Sirope y nicotina - Fullmetal Alchemist

Apr 10, 2010 15:11

Título: Sirope y nicotina
Fandom: Fullmetal Alchemist
Claim: Edward Elric/Jean Havoc
Notas: Para serena-m-lupin, porque nunca hay suficiente Havoc/Ed.
Advertencias: PWP, NC-17 (o porno, como queráis llamarlo).


Sirope y nicotina

Qué aburrimiento. Fuera hacía un calor infernal. Ni si quiera los pájaros tenían fuerzas para cantar y Havoc, en su día libre, iba a estar encerrado en casa, absorbiendo el poco aire fresco que circulara por su pequeño piso. Tirado en el sofá, encendió el tercer cigarro del mediodía y aspiró profundamente. Notaba cómo el sudor le pegaba la camiseta a su espalda; pequeñas gotitas que salían en los poros de su frente le recorrían la cara y se perdían en el cuello.

Tomó el periódico de la mañana y se abanicó con él; pocos segundos después escuchó cómo alguien metía la llave en la cerradura de la puerta del piso y entraba. No mucha gente tenía una copia de sus llaves, y por el sonido de sus pesadas botas al caminar, no le fue difícil adivinar quién había entrado. Sin mediar palabra, dichos pasos se dirigieron a la cocina, que estaba cerca de la entrada.

-Buenos días a ti también, jefe -saludó Havoc.

-Ahí fuera se ha formado el Averno, maldita sea -gruñó Edward desde la cocina.

-¿Y tengo yo la culpa?

-Sólo si tienes algo que no sea cerveza -replicó el alquimista, molesto.

Havoc rió entre dientes. Le habría ofrecido un vaso de leche si no tuviera la seguridad de morir por un traumatismo en el cráneo provocado por un proyectil de cristal. Después de unos minutos escuchándole revolver en su nevera, Havoc decidió levantarse.

-Puedes beber agua, como la gente normal -dijo, pero cuando se asomó por la puerta de la cocina, pudo ver a Edward con un bote de sirope de chocolate en la mano, y a juzgar por los restos que tenía en la comisura de los labios, había debido de llevárselo a la boca- ¿Qué demonios haces?

-¿Quieres un poco? -le ofreció él.

Havoc sonrió.

-Gracias.

Tiró del brazo de Edward acercándolo hacia sí, le tomó por el cuello y lamió el chocolate que tenía en la comisura de la boca. Captando el mensaje, Edward le siguió el juego y comenzó a besar al alférez, enredándose con su lengua.
Havoc le arrebató el bote de sirope y se separó del alquimista para echarse chocolate en la boca, el cual le acabó chorreando por la barbilla y el cuello, como si el alférez fuera un niño pequeño al que le encanta atiborrarse de dulce.

-Menuda guarrada -dijo Edward, sin saber si poner o no cara de asco.

-Has sido tú el que me lo ha ofrecido -se defendió Havoc, mientras empezaba a caminar hacia delante.

Edward no tardó en golpearse la espalda con la pared, tras lo que se entretuvo lamiendo el chocolate del mentón del alférez. Sabía casi mejor así que a palo seco, pensó el joven.

La ropa tardó poco en empezar sobrar en escena, y mientras se deshacían de ella, entre traspiés acabaron por caer al suelo. Por desgracia Havoc, que era considerablemente más alto y pesado que Ed, fue el que cayó sobre el alquimista, que ahogó un quejido de dolor.

-Mierda -bufó.

-¿Estás bien? -preguntó Havoc.

-Se me ha caído el sirope.

El alférez rió y estiró un brazo para alcanzar el chocolate, que no había caído muy lejos. Colocándose a horcajadas sobre Edward, apretó el bote, dejando una gruesa línea de tan dulce líquido sobre el pecho el alquimista.

-Joder, Havoc... -gruñó Edward molesto. El chocolate estaba frío y era desagradable pensar en lo pegajoso que quedaría él después.

Pero Havoc no replicó. Paseó su lengua arriba y abajo, esparciendo y lamiendo el chocolate y disfrutando como quien se toma un capricho comiéndose un cucurucho. Sin embargo, Edward empezaba a impacientarse. Rodeó las caderas de Havoc con sus piernas y lo atrajo más hacia su propia erección.

-Esta vez -susurró Havoc- ten cuidado con los arañazos, ¿quieres? La última vez me dejaste la espalda hecha un cuadro.

-No seas quejica -Edward dibujó una media sonrisa.

El alférez se deshizo de los restos de las prendas que aún les cubrían; sujetó con fuerza las caderas de Edward y le penetró, provocando que éste ahogara un sonido similar a la mezcla entre un gemido y una queja. Esperó un poco a que el joven tomara aire, y empezó a moverse.
Ed jadeaba y gruñía. Havoc le apretaba con la punta de los dedos en la parte superior del muslo, evitando en lo posible hacerle más daño. Aumentó un poco más el ritmo y se acercó a Edward para besarle, momento que éste aprovechó para alcanzar su espalda y clavarle las uñas de la mano izquierda; el frío del automail le erizó la piel en el lado opuesto. En un momento en el que el placer ocupaba toda su concentración, Havoc sólo se percataba de la presión de los dedos del alquimista, y apenas se daba cuenta de los cuatro largos arañazos que éste le estaba dejando marcados en la piel. Sabía que aquello le iba a doler mañana. Y a juzgar por lo mucho que estaba apretando en aquella ocasión, le iba a doler mucho.

Havoc escondió el rostro en el cuello de Edward, para tener su boca pegada al oído y escuchar bien los extraños sonidos que el joven alquimista emitía. Cuanto más cerca del éxtasis, más raros eran los gemidos, y aquello le encantaba.

-Ah, joder... -gruñó Edward.

Impulsándose como pudo con las piernas, el más joven logró rodar por el suelo y colocarse a horcajadas sobre Havoc, sin detener el movimiento. El alférez observó a Edward, clavada la mirada en sus ojos, subía y bajaba, sudoroso y aún con restos de chocolate: una visión que -si cabía-, le excitaba todavía más, hasta que finalmente, y anunciado con un gemido, llegó al orgasmo, prácticamente al mismo tiempo que su joven compañero.

Se quedaron quietos unos segundos, recuperando el aliento. Ed se miró el pecho y limpió un poco de sirope con el dedo, llevándoselo después a la boca.

-Necesito una ducha -comentó, al tiempo que se levantaba y buscaba su ropa.

Havoc, por su parte, lo que necesitaba era otro cigarrillo.

fandom: fullmetal alchemist, personaje: jean havoc, fics, personaje: edward elric

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