Título: KJ
Fandom: Real Person
Rating: PG
Spoilers: ¿De Qué? :p
Personajes/Pairing: Kirsten Dunst/Jake Gyllenhall
Notas: Escrito para
ferlocke. Mi primer ff con personas reales, y no estoy especialmente orgullosa de ello :p
Habían visto un bebé. No es que nunca hubieran visto bebés, que estupidez, era sólo que por alguna extraña razón se habían fijado en ese crío, y era le resultaba imposible quitárselo de la cabeza.
Habían ido a pasear, porque a Jake le gusta pasear. “Me gusta que me de el sol”, dice, asi que pasean de la mano, por las calles, por las aceras donde brilla el sol sobre los azulejos, mientras miran escaparates, se cruzan con gente que les reconoce incluso detrás de las gafas de sol, y la piel de ella empieza a enrojecer.
Luego fueron a comer a Sacarello’s, porque a ella le gusta comer allí. Una ensalada, agua con gas; ternera, patatas asadas, coca cola. Comen tranquilamente, charlan, se rien. “Podríamos estar así siempre”, piensan. E incluso puede que sea cierto.
Y entonces ese crío, el de la mesa de al lado, empieza a mirarles y a sonreir. Y la risa es contagiosa y pronto estan los dos haciendoles monerías al crío, poniendo caras raras ( a Jake eso se le da especialmente bien), diciéndole tonterías. Lo miran los dos, arrobados, mientras la madre les sonríe orgullosa, lo saca del carro y lo muestra, casi como un trofeo; les explica lo que come, cuanto duerme, lo bueno que es, los mofletes que tiene el crío.
Se despiden y se marchan, el helado lo toman en otro sitio. “Que monada de crío, que petardo de madre” se rien a solas. Jake rodea su cintura con el brazo y le dedica una sonrisa tan encantadora que no tiene más remedio que besarle. Y entonces, sin previo aviso, le pregunta inocentemente “¿Cómo crees que serían nuestros hijos?”. Ella queda paralizada durante unos segundos, pero luego contesta distraídamente.
“Monísimos, seguro”
Él se rie y se olvida de la pregunta, pero a ella se le queda clavada, y aunque sabe que es una tontería, no puede dejar de pensar en lo mismo. Se despierta mareada en mitad de la noche, soñando con bebés mofletudos, sonrosados y con los ojos de Jake.
“Sus ojos, tendrían sus ojos” piensa medio dormida.
Y no lo dice en voz alta, pero lo piensa. Que aun es muy joven, que tiene tantas cosas por hacer, que le gustan los críos, pero no ahora, y quizás tampoco mañana, o quizás ni siquiera con él.
No dice nada, pero hoy tiene las cosas un poco más claras que ayer.