Un día me desperté y al abrir los ojos me sentí aterrado cuando descubrí la realidad. Descubrí que nada es cierto, que nada es capaz de sostenerse frente a un mínimo análisis profundo
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A veces miro a la mentira a la cara y me deja una desolación dentro que pienso que no la volveré a mirar así. Y tengo miedo y no la miro, y me intento olvidar, y así, hago como si no fuese verdad, pero sigo topándome con ella en los ojos de la gente que viene conmigo en el bus por las mañanas cuando vuelvo a casa y me hielo por dentro sin saber qué hacer. Pero no podemos retroceder, y seguimos andando hacia alante
No se puede mirar hacia un lado para no ver la mentira, porque nos rodea y la volveríamos a ver. No se puede cargar frontalmente contra ella, porque es muy fuerte y nos aniquilaría. Pero... he descubierto que se la puede atacar por los flancos, porque allí suele estar desguarnecida y si se la coge desprevenida, no puede devolverte el golpe.
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Odio el mundo si lo miro fijamente.
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No se puede cargar frontalmente contra ella, porque es muy fuerte y nos aniquilaría. Pero... he descubierto que se la puede atacar por los flancos, porque allí suele estar desguarnecida y si se la coge desprevenida, no puede devolverte el golpe.
El viajero sin destino.
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