Traducción Dilema por Carinthe

Sep 28, 2011 19:00

Esta es la extraordinaria historia de Carinthe, gracias a Angela Black Blood por permitirme subirla aquí, son tres capítulos, esto es especialmente para ti IloveRodney ,espero que te guste

Capitulo 1

"Elige…"
Él odiaba esa voz.
De verdad la odiaba.
No como uno odia cuando 'no puedo encontrar las calcetas, se acaba el café, o el cabello no se comporta'. Eso se podía clasificar como molestia, mayormente porque describía casi todos los días de John Sheppard. Molestia era una palabra que era mejor reservada para otras voces, incluida la de un egocéntrico científico de pelo graso que pretendía que era un genio y la de un cierto científico genio y enojón cuando pretendía que era egocéntrico.
No, odio estaba en un diferente nivel para John, uno que no sentía muy seguido la compulsión de visitar. Para llegar allí, de verdad tenias que enojarlo, en grande. Como invadiendo su ciudad, matando a su gente, torturando a su mejor amigo y casi matando a su líder…
John de verdad quería mostrarle al hombre lo mucho que lo odiaba. Él tenía unas miradas asesinas bastante impresionantes, aunque lo dijera el mismo. Que perturbaban a sus enemigos, los hacían dudar, que quizás inspiraran algo de auto-preservación contra la rabia que John dejaría libre una vez que se liberará de estas malditas amarras.
Pero por el momento, el no podía disponer de sus ojos para ninguna otra cosa, cuya importancia palidecía en comparación a la tarea en la que se encontraban ahora.
Ahora, lo único que podía hacer era mirar fijamente a dos asustados ojos azules, ofreciendo amistad, comprensión, perdón y determinación.
Y una suplica sincera: '¡Elígeme a mi!'
"¡Elige!"
La voz fue más fuerte esta vez, y el tono de peligro aun mas claro.
Y sonaba malditamente presumido. Como si supiera de antemano que su victimas se iba a romper. Como si la situación se iba a volver a repetir.
Ella tuvo un deja-vu similar, pero sus pensamientos fueron de ironía, no de victoria. La vez anterior, ellos lo habían engañado, lo habían engatusado y echado de la ciudad.
Elizabeth Weir esperaba fervientemente que la situación se repitiera. Pero ella no esperaba que Rodney se rompiera esta vez. Ella sospechaba fuertemente que la vez anterior el había cedido parcialmente para protegerla a ella de la amenaza de tortura, y no porque él hubiera estado preocupado de su propia seguridad. Desde la primera reunión con el Jefe de los Científicos, ella había tenido que reevaluar su opinión de él, muchas veces.
Las silenciosas aguas pueden ser profundas, pero la extremadamente turbulenta cara de Rodney escondía una gran profundidad también.
Aunque en estos momentos, el astrofísico parecía un libro abierto, miedo y desesperación estaban escritos claramente en su expresivo rostro, su braveza usual había colapsado frente a la presencia de su enemigo más peligroso.
Elizabeth rogaba para que él encontrara la fuerza de hacer lo que tenia que hacer. Hacer lo que ella sabia era la única opción disponible. Una opción que lo mataría seguramente. No físicamente, no, pero enterrado bajo muchas capas de sarcasmo, egoísmo y braveza, había un corazón sensible, con horribles cicatrices de antes, golpeado y amoratado, pero no roto. Jamás roto. Aun no.
Pero pronto lo estaría…
El comandante Genii Acastus Kolya agarro a Rodney del cuello de su chaqueta y bruscamente lo puso de pie.
Los ojos de Elizabeth buscaron a Rodney, trasmitiendo silencioso apoyo. 'No dejes que te rompa, Rodney, no dejes de luchar…'
"¡ELIGE AHORA!"
El se estremeció, no por el volumen de la voz, o la mortal malicia tras ella, sino por como fue acompañada por el horrible crujido del cráneo de Rodney chocando contra la pared.
Como un doctor de medicina, Carson Beckett estaba muy conciente de las posibles repercusiones de una cabeza chocando solidamente con un duro objeto. Él sabía que Rodney tenía un cráneo duro, pero sospechaba que su amigo por lo menos estaba sufriendo de un terrible dolor de cabeza ahora, posiblemente con visión borrosa pero con suerte sin sangrado interno. Por eso, no le gustaba para nada la esa mirada vidriosa en esos abiertos ojos azules y la forma en la que la cabeza de Rodney estaba ladeada hacia un lado.
