Una mentira innecesaria ~ capítulo 2

Dec 21, 2010 01:54

Título: Una mentira innecesaria
Banda: Super Junior
Género: Romance, Angst
Autora original (Eng.): eosinred   [ Original]
Traductora: fishink 
Correctora: Prongs
Rating: NC-17
Parejas: HyukHae
Capítulos: 2/5
Personajes: Donghae, HyukJae, Siwon
Resumen: Para Donghae, dos años ya han sido suficientes.

“Siwon, quítate, por favor…” Hyukjae empujó a su novio, quien le estaba besando el cuello. Los dos se habían hospedado en la habitación donde siempre lo hacian.

Siwon cayó de espaldas en la cama y dio un gruñido.

“¿Ahora qué, Hyukkie?” el menor no se molestó en ocultar la frustración en su voz. “Hemos estado con lo mismo desde hace dos semanas y ya me estoy empezando a cansar…” dijo, sobándose con fuerza el rostro con las manos.

“Lo siento… simplemente no estoy de humor…”

“Hyukkie, dime… ¿pasa algo malo?” Siwon se acomodó de forma en que estaba sentado delante de Hyukjae.

Todo… Hyukjae deseó que fuera tan fácil de decir, pero no lo era. Ni siquiera él podía entender por qué estaba actuando así. Siwon tenía razón, habían estado así por dos semanas.

Desde que Donghae lo dejo… todo se había vuelto un caos. Debió haberle dicho a Siwon que al fin era libre, pero no podía hacerlo. Sentía como si estuviera traicionando a Donghae. No podía entender nada. Sólo tenía una cosa clara… extrañaba al menor… lo extrañaba con todas sus fuerzas.

Trató de vivir con normalidad, pero parecía que ésta lo estaba evadiendo. Miraba los programas de comedia que veía junto a Donghae en una de esas raras ocasiones en la que estaba en casa temprano en la noche, pero ya no le hacían gracia. Sólo recordaba cuando los dos jugaban a quedarse en silencio para ver quien reía primero. Y como él era un mal perdedor, siempre hacia trampa atacando a Donghae, haciéndole cosquillas en el cuello hasta que el menor tuviera los ojos llorosos por la risa.

Cuando se despertaba, iba directo a la cocina porque estaba acostumbrado a ver su desayuno listo en la mesa. Donghae usualmente se lo preparaba. El mayor no solía prestarle mucha atención, pensando que el otro preparaba el desayuno para dos porque era más práctico. Después de pensarlo bien se dio cuenta que Donghae rara vez tomaba desayuno.
Durante los fines de semana veía a Donghae con sólo una taza de café mientras leía el periódico… lamentaba no saber de qué forma le gustaba tomárselo.

Era una pareja desconsiderada.

Era gracioso como este tipo de cosas lo perseguían ahora que era libre…

“Wonnie… démonos un tiempo.” dijo en voz baja. Se levantó de la cama y empezó a abotonarse la camisa. Nunca en sus casi seis años de relación había pensado que este momento llegaría, el momento en donde le pediría un tiempo a Siwon. Estaban locamente enamorados… ahora, ya no estaba muy seguro de sus sentimientos. Romper la relación parecía lo más correcto…

“¿Qu-Qué?” Siwon estaba confundido. “¿Hice algo malo Hyukkie?”

“No…”

“Entonces… ¿por qué?”

“Necesito un respiro… hemos estado haciendo lo mismo por 6 años, Siwon.”

“No te creo… él tiene algo que ver con esto, ¿no es cierto? ¿Te dijo que dejaras de verme?”

“Él no tiene nada que ver… es mi decision” En cierta parte era una mentira, Donghae sí tenía algo que ver… inconscientemente. Al recordar la última conversación que tuvo con el castaño, su corazón dolió. Recordaba cuán vulnerable se veía el menor cuando admitió que lo amaba… y cuán cruel habia sido su reacción.

