Pequeña sorpresa

May 03, 2009 16:29

 

Título: El premio
Autor: esti75 
Beta: carolruga 
Género: FIC
Rating: NC-13
Resumen: Simplemente nuestros chicos y una tercera persona( a ver si lo adivinais antes de verlo en el fic)
Advertencias: Post 513
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, pertenecen a Showtime y Cowlip

EL PREMIO

Como cada mañana se despertó cuando la luz del día entró en la habitación, y como cada mañana se encontró solo en aquella cama tan grande. Hacía ya muchos años que esa rutina se repetía, desde aquel chico rubio. Claro que tenía ligues esporádicos, pero ninguno se quedaba el suficiente tiempo. Con él fue feliz durante un tiempo pero la cagó, como siempre.

Se desperezó y se fue a dar una ducha, la verdad es que el recuerdo le había alegrado el día. Silbando salió de la ducha con la toalla en las caderas. Se vistió y empezó a desayunar, un café y unas tostadas, lo de cada mañana. Mientras se iba haciendo el desayuno cogió el periódico y empezó a leerlo. Y entonces ocurrió, vio una foto de él en la sección de cultura. El titular decía  : “entrega de premios Arte 2009”. El artículo empezaba así: mañana domingo, a las 19 h, se celebrará en el Hotel Sheraton de Nueva York la entrega de premios de Arte 2009. Entre otros muchos se entregará el premio al mejor artista Novel del año a Justin Taylor por su gran...

En ese momento dejó de leer aquella noche se arrepentiría de no haber seguido leyendo, así no se habría encontrado con la sorpresa. Le había encontrado de nuevo después de tantos años, y estaba allí, en Nueva York. Decidió ir a esa gala y pensó que, seguramente, lo volvería a reconquistar. Era sábado, así que tenía todo el día para pensar en lo que le diría y esos pensamientos le alegraron.

La mañana del domingo pasó rápido y, de repente, se encontró frente al espejo con un traje elegante y pensando que todo iba a ser muy fácil, que esa noche cambiaría todo.

Decidió que no iba a coger su propio coche, en esas fiestas se bebía mucho y, además, él pensaba acabar la noche en otro sitio, así que pidió un taxi.
Pero las calles de Nueva York son muy traicioneras y se encontró con un atasco fenomenal. Cada vez se encontraba más enfadado. Sus planes no se estaban cumpliendo como él deseaba. Quería haber hablado con él antes de la ceremonia, pero estaba claro que no iba a llegar a tiempo, la gala había empezado y él seguía en el atasco.

Después de una hora llegó al hotel, entró corriendo y fue hacia el salón donde se celebraba la gala. Se tuvo que quedar allí, en la entrada del salón, porque estaba lleno de gente entre  invitados,  periodistas y  fotógrafos. En ese momento el presentador anunció el premio al mejor “artista novel” del año. Dijo unos cuantos halagos que él no escuchó porque lo estaba buscando entre la multitud. Entonces lo vio levantarse, besar a un hombre moreno, a Daphne y a su madre. Todos los amigos que tenía en Pitts estaban allí. Pero, ¿quién era ese hombre al que besaba? Visto por detrás le resultaba conocido, pero dejó de pensar en eso cuando le vio a él sobre el atril recitando su discurso.

Estaba impresionante, con unos años más pero guapísimo. No le estaba escuchando, se había quedado clavado mirándole, hasta que escuchó el agradecimiento:

- ..... sin mi marido Brian, que me apoyó desde el principio, no habría conseguido esto. Te quiero mucho, Brian. A nuestro hijo Gus...

¿Brian? Ahora le reconocía. Ahí estaba, alto y guapo como siempre. Así que, después de todo, volvió con él, a pesar de todo lo que le había hecho. A él le perdonó y a mí no.

Después de la ceremonia pensó en acercarse seguro que en cuanto me vea recordará los buenos tiempos que pasamos juntos, le dejará y volverá conmigo. El discurso terminó, él bajó y le vio irse a la mesa donde estaban todos. Se acercó a Brian y le besó. Un beso largo y profundo que todos sus amigos aplaudieron, Entonces se dio cuenta de cómo se miraban, como si no  hubiese nadie mas allí. Eso era amor y lo que tuvo con él  fue, simplemente, un pasatiempo, una transición para volver con Brian. A él nunca le había mirado de esa manera. Con la cabeza gacha se fue de allí. Menos mal que no le habían visto, no habría sabido qué decirles.

Bueno - pensó Ethan - al menos todavía tengo mi música y seguramente algún día encontraré a alguien que me mire como ellos se miran. Quiero algo así.

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En el salón, ajeno a esto, Brian miraba a Justin. Estaba orgulloso de él, de lo que estaba consiguiendo su marido. ¿Marido? ¿Quién iba a pensar que Brian Kinney sería alguna vez marido de alguien? Pero la verdad es que estaba feliz. Tenía a Justin consigo. Vivían juntos en Britin, por fin, después de la estancia de Justin en Nueva York. Esporádicamente se acercaban hasta la Gran Manzana para alguna exposición de él, pero no se quedaban mucho tiempo, enseguida volvían a su hogar. Él era el dueño de una gran agencia de publicidad en Pittsburg y Justin trabajaba con él en el departamento de arte. No se podía quejar, las cosas le habían ido muy bien, e iban a ir mejor.

Esta noche era su aniversario y le iba a dar una sorpresa. La llevaba en un sobre en un bolsillo de la chaqueta. Hacía poco habían hablado del tema y se habían hecho las pruebas. Ahí estaba el resultado de los análisis. Estaba todo bien, no había podido resistirse a mirarlos, aunque se lo esperaba ya que ninguno de los dos había estado con nadie más desde hacía mucho. Se encontró ansioso por lo que esperaba que fuese a pasar después de ver lo que había en el sobre. Por fin iban a estar juntos literalmente, sin látex de por medio. Iba a ser una noche memorable. Mientras pensaba esto no pudo evitar abrazar a Justin y besarlo como anticipo de lo que vendría luego en la habitación que habían reservado en el hotel, en esa gran cama.

Después de 9 años, desde que lo viera en esa farola, estaba feliz y tenía todo lo que quería

Besos y espero que os guste

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