Capitulo 10
En la casa de Matt Donovan todo estaba destronado, la puerta la habían tirado abajo y los pedazos que quedaron pegados a la pared solo obstruían el camino de la entrada, Jenna paso a través del lumbral con dificultad, la vista de la cocina era desastrosa viendo la mesa y un plato de comida tirados contra la pared, en la casa reinaba el silencio, no podía escuchar nada pero si olía el miedo y el característico y bien conocido aroma de Michael intentando seducir a su beta.
Lo había usado en ella muchas veces intentando conquistarla y todas ellas terminaron a los golpes, la casa tenia dos pasillos, uno que daba a una sala y otra puerta que estaba tapiada por alguna razón, el otro parecía llevar a los dormitorios, las feromonas se concentraban mas allí y camino lentamente por ese pasillo hasta ver la misma destrucción en una de las habitaciones.
Fue mirar dentro y ver como Michael intentaba abrir sin romper del todo la puerta de un armario, llamando a su beta metiendo un brazo por el agujero que le hizo a esta, intentando convencerlo que de salga, Jenna rodó los ojos Michael seguía siendo él mismo animal de siempre, tomando todo a las de ya sin importarle el resto, cruzo el montón de astillas en que se había convertido la puerta de esa habitación, todo incluso la cama habían sido lanzadas a un lado, cuando se limpio las manos de el polvillo llamo la atención del lobo aclarándose la vos.
- Ejem...- espeto y se cruzo de brazos intentando parecer molesta, Michael volteo a verla empalideciendo un poco.
- Jenna... como...- sabia que estaba rompiendo las reglas que la líder de esa manada le impuso pero ya no aguantaba mas quería estar con su beta.
- Parece que no entendiste bien las reglas Michael... ahora puedo matarte por atacara a un beta indefenso de mi mamada...- a la loba le destellan los ojos en partículas doradas que acentúan sus palabras.
- Solo quería verle...- dice encarándola en internado no ser atacado, con la cabeza a gachas mostrándose sumiso ante el rango de Jenna, Matt escuchaba del otro lado de la puerta la conversación tan calmada pero autoritaria que se desarrollaba intentando entre ver cual era el mejor momento de salir de allí.
- Lose, por eso digo que no entendiste las reglas Michael.. solo podrías verlo si me traías la...- pero Michael le corto en un movimiento rápido poniendo frente a la loba algo harapiento delante de ella.
- Lo hice... no creerías lo que había allí pero... en realidad no puedo creer que la encontrara...- dijo dando solo un paso para poner el paquete al alcance de la loba.
- ¿La encontraste?- extendió las manos y tiro del cordón que mantenía las telas sujetas en un paquete, desenvolviéndolo.
- Si... estaba en un especie de altar... podría dibujar un mapa pero lo mas probable es que no este allí ahora...- Jenna levanto la vista antes de retirar el ultimo trapo sobre la hoja envainada en una funda de oro.- La ciudad... es... osea se mueve sola, con el sol, es muy extraño... no sabría describirlo pero casi me quedo atrapado allí. - dijo cuando Jenna al fin tomo la daga y desecho los trapos, miro con detenimiento las marcas en la vaina, el filo de la hoja y los grabados labrados en ella.
- Te felicito Michael... eres bienvenido a mi manada.- la sonrisa del lobo creció y la vos de Matt que había permanecido expectante detrás de la puerta se indigno.
- ¿Como? ¡¡Jenna este tío tiro toda mi casa abajo!!- no se percato de que estaba afuera y a un lado del alfa, solo que cuando vio que Michael se le acercaba para agarrarlo se oculto detrás de la loba.
- Es que eres un chanchito muy lindo...- Michael se le acerco para sujetarle sonriendo como un estúpido, se moría de ganas de besarlo y acariciarlo y la tonta felicidad en su pecho no se le iba con nada, Jenna se mordió los labios ante la comparación del lobo y el chanchito le hizo gracia, aparte esos dos estaban correteando se a su alrededor como dos críos.
- ¡Yo no soy un chanchito! ¡Idiota! ¡Mira lo que le hiciste a mi cuarto!- le reclamaba siempre poniendo a Jenna entre los dos para que no le alcanzara.
- Oh vamos... si no hubieras cerrado la puerta no hubiera pasado, no es mi culpa - Michael estira la mano para sujetarlo y se le escapa pero esto es divertido al fin y al cabo.
- Matt tiene razón...- y Michael deja de jugar para mirarla, porque el tono de la loba líder es muy serio.- Repararas su casa y lo cortejaras como corresponde, este comportamiento salvaje se acabo.- la vos era firme y ninguno de los dos podía procesar esas palabras.
