se sentía como un zombi, merodeando sin rumbo.

Los minutos parecían horas, los días parecían meses y los años se sentían vacíos sin su pequeña bolita de sol.

Y en la base de la tumba de Baekhyun, mientras tallaba una bella mariposa con los dedos en la piedra, todo lo que podía oír era el sonido de su corazón muriendo.

Origami Butterfly
Byun Baekhyun se encontraba de pie en el porche de la casa que compartía con Park Chanyeol, con sus labios rozando otros.

Sólo que no eran los de Chanyeol.

-¿Baek?

Chanyeol no se movió de su lugar, con una mezcla de ira, traición y miseria pintada en sus facciones.

-Esto no es lo que creo que es, ¿no?

Un silencio helado desgarró la brisa veraniega mientras Baekhyun seguía parado allí, sin responderle, limitándose a mirarlo con ojos melancólicos. La respuesta estaba clara como el cristal, sólo que tácita.

Mientras los dos analizaban la realidad de su situación, el amante se escabulló silenciosamente de la casa, dejándolos a ambos en un silencio incómodo; la angustia se percibía en el ambiente y las lágrimas se formaron lentamente en los ojos de Chanyeol.

La siguiente pregunta quedó en el aire mientras Chanyeol se arrancaba su anillo rojo y lo lanzaba al césped húmedo.

¿Por qué?

El anillo era importante para Chanyeol.

-¿Qué significa el anillo? -preguntó el muchacho de contextura pequeña, examinando su dedo anular y luego mirando al de Chanyeol, que llevaba puesto exactamente el mismo.

-Es fuego con rayos de sol asomándose, ¿ves?

-Es raro.

-Somos nosotros.

-Somos raros.

Se hizo un breve silencio antes de que Baekhyun preguntara otra cosa.

-¿Qué significa?

El anillo no era ni de plata ni de oro; ni siquiera costaba más de dos dólares.

Chanyeol simplemente utilizó papel de colores, rojo y amarillo, para plegar anillos de origami para ambos.

El origami tenía un significado hermoso para los dos; era algo que siempre les brindaba alegría cuando lo hacían juntos.

-Fuego y luz, ¿recuerdas?

Baekhyun asintió, comprendiendo el chiste interno.

-Eres mi luz, Baek -susurró Chanyeol, mientras sentía a Baekhyun acurrucándose contra él más todavía.

Chanyeol extrañaba la calidez con la que Baekhyun lo envolvía cada noche, cuando se dormían enredados juntos.

-Despierta, rizos -Baekhyun despertó a Chanyeol un día, sonriendo con su típica sonrisa.

-¿Disculpa? -La voz apagada de Chanyeol bajo las sábanas de seda salió ronca y malhumorada.

-Dije rizos -repitió él-. Despierta.

-¿Rizos? -Aún medio dormido, quitó la sábana de una patada.

-Mírate al espejo, Yeol. -Baekhyun le puso delante uno, a pesar de su negativa. -Rizos.

-Oh. -Finalmente se dio cuenta: su cabello se veía rizado luego de una larga noche durmiendo. Lo hizo pasar simplemente como que estaba despeinado. -Tengo rizos debajo.

-Eso no tiene sentido. ¿Qué significa «rizos debajo»?

-Significa que mi cabello es originalmente rizado, pero se hace más notorio luego de hundir la cabeza en la almohada, Baek. -La molestia era obvia, pero tener que oír las preguntas tontas del castaño era algo de todos los días.

-Como digas, rizos.

Chanyeol extrañaba sus sonrisas por la mañana y sus risitas alegres; extrañaba su despertador diario.

-Baekhyun, ¿puedes callarte?

El más alto estaba tratando de rasguear su guitarra al son de Don’t Go, pero su acérrimo fan no pudo resistir el ponerse a cantar con una letra fabricada y mala.

