Aquel día el Príncipe no abandonó sus estancias en ningún momento, que Drelliane viera. Ni tampoco el siguiente. Trató de encontrar la entrada a ellas, sin éxito. No era que no supiera dónde estaba: conocía ya, a esas alturas, lo suficiente la Ciudad de Hielo como para ser capaz de llegar un punto cualquiera a otro, vacilando únicamente para
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Tengo otro capítulo a madio escribir... pronto actualizaré :3
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Pd: Ando releyendo xD
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