Como le prometí ayer a Ruth
andune_85, voy a poner una escena del libro que me dejó Diego.
AVISO IMPORTANTE: La escena es totalmente perv, voy a omitir las frases que se dicen ambos durante todo el tiempo porque si no esto queda muy extenso.
La sentó sobre la mesa, donde sólo quedaba una tarta de cereza y un pequeño cuenco con nata montada. Robert mojó el dedo en la nata montada, a continuación se la ofreció a Belinda con una sonrisa sensual. Ella rió con picardía y aceptó ansiosamente, chupando su dedo hasta dejarlo limpio. Bel separó las piernas para dejar que se acercase más.
Bel apoyó las manos por detrás del cuerpo y le miró fijamente a la espera, Robert miró el cuenco, cogió más nata, untó sus pechos y empezó a lamerlos. La sensación cálida y sugestiva de su boca hambrienta le sumía en unas oleadas de deseo cada vez más profundas.
Él la recostó sobre la mesa, acariciándole los pechos con una mano y sosteniéndole la cabeza con la otra. Las manos de ella temblaban al desvestirlo. Bel jadeó suavemente al experimentar la maravillosa sensación de tener su pecho musculoso y aterciopelado contra su piel desnuda; una sensación tremendamente íntima y cálida. Recorrió con las manos los fuertes hombros de Robert y luego las deslizó hacia sus enormes brazos, extasiada por la formas de su cuerpo. Él rozó la frente con los labios y descendió por su mejilla hasta su cuello. Bel acarició con los dedos los músculos de su vientre plano y se tumbó extendiendo las piernas sobre la mesa. Las manos de Robert se deslizaron por sus caderas, siguiendo sus curvas.
Cuando la mano de él ascendió bajo su falda, el cuerpo de ella se humedeció, ansioso por recibir sus caricias. Ella cedió y separó los muslos ante la suave presión que él ejercía . A continuación los cálidos dedos de Robert se introdujeron cuidadosamente en su cavidad empapada, mientras el pulgar se movía suavemente en círculos sobre su montículo. Bel gimió, totalmente rendida. Él besó sus pechos con un pausado deleite. Robert vió como ella caía bajo su hechizo, la masturbó hasta que se retorció y arañó la mesa con las uñas. Entonces se levantó la miró fijamente mientras se desabotonaba sus pantalones negros. Ella aguardó temblorosa, llena de expectación. Él dirigió su tremenda erección hacia aquel umbral inundado.
Con una sonrisa comenzó a divertirse con ella y a provocarla. Se frotó contra su sexo húmedo hasta hacerla suplicar, y sólo entonces decidió introducir su miembro un par de centímetros, tentándola.
Robert cerró los ojos y accedió a su ruego, introduciéndose poco a poco dentro de ella.
De repente Robert giró hasta colocarla a horcajadas sobre él. Bel empezó a montarlo mientras Robert le aferraba suavemente de las caderas. Cuando él tocó con la yema del pulgar el centro palpitante de Bel, ella se estremeció y echó la cabeza atras, acelerando el ritmo, después el se incorporó, y alcanzó los bamboleantes pechos con su boca. La sensación del vientre liso de él al chocar contra su montículo la desarmó completamente. El placer les envolvió por todas partes. Cuando el furor apasionado de Bel comenzó a ceder, Robert dejó escapar un grito grave y entrecortado que se vio amortiguado contra el cuello de Bel. Sintiéndose exhaustos se tumbaron, Robert le dio a Bel un dulce beso en el pecho, recobrando poco a poco el aliento.
-Te quiero Bel.
- Yo también te quiero Robert, no debería, pero te quiero.
Que conste, por si acaso lo veis raro, que he mezclado dos escenas y me he inventado alguna cosilla para que encajara. *silba*. Que la primera vez, lo de la nata no acaba tan bien como a mi me habría gustado *me despelocho*.
Besitos a todos.