- ¿Como? ¿Cortejar?- dijeron alfa y beta al mismo tiempo pero por razones diferentes.
- Ya me han escuchado, Michael limpia esto, deja todo como estaba, Matt viene conmigo para que nos se te ocurra tomarlo a la fuerza.- dice tratando de salir de allí tomando pedazos de puerta y colocándolos a un lado para liberar la salida.
- ¿Como? ¡No voy a dejarlo en mi casa solo, me la tirara abajo!- protesto siguiéndola de cerca.
- Mi pequeño tiene razón Jenna, que se quede prometo no manosearlo.- Matt lo miro indignado.
- ¿Perdón? ¿Que quieres decir con manosear me que te crees que soy? Y no soy pequeño ¡Lobo sobre desarrollado!!-
- Eres mio, mi chanchito.. pero prometo no comerte hasta la próxima luna creciente.. eso es bueno ¿No?- le sonríe, él aun esta feliz de estar en la misma manada y con su beta verdadero, el amor de su vida y nadie lo sacara de esa nube.
Tanto Matt como Jenna estaban por argumentar pero el teléfono sonó y Matt corrió a atenderlo, nadie llama al teléfono de la casa y eso le preocupaba podría ser su madre metida en problemas otra vez, a un metro del teléfono se pregunto si tenia algo de dinero en el frasco para mandarle para la fianza.
Tomo el tubo y un oficial sureño con el acento típico de Misisipi cordialmente pidió por él, Jenna miraba la daga mientras ponía la mesa en su lugar y se sentaba abstraída en la reliquia, Michael se había quedado parado detrás de él con los ojos cerrados solo oliendo a Matt, pero los abrió de inmediato cuando el cuerpo de Matt se apoyo en la pared.
Lo miro un segundo y noto que su cuerpo se deslizaba lentamente por la superficie incapaz de sostenerse, algo no estaba bien volteándolo inmediatamente y su beta lloraba en silencio, consumido por un dolor que no entendía de donde venia, Jenna los miro cuando Michael lo empezó a llamar a gritos y Matt este no respondida, solo seguía llorando entre gritos desesperados con los dientes apretados gritando “No” en los brazos del alfa que lo sujeto con fuerza, mientras este luchaba por zafarse y sufría, hasta que el dolor fue tan grande que se rindió.
Michael miro a Jenna y esta tomo el teléfono apresurada, también desorientada de lo que había pasado, la mano de Jenna subió hasta su rostro y lo cubrió con su dedos, el oficial del otro lado le notificaba mas detalladamente lo que había pasado, Jenna le dio la dirección de la casa y colgó, Michael intentaba consolar al beta pero este solo tiraba de su camiseta gris algo gastada y lloraba destrozado en su pecho, miro a la líder y esta en un suspiro le dijo lo que pasaba.
- Encontraron a la madre de Matt muerta... la encontraron en un motel...- el tono y el pesar era compartido, pero no dijo mas los detalles de como la encontraron y las causas del deceso eran espantosas, pero al menos no eran sobrenaturales, aunque eso no era ningún alivio ahora.
- Matt...- susurro contra el pelo del beta, apretándolo contra su cuerpo, frotando su espalda intentando darle alivio, pero era inútil, Michael espesaba a sentir el dolor de su pareja como suyo, el lazo que compartían se había estrechado mas en ese pequeño lapso te tiempo juntos y seguiría creciendo según tuvieran mas contacto.
- Sera mejor que te quedes con el esta noche, no debe estar solo ahora Michael...- dijo preocupada
- ¡No quiero estar aquí!!! ¡¡Me quiero ir!! ¡¡Me iré!!- forcejeo inútilmente con Michael y este lo volvió a a abrazar pegándolo a su pecho, Matt no volvía en si, solo lloraba, ahora estaba completamente solo, ahora no tenia ni a una madre borracha en el mundo.
- ¡Eh! ¡eh! ...tranquilo.- lo alzo del suelo, el cuerpo del su beta estaba poniéndose cada ves mas frío.
- Jenna ¿Tienes una habitación en tu casa? ¿Hasta que arregle todo esto?- miro a su alfa líder esperando por apoyo en una situación de despojo repentino como la muerte de un familiar.
- Si... ve a la casa, la puerta no esta cerrada... yo cerrare aquí.- dijo meditando lo sucedido.
