Siempre he odiado las despedidas y, la verdad, es que no se me dan especialmente bien. Quizás sea porque soy un sentimental y enseguida le cojo apego a las personas y a las cosas. Como ejemplo os diré que soy incapaz de tirar nada de mi infancia. En las incontables "limpiezas" de trastos que he tenido en mis múltiples mudanzas, cada vez que caía en
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Comments 2
Me acabo de meter y me he encontrado estas dos entradas tan melancólicas!! bueno, espero que los superes y que por lo menos si que sigas metiendote por la comunidad.
Besitos!
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