[libro] siege and storm
Reseña del segundo libro de la trilogía Grisha, copiada y pegada de goodreads porque no tengo ganas de hacer una nueva ni más elabarada, al menos ahora XDD
Aunque no engancha tanto como su predecesor, “Siege and Storm” es entretenido, amplía el mundo de la trilogía Grisha y conocemos a más personajes, además de ver cómo Alina lidia con una fama cada vez mayor. Hay momentos en la primera mitad que son de pura aventura y que disfruté mucho. Nikolai, uno de los personajes nuevos, ha terminado siendo todo un regalo, y aunque el Darkling sale muy poco, la verdad es que se le nombra bastante a lo largo del libro.
En la parte negativa, la relación de Alina y Mal no me funcionó en absoluto, no me ha gustado en todo el libro salvo quizás las últimas 3-4 páginas y sus dramas constantes me aburren. Él se ha comportado como un imbécil porque de siempre tiene la manía de definirse a través de Alina pero ella ya no es la chica feúcha y desvalida a la que tenía que proteger, y al perder eso y su puesto de soldado, está perdido y no hay quien le soporte. Otra cosa que no me gustó del libro es el poco uso que la autora hace del Darkling, que está ahí únicamente como vilano al que los buenos tienen que derrotar, una simple herramienta para cuando las cosas no van bien entre los dos tortolitos o para la “batalla” final. Entiendo que no todos los villanos tienen que (o pueden) ser tan complejos como Kylo Ren (star wars) pero esto es absurdo. Igual que prestas atención a los buenos, muestra más el punto de vista del malo también. Desarróllalo bien, carajo.
Y algo con lo que tengo sentimientos encontrados es la oscuridad interior de Alina. Me alegra ver a una heroína lidiar con eso, admitir que la tiene y abrazar esa oscuridad. Odio que de nuevo esa oscuridad sea atribuida a un elemento externo. Alina no es una Palpatine pero su oscuridad no es suya, “se la puso él” (el Darkling) Ya vale de esta bobada, de buenos y malos, de gente que es inherentemente buena o mala. Todos tenemos oscuridad en nuestro interior y casi todos podemos convertirnos en villanos si nos aprietan lo suficiente.
Aunque no engancha tanto como su predecesor, “Siege and Storm” es entretenido, amplía el mundo de la trilogía Grisha y conocemos a más personajes, además de ver cómo Alina lidia con una fama cada vez mayor. Hay momentos en la primera mitad que son de pura aventura y que disfruté mucho. Nikolai, uno de los personajes nuevos, ha terminado siendo todo un regalo, y aunque el Darkling sale muy poco, la verdad es que se le nombra bastante a lo largo del libro.
En la parte negativa, la relación de Alina y Mal no me funcionó en absoluto, no me ha gustado en todo el libro salvo quizás las últimas 3-4 páginas y sus dramas constantes me aburren. Él se ha comportado como un imbécil porque de siempre tiene la manía de definirse a través de Alina pero ella ya no es la chica feúcha y desvalida a la que tenía que proteger, y al perder eso y su puesto de soldado, está perdido y no hay quien le soporte. Otra cosa que no me gustó del libro es el poco uso que la autora hace del Darkling, que está ahí únicamente como vilano al que los buenos tienen que derrotar, una simple herramienta para cuando las cosas no van bien entre los dos tortolitos o para la “batalla” final. Entiendo que no todos los villanos tienen que (o pueden) ser tan complejos como Kylo Ren (star wars) pero esto es absurdo. Igual que prestas atención a los buenos, muestra más el punto de vista del malo también. Desarróllalo bien, carajo.
Y algo con lo que tengo sentimientos encontrados es la oscuridad interior de Alina. Me alegra ver a una heroína lidiar con eso, admitir que la tiene y abrazar esa oscuridad. Odio que de nuevo esa oscuridad sea atribuida a un elemento externo. Alina no es una Palpatine pero su oscuridad no es suya, “se la puso él” (el Darkling) Ya vale de esta bobada, de buenos y malos, de gente que es inherentemente buena o mala. Todos tenemos oscuridad en nuestro interior y casi todos podemos convertirnos en villanos si nos aprietan lo suficiente.