Cuando terminó de arreglarse, cogió sus cosas y miró a Siwon.
“Ya me voy…”

Siwon dio un suspiro antes de ponerse de pie, sabía que debía dejar ser a Hyukjae, sabía qué tan firme se ponía el mayor cuando tomaba una decisión, insistir sólo empeoraría su relación.

“Cenemos primero, después te llevaré a casa…”

Hyukjae sólo asintió. Salieron del hotel y esperaron a que el encargado del estacionamiento trajera el carro de Siwon.

*

Donghae, quién por casualidad estaba en el mismo hotel por una reunión, vio a Hyukjae subirse al carro de Siwon. Había sido testigo de la misma escena miles de veces, pero aún así el dolor que le producía la escena no parecía disminuir… nunca se acostumbró a verla, sino que cada vez que lo hacía el dolor era mayor.

“Donghae-sshi, ¿nos acompañarías a cenar?” le ofreció el Sr. Hwang, el presidente de la compañía con la que acababa de negociar.

“Me encantaría, señor, pero mi esposa…” Sonrió falsamente. Ésa era la manera más fácil de excusarse, sabía que el señor entendería.

“Ah… las esposas. Sí… siempre hacen que volvamos temprano a casa…” rió el anciano. “Tu esposa tiene suerte de tenerte, jovencito” agregó mientras le palmeaba el hombro. “Me debes una cena Donghae-ah, la próxima vez tráela” Donghae asintió e hizo una reverencia de despedida antes de dirigirse al vestíbulo.

Estaba conduciendo su auto sin ningún problema, cuando de repente un carro del carril contrario se desvió al suyo y lo siguiente que supo, todo a su alrededor se oscureció.

*

Aparte de los suspiros, no se escuchaba ningún otro sonido dentro del carro de Siwon. Acababan de cenar y estaba por dejar a Hyukjae en su casa. El silencio que se filtraba en el ambiente se rompió cuando el celular del mayor empezó a sonar, Hyukjae frunció el ceño al ver el número de su madre en la pantalla.

“¿Dónde estás?” preguntó su madre de forma nerviosa.

“Fuera…” respondió. Su madre sabía de sus actividades y no estaba muy contenta al respecto. Hyukjae la mantuvó en silencio al decirle que Donghae no tenía ningún problema con la situación y porque sabía qué haría su padre si se enterara.

“Ven inmediatamente al hospital Hyukkie… Donghae tuvo un accidente” La línea se cortó antes de que Hyukjae pudiera preguntar algo. Le tomó un momento para que terminara de procesar lo que acababa de pasar y cuando lo hizo se sintió muy débil.

“Siwon, detén el auto…” dijo con voz temblorosa, Siwon frunció el ceño.

“¿Qué pasó?”

“Necesito ir al hospital ahora mismo… oh por Dios, por favor, detén el auto…”

“Hyukjae, cálmate. Yo te llevaré… pero primero dime qué pasó.”

“Mi esposo… tuvo un accidente. ¡¡Tengo que ir de inmediato!!” en su estado de pánico Hyukjae no pudo ver las expresiones de dolor y confusión en el rostro de Siwon.

Ésa era la primera vez que Hyukjae se refería a Donghae como “su esposo”.

“Yo te llevaré…”

“¡No! Sabes que no pueden verte ahí…”

“No lo harán Hyukkie… Sólo quiero asegurarme de que llegues allá sano y salvo” Siwon apretó con fuerza el timón mientras cambiaba de dirección para dirigirse al hospital.

“Está bien…” Hyukjae se quedó en silencio. Cuando llegaron a los alrededores del hospital, Hyukjae bajó con rapidez del auto olvidando por completo agradecerle a Siwon por haberlo llevado hasta ahí…

Siwon se quedó mirando con tristeza la figura que se alejaba de Hyukjae. “¿Te estoy perdiendo?” pensó, después dio la vuelta y se fue, su corazón lleno de dudas.