El lobo agradeció inclinando un poco su cabeza hacia Jenna y salio de la casa sin esfuerzo, su figura desapareció en el camino rápidamente, afuera estaba frío y una neblina insistente rodeaba la casa, cerro la casa con un tablón que reposaba a un costado de la casa, sopesando las circunstancias de como se conocieron Matt y su alfa, y como es que al volverse a ver, una desgracia a así pasaba. Se pregunto si el chico tendría mas familia, era muy joven para no tener a nadie mas.
La mañana destellaba sobre las mantas y sabanas, había un olor a madera vieja y otro muy agradable que estaba disfrutando, eran almendras y hierbas de alguna clase, estaba calentito y cómodo, los ojos le ardían, los sentía hinchados pero no recordaba porque, se removió en su lugar y noto que estaba junto a alguien mas, frunció el ceño abriendo los ojos lentamente, le dolían y se le hacia difícil el parpadear.
Solo vio blanco, quiso levantar la cabeza pero choco con algo, un gruñido suave se escucho a continuación en el cuarto. Levanto la mirada y ese lobo Michael estaba allí, dormido abrazándolo, sus ojos se abrieron de sopetón y se aparto rápidamente sentándose en una cama enorme que no conocía, miro a todos lados y no se ubicaba, donde demonios estaba, porque estaba...
Un fuerte mareo le golpeo al recordar el porque estaba allí y porque estaba con él, la sensación de vacío y de revoltijo en su estomago lo hicieron correr entre trompicones hasta el baño que se veía desde la cama, vomito lo que no tenia en el estomago, las imágenes de su madre, una botella de ron y sus ebrias palabras solo revolvían mas sus tripas, pensarla muerta o enterrada en algún lugar como le paso a su hermana lo mantenían en agonía.
El desasosiego lo tenia aferrado a la taza de porcelana blanca, el bilis de su estomago lo mantenía allí, nauseabundo con el cuerpo languidecido, cuando sintió algo frío contra su nuca y se aparto al tacto, sus ojos celestes hinchados y rojizos se toparon con los grises de lobo, que le miraba con un cariño que no entendía, la toallita de mano lo reconforto, estaba fría y lo alejaba de la sensación de mareo dejándole respirar apenas, las bocanadas que tomaba eran grandes pero parecía no ser suficiente, sentía una opresión en el pecho que no dejaba abrir su pulmones.
Eran mas suaves los toques en su frente y en su cuello mientras se recargaba en la pared oscura, los azulejos negros y fríos que también mejoraban su estado, pero el comportamiento de Michael tan cuidadoso con él lo descolocaba y se sentía algo incomodo, pero apreciaba que no le dejara solo, el pensamiento de la soledad y la muerte de su madre volvió con fuerza, no quería llorar mas, le dolía todo el cuerpo de solo sentir ese dolor intenso en el pecho, pero un minuto después de que su primera lágrima rodara nuevamente por su mejilla sin remedio los brazos del lobo lo cobijaban.
Era reconfortante el calor que le trasmitía, ese aroma a hierbas y almendras lo acunaba, el podía relajarse un poco con esa esencia, solo lo tranquilizaba, podía dejarse ir y no esforzarse para mantenerse en pie figurativamente para todo el mundo, podía esconderse en el lobo, podía dejarse cuidar por alguien mas y saber que no era por lastima como todo el pueblo solía mirarle, se dejo arrastrar por el lobo que lo cargo en brazos levantándolo del piso, no parecía ser esfuerzo alguno para él a pesar de que no era liviano.
Lo subió a la cama y se recostó junto a él, parecía natural como actuaba cubriéndolos a ambos con las finas mantas, la luz de sol irradiaba calor sobre la cama y él se sentía un inútil a decir verdad, mas que nada por la docilidad con la que se comportaba, sentía como que no podía evitarlo, pero no tenia fuerzas para pelear, ni discutir, ni renegar de Michael quien lo estrecho en sus brazos mas aun, era increíble la sensación de cariño que trasmitía el alfa al estar envuelto en él, como secaba las lágrimas que no cesaban, como empujaba su dolor aplacándolo con esa mirada gris.
Lentamente se volvió a dormir, la brillantez lo segaba un poco dejando solo trozos del rostro del alfa frente a sus ojos, solo los susurros llenos de dulces palabras llenaban su oídos hasta que pudo descansar, no se sentía solo ni abandonado, tanta tranquilidad y bienestar lo mecían lentamente hundiendo lo en el sueño, la amabilidad de las caricias en su espalda lo cobijaban, era ajeno para él tanto cuidado pero era agradaba sentirlo del lobo.
*********
Damon miraba atentamente como Jenna colocaba la daga en un escondite que el tenia en la sala, debajo de la alfombra junto a la chimenea dentro de una vitrina de vidrio, cerro la tapa de la caja fuerte y luego su aparente camuflaje de madera poniéndole llave a ambas, entregándole ambas llaves a el como si así estuvieran mas seguras.