-Tengo una voz fantástica, rizos -le dijo Baekhyun-. Apréciala mientras aún estoy aquí para cantarte.

Chanyeol no sabía en ese entonces lo que significaba eso.

-A duras penas estabas cantando, Baek. Era más bien como si un hombre ebrio estuviera gritando palabras inventadas con su horrible voz.

-Mentiroso -respondió Baekhyun, con una risita engreída; sabía que su voz era para morirse.

Unos momentos más tarde, se llegó un acuerdo silencioso luego de una conversación muda.

Chanyeol soportaría la pequeña sesión de karaoke de Baekhyun con instrumentación de su guitarra.

-Cantemos esta canción otra vez, ahora con la letra correcta. -El aspirante a cantante sostuvo un trozo de papel, la letra de Don’t Go, decorado con la escritura desprolija de Chanyeol y unos garabatos sobre acordes.

"Oh, incluso si el mundo se termina te seguiré, así que no te vayas de mi vista.
Incluso cuando llegue la mañana, no desaparezcas, oh.
Este paseo con el que sueño.
Eres mi única y bella mariposa."

-Me gusta la letra -dijo Baekhyun luego. -Hey, Yeol.

-¿Sí?

-Eres mi bella mariposa con rizos, ¿de acuerdo?

-Cursi.

Chanyeol extrañaba su voz, que lo acariciaba hasta dormirse, lo persuadía para levantarse y lo molestaba con sus preguntas tontas a diario.

Había pasado una semana.

Una semana desde que Chanyeol se había ido de la casa furioso tras ver a Baekhyun besarse con otro tipo, y estaba sufriendo. No se imaginó que un desamor podía ser así de complicado.

La casa le pertenecía a ambos; la compraron juntos, seguros de que un día vivirían los dos oficialmente como una pareja casada.

¿Qué salió mal?

¿Todos los «te amo» intercambiados no significaban nada?

¿Todos los besos fueron forzados?

¿Todas las promesas de un para siempre fueron rotas?

Todos los corazones de origami que se hicieron el uno para el otro, sobre la mesa, pegados en las paredes con cinta y bajo las almohadas, ¿adónde estaban ahora?

Había una caja, una caja llena con origami que él y su pequeño chico castaño habían plegado juntos; era como una cuerda que los ataba a ambos entre sí.

Chanyeol conoció a Baekhyun en una clase de origami, y la escena a veces se reproducía en su mente, haciéndolo sonreír como un idiota.

-¿Se supone que eso es un pájaro? -Chanyeol inclinó su cabeza hacia un lado mientras miraba al nuevo chico de la clase.

-Sí.

-Parece un perro.

-No deberías juzgar el origami de alguien más cuando el tuyo luce peor. -El chico nuevo apuntó con la cabeza a la rana verde que Chanyeol estaba sujetando.

Éste fue tomado por sorpresa; su origami nunca se había visto mal, o al menos eso pensaba él.

-No es así; luce mejor que el tuyo.

-Estoy seguro de que tu rana no luce ni la mitad de bien que mi «perro».

-No estoy de acuerdo, viniendo de alguien que ni siquiera puede doblar papel siguiendo las reglas básicas del origami -Chanyeol apuntó al pájaro-perro rojo.

-Esta discusión no tiene sentido.

-Entonces vamos al grano, las acciones dicen más que las palabras, ¿no? -Chanyeol le tendió una hoja de papel amarillo. -Haz un corazón.

-Pero quiero la roja.

Chanyeol abrió la caja; recordaba cada uno de los origamis que hicieron juntos.

Una rosa en su centésimo día de risas, llanto y amor mutuo; un perro, cuando se ofrecieron como voluntarios en un refugio de animales; y un corazón, de cuando se confesaron su amor el uno al otro.

-¿Qué es esto? -preguntó Baekhyun con curiosidad-. ¿El corazón de origami que hicimos cuando nos conocimos?