Hyukjae llegó jadeando a la sala de emergencia, la madre de Donghae lo abrazó en cuanto lo vio.

“Hyukkie… mi hijo…” lloró la anciana.

“Umma… estará bien…” le dijo sobándole la espalda en un intento de hacerla sentir mejor. No estaba seguro a quién estaba tratando de convencer, a la madre de Donghae o a sí mismo. Se sentía perdido al saber que no podía hacer nada para mejorar la condición de Donghae en ese momento.

“¿Qué pasó?” preguntó a nadie en particular.

“El conductor estaba borracho… el conductor del otro carro tuvo la culpa” respondió su padre.

Un gran odio hacía el desconocido conductor invadió a Hyukjae. Al parecer las heridas que había sufrido el otro hombre habían sido menores y ya estaba bajo la custodia de la policía. La mandíbula de Hyukjae se tensó y juró que si algo malo le pasaba a Donghae el hombre se pudriría en la cárcel.

Los 30 minutos de espera se sintieron como horas, todos estaban en silencio, preocupados, esperando a que el doctor saliera.

La madre de Donghae se acercó rápidamente al doctor apenas éste salió de la sala de emergencia.

“Doctor, ¿cómo está mi hijo?”

“Está bien, señora. Tiene las piernas fracturadas pero podrá volver a caminar en un mes o dos con la ayuda de terapia”

Suspiros de alivio se oyeron por todo el pasillo. Donghae estaba a salvo, eso era lo único que importaba en ese momento.

“Todavía tenemos que sacarle unas ecografías y hacerle algunas pruebas para estar seguros, pero por ahora, eso es todo. No se preocupen mucho, para mañana ya habrá despertado.”

“Gracias, doctor…” agradeció la madre de Donghae.

“De nada… ahora, si me disculpan…”

Unos minutos después, Donghae fue transladado de la sala de emergencia a un cuarto privado.

Los ojos de Hyukjae se llenaron de lágrimas al ver la condición de Donghae. Se podía ver a simple vista que había perdido peso, lo cual no habia sido causado por el accidente. Su rostro estaba lleno de rasguños superficiales, pero aún así no opacaban su belleza. Sus dos piernas estaban enyesadas. La enfermera le entregó las pertenencias que habían reunido de Donghae, la vergüenza indavió a Hyukjae cuando vio el anillo de bodas. Él casi nunca usaba el suyo… sólo lo hacía cuando estaban con sus padres.

Se sentía responsable por lo sucedido… el odio que sentía hacia el dueño del auto que chocó contra Donghae era mínimo a comparación del odio que sentía hacia sí mismo. Sentía que él era el culpable.

La madre de Donghae no quería irse, pero Hyukjae insistió en que la anciana se veía muy estresada y necesitaba descansar. Además, quería pasar tiempo a solas con Donghae… al menos para aminorar la culpa un poquito.

Después de mucha persuasión, pudieron convencer a la mujer de ir a casa y descansar.

Cuando al fin estuvieron a solas, Hyukjae se sentó al borde la cama, entrelazó la mano libre de Donghae con la suya como si fuera una acción completamente natural…

“Lo siento…” con su mano libre apartó los cabellos que tapaban los ojos de Donghae. Tocó la semi-arrugada frente del menor que ante su toque se relajó automáticamente.

“¿¿Me abandonaste de un día para otro y tienes las agallas de aparecer después de tener un accidente??” le llamó la atención como si el otro pudiera oír todo lo que estaba diciendo. Quería sacudir a Donghae para que se levantara de su estado inconsciente… para que pudieran hablar… para que pudiera estar más tranquilo.

