Mordaza - Fullmetal Alchemist
Título: Anécdotas para un alemán
Fandom: Fullmetal Alchemist
Claim: Edward Elric/Alfons Heiderich
Vicio: Mordaza
Tabla: Vicios
Advertencias: Animeverse.
Prompt #7: Mordaza
Nunca más. No quería pasar por aquello nunca más. No quería volver a ver acercarse a Gracia, un poco abochornada, y haciéndole, en un murmullo ronco, las dos preguntas más vergonzosas que Alfons tuvo que soportar en su vida.
-¿Ed y tú...? Bueno... -tartamudeó la mujer.
Su cara debió de pasar del pálido color alemán de siempre, al rojo de un tomate, rompiendo la armonía de su piel con el pelo rubio. Gracia se alarmó, y enseguida dijo:
-¡No te preocupes, Alfons! Yo no tengo ningún problema, ¿sabes?
Pero aquello no le tranquilizó. Su corazón bombeaba sangre con la fuerza y rapidez de una estampida de animales salvajes.
-Es sólo que, bueno -hizo una pausa- ¿Podríais hacer menos ruido la próxima vez? -Alfons se sintió como si le golpearan en la cara con un libro de ingeniería- Sé que es complicado en una situación así, pero es que anoche pude escuchar los golpes de la cama contra la pared -dibujó una cálida sonrisa, aún con un pequeño rastro de vergüenza.
Alfons, petrificado, sólo consiguió esbozar una media sonrisa, asintiendo. Gracia, preocupada por su estado de ánimo, tomó la mano de Alfons entre las suyas.
-No tienes de qué avergonzarte -intentó animarle- Edward y tú aún sois jóvenes, y tenéis que explotar vuestro... apetito sexual.
El colmo. El joven tragó saliva
-Es usted muy comprensiva, Gracia -alcanzó a decir, reteniendo un gemido.
Nunca más haría el amor con Edward Elric sin una mordaza a mano. Nunca más.
Fandom: Fullmetal Alchemist
Claim: Edward Elric/Alfons Heiderich
Vicio: Mordaza
Tabla: Vicios
Advertencias: Animeverse.
Prompt #7: Mordaza
Nunca más. No quería pasar por aquello nunca más. No quería volver a ver acercarse a Gracia, un poco abochornada, y haciéndole, en un murmullo ronco, las dos preguntas más vergonzosas que Alfons tuvo que soportar en su vida.
-¿Ed y tú...? Bueno... -tartamudeó la mujer.
Su cara debió de pasar del pálido color alemán de siempre, al rojo de un tomate, rompiendo la armonía de su piel con el pelo rubio. Gracia se alarmó, y enseguida dijo:
-¡No te preocupes, Alfons! Yo no tengo ningún problema, ¿sabes?
Pero aquello no le tranquilizó. Su corazón bombeaba sangre con la fuerza y rapidez de una estampida de animales salvajes.
-Es sólo que, bueno -hizo una pausa- ¿Podríais hacer menos ruido la próxima vez? -Alfons se sintió como si le golpearan en la cara con un libro de ingeniería- Sé que es complicado en una situación así, pero es que anoche pude escuchar los golpes de la cama contra la pared -dibujó una cálida sonrisa, aún con un pequeño rastro de vergüenza.
Alfons, petrificado, sólo consiguió esbozar una media sonrisa, asintiendo. Gracia, preocupada por su estado de ánimo, tomó la mano de Alfons entre las suyas.
-No tienes de qué avergonzarte -intentó animarle- Edward y tú aún sois jóvenes, y tenéis que explotar vuestro... apetito sexual.
El colmo. El joven tragó saliva
-Es usted muy comprensiva, Gracia -alcanzó a decir, reteniendo un gemido.
Nunca más haría el amor con Edward Elric sin una mordaza a mano. Nunca más.