Oneshot 1.- Una vez más [Tabla ilusoria]

Aug 01, 2011 17:24


AUTOR: Fey M. Riddle.
FANDOM: Harry Potter
CLAIM: Draco Malfoy/Harry Potter.
TABLA: Tabla iIusoria
TEMA: #1. Una vez más.
TÍTULO:  Una vez más.
RESUMEN:  Harry y Draco amantes. Una serie de 30 one-shot, completando los treinta vicios de la Tabla Ilusora en Lj. Post Voldemort.
ADVERTENCIAS: Slash/ posible ooc.

Esa tenue sensación que recorría su mente constantemente sin cansancio, asemejándose a una maldición imperdonable que sólo él podía detener, no era más que una fina y creciente, culpa.

-¿Estás bien, Harry? -preguntó, ubicando besos exactos en la espalda de su amante para después recorrer con la lengua el camino hasta llegar a un punto en el que Potter se permitió gemir.

-Sí, sólo sigue Malfoy -mencionó,apretando los labios.

Cerró los ojos al sentir el primer dedo dentro de él, esto no está bien, pensó. Se sentía frustrado y enfadado consigo mismo, no comprendía por qué le hacía eso a su esposa; Ginny no se merecía aquello. Ella lo amaba, lo quería más que nadie en el mundo y ambos lograron tener dos traviesos hombrecitos y una dulce niña, la pequeña Lily.

Harry quería a su familia y lucharía hasta el final por el bienestar de cada uno de ellos, ansiaba ver a sus hijos llegar a Hogwarts; el pequeño James sonriendo por las travesuras que seguramente protagonizaría. Un año después, Albus caminaría por el andén sonriendo con timidez e ignorando las burlas de su hermano mayor; posteriormente, su dulce niña, mostrando gran alegría subiría al tren, despidiendo a sus padres.

Un tercer dedo y mordió la almohada. Todavía estaba a tiempo de arrepentirse, cambiarse y salir del apartamento de Draco Malfoy sin dar alguna explicación. Agradecía que su mujer no conociera algunos de sus encuentros clandestinos, ni tuviera la ligera sospecha de que su marido la engañaba con, irónicamente, otro hombre.

Todas las veces que se acostó con el rubio, los pensamientos de culpabilidad llegaban con total potencia a invadir su mente, con la esperanza de que su dueño entrara en razón.

Pero Harry Potter sabía que era una acción inútil, porque cuando Draco Malfoy embestía por primera vez, aquellas diminutas reflexiones se borraban por arte de magia y, cuando su amante gemía energético aumentando el ritmo de la penetración, una súplica impulsiva se introducía en su cabeza.

-Me encantas -dijo Draco, muy cerca del oído de su acompañante, lamiendo, deseoso, la oreja de su héroe.

Bastaba que saliera esa frase de sus labios, para que los dos llegaran al orgasmo. Malfoy giró el rostro del león, acariciando el cabello negro y besándolo con pasión contenida; mordió y lamió el labio inferior, buscando cavidad en la boca de Harry, siendo sus lenguas, las protagonistas de la batalla.

Fue por esa pasión, que pese a las noblezas que surcaban su cerebro, advirtiéndole de la situación peligrosa en la que se metía; que Harry no hizo caso. Sin dejar de practicar sobre besos de los que no recordaba el nombre, murmuró entrecortadamente:

-Hagámonos otra vez…y otra, hasta que el infinito cambie de nombre, llamándose una vez más.

Anhelaba hacer el amor con Draco hasta que la lucidez de la vida se fuera, olvidándose de su nombre, encontrando en cada beso un sentimiento de comprensión, afecto y lujuria. Que la persona sobre él, le transmitiera con sus mimos saturados de maña, la satisfacción que le faltaba.

Sonrió enamorado, Malfoy era un experto en la materia; la incertidumbre, una molestia que se desvanecía al escuchar los gemidos escapar de su garganta.

A la mierda con su esposa y su nobleza. El rubio era suyo, aquí, ahora, y en la eterna aventura de su amor clandestino.
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