“¿Tienes idea de lo mucho que te he extrañado Hae-ah?” Dio un fuerte respiro cuando sintió que la mano que sostenía se movía un poquito… “Despiértate pronto, ¿sí? Hablaremos…” le dijo dando un suave beso en la mejilla de Donghae. Se acomodó en la silla que estaba al costado de la cama, mantuvo sus manos entrelazadas para asegurarse que cuando despertara Donghae estuviera ahí. Recostó su cabeza en la cama y cerró los ojos para dormir.

*

Donghae recuperó la consciencia cuando sintió que los rayos del sol caían en su rostro. Su cuerpo le dolía, una indicación de que estaba vivo, sonrió tristemente aún con los ojos cerrados. Hubiera sido mejor si simplemente se moría… abrió los ojos lentamente, tratando de ajustar su visión ante la repentina luz. Sintió algo pesado a su costado, sentía su mano adormecida así que volteó a mirar a su lado y se topó con una melena roja fuego… era Hyukkie.

Un sentimiento cálido se esparció por todo el cuerpo de Donghae, ver a Hyukjae ahí le daba cierto consuelo. Saber que en cierta forma el mayor se preocupaba por él le hacía sentir un poco mejor, pero sabía que no debía acostumbrarse a ese sentimiento. Por más que quisiera mantener a Hyukjae a su lado, no quería que el otro se sintiera obligado. Dos años ya habían sido suficientes. Ya había tomado la decisión de dejarlo ir, y se aseguraría que el otro disfrutara de su libertad sin ningún remordimiento o culpa. Antes de cerrar los ojos, miró con cuidado a la figura que dormía en su cama, viéndolo por última vez, porque la próxima vez que los abriera no volvería a saber quién era Lee Hyukjae.

*

Hyukjae despertó por el olor a café en el ambiente. Sonrió cuando sintió que la mano de Donghae todavía estaba entre la suya, dio un vistazo alrededor y vio que la madre del menor ya estaba ahí.

“Umma…” la anciana le sonrió antes de pasarle una taza de café.

“Creo que ya deberías ir a casa Hyukkie. Debes descansar…” Hyukjae negó fuertemente con la cabeza. No estaba de acuerdo con la idea, quería estar ahí para cuando Donghae abriera los ojos.

“No umma. Me voy a quedar… quiero cuidar de Donghae…” dijo el mayor honestamente. La madre de Donghae le sonrió con tristeza.

“Lo siento Hyukjae… pero, no te sientas responsable. Yo puedo cuidar de Donghae…” Hyukjae frunció el ceño mirando a la anciana.

“No es eso umma. Donghae es mi esposo… lo correcto es que esté acá”

“Ya lo sé todo, Hyukjae… y lamento mucho haberte metido en esta situación.” Dijo con gentileza la mujer “Pensamos que sabíamos que era lo mejor para ustedes… pero nos equivocamos. No debimos haberlos forzado a casarse.”

Hyukjae permaneció en silencio.

“No estuve de acuerdo cuando me dijo que había pedido los papeles del divorcio” continuó mirando intensamente al mayor “Para ser honestos, estaba cerca de odiarte… pero él hizo que me diera cuenta que la que estaba mal era yo. Sé cuánto te ama mi hijo, tú fuiste su única fuente de felicidad desde de la muerte de mi esposo. Con sólo mencionar tu nombre mi hijo sonreía, supongo que por ser madre, me volví egoísta. Quería darle felicidad, pero en el proceso olvidé considerar la tuya. No creo que esté feliz si te ve acá Hyukjae, no porque no quiera verte sino porque preferíria saber que estás divirtiéndote.”

Cada palabra que dijo la madre de Donghae hizo que Hyukjae se diera cuenta de lo ciego que había estado al no notar el amor que Donghae sentía por él, pero a la vez pudo ser capaz de ponerle nombre a las emociones que estaba teniendo… estaba enamorado de Donghae. No sabía cómo ni cuándo había pasado, pero Donghae lo había capturado completamente. Sin siquiera saberlo. Miró al menor con dulzura cuando se dio cuenta que éste estaba empezando a despertar.

“¿Hae?”