-Es para ti, para decirte que yo…

-Es gracioso, porque yo también tengo uno para ti.

Baekhyun extrajo un corazón similar, excepto que el suyo era rojo y el de Chanyeol amarillo.

El primer origami que plegaron juntos; el origami que presagió los muchos «te amo» que se dirían y las muchas veces que sus labios se unirían, unos contra otros.

-¿Así que tú me das tu corazón y yo te doy el mío?

Baekhyun frunció el ceño.

-Eres cursi.

Tres meses de relación, y un chiste interno nació.

-¿Aún tienes el corazón que te di?

-¿Tienes hambre? Te prepararé algo de cursilería para comer.

-No, en serio.

-Sí, lo tengo siempre conmigo.

-Tengo el rojo y tú el amarillo. ¿Sabes lo que simboliza el rojo?

-¿Tomates? ¿Fuego?

-¿Y qué es el amarillo?

-¿El sol? -El pequeño miró a su pareja con incredulidad. -Técnicamente, es blanco durante el día y naranja durante la puesta, pero…

-Entonces, yo soy el fuego y tú eres la luz. -Chanyeol sonrió con su sonrisa juguetona y astuta.

-Eso no tiene nada de sentido, Yeol. -El castaño le lanzó una mirada rara.

-Así que en el futuro, cuando compremos anillos y pulseras para ambos, podremos pedir que las joyas tengan forma de fuego y de luz.

-Suena como un drama que vimos en la tele -comentó Baekhyun.

-Lo es.

El chico puso los ojos en blanco. Típico.

-¿Por qué tú eres fuego, y por qué yo soy luz?

-El fuego no puede existir sin la luz, Baek.

-Cursi.

Chanyeol recordaba ahora por qué la caja de origami sólo estaba llena con vivos tonos de rojo.

¿Qué es del fuego sin la luz?

Baekhyun era su luz en la total oscuridad; sólo lo tenía a él.

Estaba oscuro, negro azabache; su visión era nula.

Durante días, sólo yació allí en el sofá por horas, sujetando con las manos un corazón de origami familiar y marchito.

Pensó sobre él.

Hubo silencio por un momento antes de que el sonido de papel siendo roto reverberara por las cuatro paredes.

Rompió el corazón, tal como Baekhyun había roto el suyo real.

-Rizos, ¿te gusta mi voz?

-Me encanta. -Chanyeol sonaba exhausto; sólo quería cerrar sus ojos y escapar del estrés del trabajo.

-Cantemos, tú tocas la guitarra y yo canto.

-Baekhyun, estoy cansado, no estoy de humor para música ahora.

-La música es para siempre. -El cantante deseoso lo miró con ojos suplicantes. -Canta conmigo.

-Tal vez la próxima Baek, ¿sí? -le soltó Chanyeol; el muchacho estaba empezando a irritarlo.

El músico favorito de Baekhyun se fue de la habitación.

-Pero quería cantar la canción de la mariposa bella… -susurró él.

Y Chanyeol no supo que perdió la oportunidad de escucharlo cantar por última vez.

Unas semanas más tarde, la madre de Chanyeol llegó a su casa con ojos rojos y un pañuelo en la mano.

Todo lo que recuerda fue que corrió por las calles, llorando demasiado.

El borrón de lágrimas, su rumbo revuelto, el latir caótico de su corazón, los gritos histéricos e inauditos de su corazón que rogaban escapar.

-Baekhyun está muerto.

Su madre le había dicho también que la madre de Baekhyun había tratado de contactarse con él, pero no le respondió, y la pobre mujer lucía tan destruida cuando la vio.

Chanyeol recordó haber lanzado su teléfono a un lado cuando se mudó de vuelta a la casa de sus padres; ¿para qué quería uno si de todas maneras no podía llamar a Baekhyun?

Lloró; lo hizo por mucho tiempo.