El vampiro miro las llaves mientras Jenna murmura que estaba muerta de hambre, el beta la siguió a la cocina con la incógnita en la mente intentando descifrar a su alfa y la observo mientras esta se hacia un aperitivo bastante grande, no lo entendía, no sabia porque Jenna actuaba tan misteriosa y eso le daba mala espina, para que quería la daga que valor tenia mas que el decorativo...
El despertó en su lecho cuando su alfa volvió de algún sitio, olía raro y le pidió bañarse entre el sueño antes de meterse en la cama, la loba se río fuertemente por ello pero acepto.
Cuando volvió a la cama de la ducha con el aroma a miel que a él le gusta, le pregunto donde había ido mientras se acurrucaba junto a ella como un gato, el calor del cuerpo de Jenna era bastante alto y abrigaba su fría piel, ella le contó lo que había pasado en la casa de Donovan, solo que el tono tan serio y lúgubre le dio mas curiosidad y se la quedo mirando mientras esta el contaba la noticia del fallecimiento de la madre del chico, una preocupación por Matt le callo por sorpresa y un raro instinto de querer ir a ver como estaba el beta lo acelero, Jenna le explico que era normal con una sonrisa picara, todos los betas tienen una empatia natural por otro beta mas si son de la misma manada como si fueran sangre o hermanitos pequeños a los cuales deben proteger incluso de otros alfas, Damon gruño y se aferro a Jenna que se reía de él, pero a él toda esa empatia ya le estaba pateando el hígado.
Damon la miro mal con una especie de rencor a no decirle hasta que punto su estado de beta lo cambiaría, a pesar de que eso explicaba bastante su ultimas conversaciones con Jeremy, mas el ir a contarle a Jeremy lo que pasaría si el imbécil de Michael no aparecía antes de los tres días, y su inminente separación de Jenna o como Jeremy se descargo con el todo su drama con Tyler y que aun no habían dormido juntos y él le llamo frígido, claro a Jeremy no le causo mucha gracia como a él; toda esa situación era rara pero la daga ocupaba su mente ahora.
Jenna dejo un vaso de sangre frente a él y el lo tomo mientras la loba se sentaba a su lado para comer su sándwich tipo jumbo, estaba por replicarle sobre todo este asunto de pedir algo imposible a condición para entrar a la manada y estar con Matt, cuando noto que Jenna es una mujer delgada -sin exagerar- y esbelta pero que comía como un animal, no porque no tenga modales o sea poco refinada de hecho era muy delicada con la comida pero comía cantidades exultantes de todo lo que consumía, sacudió su cabeza desordenando su pelo y centrándose a lo que iba en realidad, era increíble lo que Jenna lo distraía.
- ¿Jenna para que querías la daga?- dijo inclinándose sobre la mesa de marrón caoba oscura pulida, era una mesa amplia como para doce personas, hasta hacia unos días su hermano y él solo la tenían para usarla de tiradero, siempre cubierta de porquerías, libros, cacharros y demás, solo con la llegada de Jenna las cenas se llevaban a cabo en ella y su casa se llenaba de vida.
- Para nada en especial es solo un cacharo milenario, no sabia que de verdad existía mi padre me contaba historias de ella, nada mas...- dijo cortando otro pedazo de su sándwich y llevándoselo a la boca con el tenedor.
- Que no tiene ningún yuyu o capacidad de detener mares ¿Ni nada de eso?- dijo con sarcástico.
- ¿Que? No para nada... mi padre me contaba que el primer hombre lobo había sido Fenir, quien se unió a muchas mujeres humanas por lo cual nuestra raza de caminantes era pura y sin maldiciones, el llevaba la daga en su corazón buscando al amor verdadero que se lo arrancara del pecho, solo una estrella enamoro al Fenir en realidad y murió feliz sacándosela él mismo para estar con la estrella... es solo un cuento amor, un ejemplo poético del amor de un alfa por su único beta.- continuo comiendo con la mirada puesta en Damon, que la miraba anonadado por la historia del Fenir y su estrella sin poder evitar una sonrisa.
- Ja...pensé que era algo mas así como “Ahora conquistare el mundo con esto” o algo así...-dijo dándole un trago a su sangre apoyando su peso en el hombro de su alfa.
- Nup... la verdad no creía que Michael la encontrara....- Jenna noto la cercanía y acerco sus labios a la mejilla de Damon y dejo un racimo de besos en ella, sonrío al escuchar la rosilla entre dientes de su beta.