La madre del menor corrió a su lado… una sonrisa se dibujó en su rostro cuando los ojos de Donghae finalmente se abrieron.

“Umma…” dijo el castaño con la voz ronca.

“Estás a salvo, cariño…”

La mirada de Donghae giró rápidamente a ver sus manos entrelazadas.

“Hae-ah… ¿cómo te sientes?” Hyukjae fijó la mirada en los ojos del menor, encontrándose con con una sin expresión.

“¿Quién eres?” dijo el menor y la sonrisa de Hyukjae se desvaneció.

“Oye, deja de jugar…” dijo tratando de bromear, pero cuando Donghae separó su mano se dio cuenta que lo que estaba pasando era real. Volteó a mirar a la madre de Donghae quien también estaba consternada por la forma en como Donghae estaba actuando.

“Hae-ah… es Hyukkie, tu esposo. ¿No te acuerdas?” preguntó su madre con gentileza.

Donghae negó con la cabeza.

“No lo recuerdo, umma…”

Hyukjae estaba apunto de llorar al escuchar esas palabras. Justo cuando se había dado cuenta de sus sentimientos por Donghae, ahora era el otro el que no podía recordar los suyos. Su corazón se hizo pedazos.

“Iré- vo-voy a llamar al doctor…” se disculpó.

El doctor revisó a Donghae y les comunicó que tenía pérdida de memoria temporal o amnesia. No estaba seguro cuándo regresaría la memoria del menor pero de que regresaría, regresaría. Hyukjae rezaba para que sucediera pronto porque esa mirada sin expresión que le daba Donghae era como una puñalada a su corazón.

*

El silencio inundó la habitación cuando la madre de Donghae decidió dejarlos solos por un momento. A Donghae no le gustaba el sentimiento de ignorar a Hyukjae pero sabía que tenía que hacerlo, de lo contrario, el monstruo dentro de él saldría a la luz. Le rogaría a Hyukjae que se quedara con él, que dejara a Siwon… y ya no podía seguir privando a Hyukjae de su felicidad.

El mayor se atrevió a romper el silencio, si quería que Donghae recordara, tenía que hacer algo. Se acercó a la cama de éste y se sentó en el borde.

“No te acuerdas de mí, ¿verdad?” le preguntó tratando de evitar que su voz se quebrara.

“Lo siento… pero no.”

“No te preocupes… Te ayudaré a recordar…” le dijo sonriendo. “Soy Hyukjae, tenemos la misma edad, pero soy mayor que tú. Llevamos dos años de casados… y lamento decirte que he sido la peor esposa del mundo…” Molesto, Hyukjae se secó la lágrima que rodaba por su mejilla.

“Debí haber sido un pésimo esposo también…”

“No… eras el mejor…”

Donghae estaba confundido, ¿por qué Hyukjae estaba diciendo todas esas cosas?

“¿Nos amábamos?”

“S-sí… Sí…”

“Entonces, no debí haberte olvidado… el amor nunca se puede olvidar, ¿no? No siento nada hacia ti en este momento… así que, probablemente, lo que sentíamos no era tan profundo” mintió Donghae, ni siquiera sabía cómo era capaz de decir todas esas mentiras sin flaquear.

Hyukjae se mordió el labio. La urgencia de decirle a Donghae de que lo amaba con todo su corazón era incontrolable, pero decidió mejor posponer la confesión hasta que Donghae recobrara la memoria… de esa forma podrían sincerarse entre sí.

“Sólo dices eso porque perdiste la memoria… cuando la recobres te darás cuenta de lo enamorado que estás de mí…”

Soy el único que está enamorado… y seré el único.

“No lo sé…”

“Creo que deberías descansar más Hae-ah… Iré a la casa y traére algunas cosas… Regresaré pronto, ¿está bien?”

“Está bien…”

“Donghae… por favor, acuérdate de mi…” dijo antes de dejar solo a Donghae.

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