Luego, por horas y horas, se limitó a caminar sin rumbo fijo, regresando a casa con las zapatillas sucias de tierra del cementerio.

La tumba de Baekhyun.

Tras los trámites, el duelo y el funeral, Chanyeol decidió seguir con su vida.

Pero no podía.

Su inconsciente aún seguía murmurándole frases, y todas ellas contenían la palabra jamás.

Jamás sabría por qué murió Baekhyun, cómo murió, porque estaba demasiado asustado como para averiguarlo.

Jamás volvería a escuchar la hermosa voz de Baekhyun cantando la letra de Don’t Go.

Jamás sentiría a Baekhyun envolviéndolo con sus brazos cada noche.

Jamás recibiría su usual llamado matutino de Baekhyun diciéndole «Rizos».

Pero lo que más lamentaba era que jamás pasaría la eternidad con su rayo de sol.

Porque incluso el sol necesita ocultarse, incluso la luz necesita desaparecer para que la oscuridad tome su lugar antes de que vuelva a surgir.

Pero la luz de Chanyeol ya no va a volver.

Jamás.

Chanyeol se odió por no responder las llamadas de la señora Byun cuando ella más lo necesitaba, mientras miraba su teléfono por primera vez en mucho tiempo.

Llamadas perdidas y mensajes. Muchos de ellos.

Cerró los ojos y descansó su cabeza en la almohada, inhalando la fragancia de Baekhyun; no sabía por qué estaba allí, pero de alguna forma logró juntar el valor para regresar al hogar que él y Baekhyun compartieron, para deshacerse de todo lo que quedaba del fallecido castaño.

Había llamadas perdidas de la madre de Baekhyun y su corazón se agrietó un poco; no había estado allí para la madre destrozada cuando necesitaba consuelo.

El resto de los muchos mensajes eran de sus amigos, sus condolencias y lamentos, hasta que llegó hasta abajo y vio un nombre familiar.

Un nombre familiar que le había enviado seis mensajes.

"Lo siento."

"Te extraño."

"¿Puedes volver a la casa, Chanyeol? Necesito decirte algo."

"¿Por qué no me respondes? Por favor, de verdad te necesito ahora."

"No vas a responderme, ¿no? De acuerdo."

Y el último mensaje, el cual Chanyeol no abrió porque ya estaba hecho todo un desastre, llorando.

Lo siento tanto, Baek.

Había un mensaje de voz también.

Baekhyun.

Baekhyun le había enviado un mensaje de voz poco antes de morir.

Chanyeol contuvo el aliento; no sabía qué esperar pero, conociendo al muchacho, probablemente lo había llamado sin querer.

¿Chanyeol?

-¿Baekhyun? -Chanyeol sintió su sangre palpitando mientras su pulso se aceleraba con el sonido de la voz de su novio.

Chanyeol, hey.

No respondiste mis mensajes, así que supuse que no volverás a casa. En fin, quería decirte adiós. Ya sabes, entiendo completamente que estés súper enojado conmigo, rizos. Yo también lo estoy.

Baekhyun lanzó una suave y triste risita.

De verdad, de verdad no quería hacer esto. Pero no podía dejarte así, sin estar preparado y sin aviso. Necesitas saberlo antes de que me vaya.

-¿De que te vayas? -Chanyeol pudo sentir aquel latido familiar tras sus ojos, las lágrimas calientes que se estaban volviendo a formar.

Estoy sufriendo ahora, Yeol. Y tengo mucho miedo, entonces creí que la mejor forma era…

Sofocos de llanto podían ser escuchados en la otra línea.

… era dejar el dolor atrás. Entiendes, ¿no?

Claro que no.

¿Te acuerdas de las muchas veces que te dije que mis pulmones me estaban molestando?

Se está volviendo cada vez más difícil respirar.

Y tengo miedo.

