Título: Untitled 2 (aún no tiene nombre ^^U)
Pareja: Ohmiya
Rating: PG a Nc-17 en próximos capítulos.
Género: AU, angnst un poco, romance
Capítulo 1 parte 5
L
a mirada de Aiba conectó enseguida con la de Ninomiya que lo miraba muy serio, dándose cuenta de que no era él sino la sangre de Ohno, la que era especial ya que la sangre de Saeki no había tenido efecto alguno en él. Aparta la mirada del mayordomo fijándola en el joven que mira preocupado al otro sirviente, sus ojos entrecierran levemente recorriendo el cuerpo de Ohno de arriba abajo parándose en el cuello de éste, notando desde la mesa, la yugular del joven palpitar, llamándole. Cierra un segundo los ojos volviendo su mirando a la copa de la que sorbe un poco haciendo como que nada ha sucedido.
La tarde pasó sin ningún contratiempo y Ohno tuvo tiempo para estar un rato con los caballos, cuidándolos y acariciándolos. La noche llegó y Ohno nada más llegar a su cuarto se tumba boca abajo, rendido quedándose dormido enseguida. Se despierta unas horas después por culpa de una pesadilla, sudando y con la respiración acelerada. Se sienta en la cama respirando profundamente y decir salir de la habitación para que le de un poco de aire. Nada más salir, en el silencio sepulcral de la casa se escuchan unos ruidos de alguien, era una mujer seguro. Ohno se acercó a un lado del pasillo observando la habitación del final de éste, aquella que le estaba prohibido entrar.
Se queda un rato observando escuchando un grito, de la mujer que hace a Ohno dar un pequeño salto por la sorpresa y en un momento su rostro toma un color carmín al darse cuenta de que esos ruidos eran gemidos, aunque apenas sabía nada sobre eso, de donde venía no era nada extraño que los vampiros tuvieran relaciones entre ellos de ese estilo, y esos ruidos eran muy comunes. Sin hacer mucho ruido baja hacia la cocina queriendo refrescarse un poco e intentar no pensar en la pesadilla que había tenido antes.
Abre uno de los armarios, sacando un vaso que llena de agua y se sienta en la mesa donde comen siempre. Mira el vaso dándole un sorbo y suspira para luego volver a beber de él. A su mente vuelven los gemidos de la desconocida muchacha haciéndole sonrojar de nuevo el hecho de que en esa casa también se den ese tipo de relaciones completamente ajenas a él. La puerta abriéndose asusta al menor que da un pequeño salto de la silla. Eleva su mirada dando con la del señor de la casa. Se levanta rápidamente de la silla y baja su cabeza saludándole.
-Y-yo… ya me iba…- Susurra yendo a dejar el vaso en el fregadero para irse sin mirar aún al mayor.
-Satoshi.- Sonríe sabiendo que éste no lo estaba mirando.- Sírveme un vaso a mí también, por favor.- Dice suavemente. El menor deja de nuevo el vaso en la mesa y nota como su señor se apoya en la encimera sabiendo que no deja de mirarle. Llena el vaso y se lo deja en la encimera.
-A-Aquí tiene.- Vuelve a susurrar dándose cuenta, esta vez de que Ninomiya solo lleva puesto la ropa interior, unos calzoncillos que le hacen sonrojar aún más. El mayor coge el vaso rozando los dedos del chico a posta haciendo que éste se muerda el labio y sin mirarle sentarse de nuevo en la silla que antes ocupaba
-Gracias.- Le sonríe dándole un sorbo al incoloro líquido. Ohno asiente elevando su vista y mirando bien a su señor que ahora mira la pared de enfrente cavilando. Ohno tiene una ligera idea de lo que había estado haciendo Ninomiya pero su mente no quería imaginárselo, traga saliva observándole. El pelo lo tenía un tanto desordenado, sus facciones relajadas pero a la vez pensativas; su mirada si bajando al pecho de su señor, recorriendo suavemente con la mirada el pecho pálido acabando en la única prenda que lleva. Desvía la mirada sonrojado al darse cuenta de que Ninomiya era un chico enteramente atractivo.
-D-De nada… Ninomiya-sama.- Le da un pequeño sorbo al agua más que por sentirse sediento, por humedecerse los labios resecos.
-Satoshi…- Susurra mirándole ahora.- ¿le gusta la casa? - Pregunta con curiosidad.
-H-Hai… es muy grande.- Sonríe un poco.- y, la gente es muy buena. El señor es muy amable conmigo.- Su sonrisa se vuelve un poco triste, cosa que no es ignorada por el mayor.
-¿Has visto los jardines?- Sigue preguntándole, sintiendo una necesidad de saber qué es lo que piensa el chico.
-Son preciosos Ninomiya-sama, y ¡enormes!- Se ríe suavemente.- Me gustan las flores.
-A Masaki también.- Sonríe levemente.- Le encanta pasar su tiempo libre cuidando los jardines.- Deja el vaso en un lado y se acerca al chico inclinándose para mirarle.- Fuiste un esclavo ¿no? - El menor lo mira tragando saliva, nervioso por la cercanía.
-E-Era sirviente… cómo aquí señor.- Se muerde un poco el labio. Ninomiya sonríe de medio lado, repasando todas las facciones del chico.
-Espero, que sepas arreglártelas bien aquí Satoshi, porque vas a quedarte por cuanto tiempo desees.- Se acerca un poco a Ohno que se echa a la vez hacia atrás, huyendo nervioso.- No te acuestes tarde, tienes que madrugar, ¿no es así?
-H-Hai.- Asiente rápidamente y ve como se aleja, dándose la vuelta y yendo hacia la puerta.- N-Ninomiya-sama.- Llama antes de que se vaya. El mayor se gira mirándole.- Y-Yo… g-gracias…- Ninomiya le sonríe un poco e inclina levemente la cabeza hacia delante.
-Eres… una persona interesante Satoshi…- Con eso se da la vuelta, saliendo por la puerta y cerrándola por detrás.- Muy interesante.- Sonríe para sí subiendo las escaleras y volviendo a la habitación que antes ocupaba para seguir con los quehaceres que ha dejado a medias, pero esta vez, por su mente solo ronda Ohno Satoshi.