Cuatro velas iluminaban la habitación, repartidas estratégicamente de modo que ningún objeto se interpusiera entre ellas y las páginas de los libros que estaban destinadas a alumbrar. Sobre uno de ellos se inclinaba, sentado frente a un recio escritorio, el Padre Draucandir, pasando páginas hacia adelante y hacia atrás, como si buscara una línea en
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Comments 3
Joder, me da que tengo mucha, mucha tarea atrasada por delante xD
Ya te leeré y petaré de comments estupidos cuando pueda n__n
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Seh, hace bastante que no te pasabas... XD
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=***!
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