Tengo miedo del día en que esté usando una máscara de oxígeno, yaciendo débil y moribundo en una cama blanca de hospital, y todo lo que tú puedas hacer sea tomar mi mano y decirme que siga viviendo, porque en ese entonces, ambos sabremos que será demasiado tarde.

No te diré exactamente lo que tengo porque ni siquiera yo estoy seguro. Estaba muy asustado como para saber qué era lo que me está matando.

Han pasado meses desde que descubrí la enfermedad, pero incluso entonces ya era muy tarde.

Hubo una larga pausa y la respiración rápida de Chanyeol podía oírse junto con sus sollozos apagados. Su corazón, su corazón roto, estaba siendo golpeado otra vez.

Chanyeol, hay algo que quiero decirte.

No te engañé. Todo estaba preparado.

Las lágrimas cayeron como un dique roto mientras Chanyeol se sintió derrumbarse lentamente en el suelo.

Realmente no quería decirte esto; creí que sería mejor dejar que me odies, así cuando me fuera no sentirías mucho dolor, ¿sabes?

Pero tenía que contártelo. Necesito que lo sepas.

Te envié mensajes, ¿los has leído? Realmente te necesito aquí conmigo, para que me digas que todo estará bien y que me ayudes a salir de esta pesadilla. Quiero pasar los pocos años que me quedan viviéndolos junto a ti, teniéndote en mis brazos, rizos.

-Estoy aquí, Baek, estoy aquí. Estaré contigo por unos pocos años y te animaré, Baek.

De verdad quiero escucharte decir «te amo» sólo una vez más, Yeol.

De verdad quiero.

Pero sigues enojado. Así que decidí continuar con mi plan.

En cualquier momento me tragaré las píldoras.

Ahora Chanyeol sabía cómo se había muerto Baekhyun.

-No lo hagas, Baek. No tragues las píldoras, por favor. Lo siento tanto, te amo, no me dejes, Baek.

Pero Chanyeol llegó muy tarde.

No pudo decir su último «te amo» antes de que Baekhyun muriera.

Oh espera; si muero, dejé algo para ti en el buzón.

Chanyeol corrió hacia la puerta.

¿Lo ves? Yo la hice. Sólo hay uno porque tengo puesto el mío ahora. Le agregué algo. Una mariposa.

Chanyeol abrió el buzón y extrajo algo pequeño.

El anillo.

El anillo que lanzó al césped el día en que pensó que Baekhyun lo había estado engañando.

Excepto que ahora, encima de él, Baekhyun había puesto una mariposita de origami.

Es bella, ¿no es así?

Comenzando y terminando con un origami, es tan cursi. Pero en el ambiente de ahora supongo que no es algo para reírse, ¿no?

Rizos, ponte el anillo, ¿sí?

Lo voy a hacer ahora. Chanyeol, cuando me muera, ¿te asegurarás de que haya una mariposa en mi tumba?

Pudo oír a Baekhyun bebiendo y tragándose las píldoras.

-No, Baek, por favor.

No te preocupes, no será doloroso.

¿Sabes qué quisiera hacer ahora?

Cantar contigo.

Abrazarte por siempre.

Ver que te pongas el anillo.

Ser tu luz.

Mi hermosa mariposa, Yeol. Te amo, y lamento mucho estar haciéndote esto.

Es triste; jamás sabré si me seguirás amando a medida que pasen las semanas desde nuestra separación.

Chanyeol jamás se perdonará por dejar a Baekhyun morir solo, en una habitación fría, pensando que él lo odiaba.

Chanyeol no se perdonará jamás por hacer algo tan horrible.

Bueno, ya casi es hora.

Adiós, rizos.

La llamada se cortó.

Chanyeol se puso temblorosamente el anillo mientras el último mensaje de texto aparecía frente a sus ojos.

Abre las alas de la mariposa.

Abrió su pequeño anillo de origami, y los fragmentos de su corazón se destrozaron hasta hacerse polvo puro.

Nunca dejaré de amarte, rizos.

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