De tablas y antílopes

Sep 11, 2008 13:12

Hace tiempo que uno de mis personajes de mi anterior novela me chantajea para que escriba algo sobre él. Marc era un personaje secundario, pero no ha parado hasta que ha conseguido ser el protagonista de otra historia. El mérito lo tiene una tabla de las leyes de Murphy. Cuando la ví supe que era la tabla ideal para mi Marc.


01.Siempre que las cosas parecen fáciles es porque no oímos todas las instrucciones.02.Frase escogida03.Frase escogida04.Frase escogida05.Frase escogida06.Frase escogida07.Frase escogida08.Frase escogida09.Frase escogida10.Frase escogida11.Frase escogida12.Frase escogida13.Frase escogida14.Frase escogida15.Frase escogida16.Frase escogida17.Frase escogida18.Frase escogida19.Frase escogida20.Frase escogida21.Frase escogida22.Frase escogida23.Frase escogida24.Frase escogida25.Frase escogida26.Frase escogida27.Frase escogida28.Frase escogida29.Frase escogida30.Frase escogida

Y de Marc, ¿qué puedo decir? Es un escritor de tres al cuarto, con aires de bohemio y ambiciones de enfant terrible. El chico que se sienta solo en la terraza de la plaza, junto a un cuaderno de espiral y un capuccino. O un café sólo, bien amargo.

Introducción

Creo que era un antílope, aunque puede que fuese un pollo. Uno muy gordo y marrón. O simplemente, el perro de algún vecino, y que yo me hubiese pasado con los chupitos. Venía del funeral de un antiguo amigo, y de beber absenta hasta reventar. Hasta que no nos acordásemos de nuestros nombres ni de del ataud abierto de Dídac. El pato, ¿o era un pony?, me siguió hasta mi casa. No tuve más remedio que acogerle y darle algo de beber. Agua para él, y ginebra con leche para mí. La Velvet sonaba de fondo, Lou hablaba de sexo salvaje y heroina, y el bicho le hacía los coros. Cuando acabó la cara A del vinilo le eché a patadas. Tampoco era yo ninguna hermanita de la caridad. Incapaz de ir hasta mi cama, me tiré en el sofá. Necesitaba descansar al menos un par de horas antes de presentarme en casa de mis padres. Mi madre había logrado aceptar los pantalones pitillo, los tatuajes e incluso que me maquillase los ojos más que ella; pero era capaz de encadenarme al sótano y exorcizarme si me veía llegar con ojeras de tres días. Para ella, no había nada peor que no dormir lo suficiente. Para mí, dormir consistía en tener menos tiempo para vivir.

[tabla] leyes de murphy

Previous post Next post
Up