Título: Siempre falta alguna mano en navidad
Autor:
shioritaFandom: Ficción original
Pairing/Personaje/Grupo: -
Rating: PG-13
Resumen: Sin embargo, ese año con la esperanza ya casi perdida, ha decidido probar un plan nuevo. En lugar de dormir hasta la mañana de navidad, piensa estar despierta hasta la noche de Nochebuena.
Advertencias: Es creepy.
Cuervos de Santa : Prompt #16
Mano es, como su propio nombre indica, una mano. Vive en la Luna, tierra de cráteres por doquier, que ahora como único satélite natural de la Tierra, se considera cementerio municipal terrestre. Eso sí, solo de pobres, criminales, víctimas de genocidios y todos aquellos que puedan levantar detates sobre memorias históricas o dictadores héroes de estados.
Sin embargo, eso a Mano le da exactamente igual. Ella sobrevive como puede en esa solitario y lúgubre esfera ahuevada, y aprende que el sentido del tacto es superior a casi todos los demás.
Mano no es que no vea tres en un burro, es que ni siquiera distingue al burro. Pero sabe donde está cada cosa cuando la toca. No es que esté más sorda que una tapia, pero casi, la verdad. Aunque Mano nota el temblor de las superficies cuando alguien se acerca muy rápido, o pisando muy fuerte hacia ella. Tampoco huele ni saborea, pero como ni come ni le van los perfumes no le podría dar más igual.
Sin embargo, sí hay algo que que Mano echa de menos de cuando era un cuerpo entero y no una parte de él. Mano es la mano izquierda de un diestro -o la diestra de un zurdo- y, por tanto, tiene mala suerte. Lo único que pide por Navidad todos los años es un gorro de Papá Noel, pero siempre que éste pasa por la Luna -en mitad de la noche, cuando cree que nadie lo ve -se asusta y se va, y Mano no sabe qué hacer para convencerle de que se quede un poquito más.
Normalmente, Mano trata de ser buena y dormitar hasta que llega la navidad. Si no hace nada, se estará comportando como un buen cadáver y así Papá Noel no podrá decir que ha sido mala mano. Sin embargo, ese año con la esperanza ya casi perdida, ha decidido probar un plan nuevo. En lugar de dormir hasta la mañana de navidad, piensa estar despierta hasta la noche de Nochebuena.
El problema es que se ha despertado con antelación. Con dos meses de antelación, y octubre, aunque es una preciosidad visto desde la Luna, también es frío como un muerto. Bueno, más o menos. Y como tiene miedo de volverse a dormir, Mano decide dar una vuelta por la Luna a ver qué hay por ahí.
Descubre cosas que no había visto ni cuando estaba viva. Desde puestos de comida, hasta parques de atracciones. Hay un programa de bailes y piezas de teatro en uno de los cráteres cercanos a donde duerme. Lo que no entiende es a qué viene tanto ruido y tanta algarabía.
Le preguntaría a un par de ojos que encuentra, pero casi que prefiere hablar en braille o el idioma de gestos con otra mano. Al final encuentra una, llena de anillos y pulseras, que no para de bailar y moverse.
-¿Qué por qué estamos alegres? ¿Acaso eres nuevo aquí?
Lo pregunta con inocencia, jugando a cambiarse un anillo de dedo en dedo.
-No, llevo aquí un tiempo pero nunca había visto nada parecido. Ni siquiera en Navidad.
-Pero si ahora es navidad... -responde la otra mano, confundida.
-No, navidad es en diciembre y ahora, ahora estamos, más o menos, en octubre.
-Oh, bueno, sí, es octubre para la Tierra, pero aquí en la Luna es navidad. ¡Siempre es Navidad!
-¿Siempre? -Mano no entiende nada, y cuando eso pasa tiende a convertirse en puño y encogerse, hasta que los demás lo confunden con una piedra en el camino.
-No te pongas triste. Yo te explico, ¿si? -Le dice la otra mano, que luego añade en que se llama Manopla -. La Tierra solo tiene un día de regalos y navidad, y Papá Noel hace en una noche todo el recorrido. Pero cuando necesita ayuda, sabe que aquí sobran manos, y sueños que no fueron nunca llevados a cabo. No sólo hay trozos de cuerpos, sino también historias. No hay lápidas que escriban nuestro pasado, pero eso no quita que todos tengamos algo que contar. Y a él le gusta escucharnos. Y parte de lo que somos lo lleva a la tierra. Porque, ay, hay una frase que el dice mucho, y que me gusta y que sirve para expresar que no somos solo cadáveres abandonados al tiempo, sino que significamos mucho más para los otros, para los que aún están vivos. Ay, ¿cómo era?
Manopla se hunde en un silencio mientra Mano va digiriendo todo lo que le ha dicho. La esperanza vuelve a ella rápidamente, pues aunque el fallo ha sido suyo y solo suyo, por no querer compartir la ilusión de la navidad, eso no va a volver a suceder. Decide ayudar a Manopla en lo que puede, incluso a pintarse las uñas de verde y rojo, cual árbol navideño. Y es cuando más ocupado está, cuando llega Papá Noel, cuando le entrega su tan ansiado gorro y cuando Manopla, toda movimiento de dedos, le saca a bailar.
-Ya sé cuál era la frase que dicen en la Tierra sobre nosotros
-¿Cuál?
-Que los grandes reyes del pasado están ahí, observándonos.