Kolya soltó a Rodney. Y Carson miro sin poder ayudar como Rodney se deslizo por la muralla, su cuerpo inerte deslizándose al suelo, el apoyo de la muralla la única cosa que lo mantenía en una posición medio sentada.
Cada fibra de su ser le gritaba que necesitaba moverse, ahora, que debía correr hacia su amigo para asistir sus heridas, y golpear a ese maldito hijo de perra de Kolya y llevar a su amigo a la seguridad de su calidad y confortable enfermería…
Pero el estaba atado y amordazado, como un pavo gigante, un reluctante espectador ante el terrible tormento en que se encontraba Rodney. Un tormento que era peor en el nivel sicológico que en el físico. Era un dilema clásico. Ninguna cosa se podía escoger sobre la otra, decidiendo por lógica o por emociones.
Y Carson sabía con espantosa convicción que era más terrible para Rodney que para otra persona. Un genio capaz de imaginar el resultado de cada elección hasta el más mínimo detalle…
Una ira ancestral escocesa despertó en su sangre, nacida de un extraño sentido de protección que sentía por Rodney. El mismo sentido de protección que podía ver en los ojos de Elizabeth y del Coronel Sheppard. Inútilmente, se pregunto como el arrogante y quejoso científico podía inspirar reacciones tan fuertes en las personas.
El quería maldecir, gritarle al universo, golpear al maldito de Kolya, hacer desaparecer todo el mundo Genii si fuera necesario… si alguien fuera lo suficientemente tonto y lo destarara en este instante…
Frenéticamente, miro alrededor, buscando como escapar.
La mirada en los ojos de Rodney detuvo sus turbulentas emociones.
No era aceptación.
Y sobre todo esto, Carson sintió orgullo.
Porque el fuego del desafío en los ojos de Rodney se había encendido.
"No puedo…"
La voz era frágil, ronca por la tos y sonando como si le faltara el aire.
Pero pese a todo, había una calma determinación. Como si no lo hubieran puesto enfrente del más horrible dilema que cualquiera temería decidir.
Por primera vez, Rodney McKay alejo los ojos de sus amigos y enfoco sus ojos en la fría mirada del comandante Genii.
Kolya bufo, su tono un gruñido bajo y peligroso. "Tú decides: la vida de tus amigos, o Atlantis?"
Rodney ni siquiera se estremeció cuando dos de los matones de Kolya se pararon frente a él, y lo pusieron de pie. El se dejo colgar inerte en su agarre, pero no rompió contacto con los ojos del comandante Genii.
"Usted quieres que elija entre matar a mis amigos o matar a cientos de personas inocentes en Atlantis? No puedo tomar esa decisión…"
"Oh, vamos, doctor." Kolya se burlo oscuramente "Para un líder, ¿No es obvia la elección? ¿No sacrificaría pocas vidas para salvar muchas?"
La respuesta fue inmediata, y aunque fue muy suave fue entendida claramente por todos en la sala. "No."
Kolya gruño, acercándose inconfortablemente al hombre. "Entonces, ¡La culpa recaerá sobre ti!"
Rodney lucho por liberarse del agarre de los dos soldados que todavía lo tenían afirmado, parándose solo, aunque algo tembloroso, y respondió en un tono calmado.
"No. porque yo no los matare. Tú lo harás. Yo no podría. No puedo decidir cual vida es más valiosa. Cantidad o calidad. Toda vida es sagrada, y solo pertenece a si misma. Nadie puede juzgar una vida…, por lo menos nadie en este plano de existencia puede. Así que no elegiré quien muere. Solo haré todo lo posible para salvar cada vida que pueda. Puedo ofrecerte mi vida, pero dudo que la elegirá… al final, será su elección..."
"¡Bien!" Kolya dijo con fuerza, "¡La tomare!"
Un disparo resonó por la habitación, sus ecos maltratando sin piedad los corazones de todos los presentes.
"Y mas…" el comandante Genii susurro con dureza en el repentino silencio y retrocedió.
Rodney se derrumbo contra la pared, una mancha roja rápidamente esparciéndose en su hombro izquierdo.
Ríos de sangre ahogando una hoja de arce...
"Podría elegir no matar…"
La voz de Rodney era apenas un susurro, pero sus ojos hablaban de un mundo de dolor.
"No lo haré." Dijo Kolya sin sonar arrepentido cuando apunto nuevamente.
El Segundo disparo le dio a Rodney de lleno en el pecho.
Ojos azules se abrieron levemente antes de cerrarse.
Kolya no le dio ni siquiera una mirada al cuerpo antes de dejar la sala, gritándoles a sus soldados que se llevaran a los rehenes con ellos.

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