Ambos saben (pero pretenden).
Claim: Suecia/Dinamarca
Advertencias: None.
Rating: T
Notas: Pues nada... se me ocurrió de repente y tuve que escribirlo xD No corresponde a ninguna tabla, sólo lo hice por gusto. Just that.
Ambos lo saben
Suecia conoce a Dinamarca tan bien como a la palma de su mano. Sabe perfectamente de qué lado de la cama duerme, en qué parte del cuerpo se encuentra su punto débil y con qué puede hacerlo sonreír o gritar de ira según sea la situación. Sabe aplacar sus ansias sin la necesidad de tocarle, y sabe lo que significan cada una de sus miradas. Sabe, también, que el otro está al tanto de todo esto. Que ambos saben que en cualquier momento Berwald podría tomar las riendas y obligarlo a hacer lo que se le antoje con un simple movimiento de sus dedos.
Pero del mismo modo se conoce a sí mismo. Conoce lo débil que se vuelve ante aquellos ojos azules y esa sonrisa radiante como el sol, y sabe perfectamente que nunca haría nada para afectar el equilibrio entre ambos. Así que lo deja ser. Deja que lo tome del brazo y que se sitúe encima suyo durante las noches; deja que le llame "esposa" delante de los otros, que lo conduzca por sus caminos y lo convenza una y otra vez de acatar sus deseos y cumplir sus caprichos.
Y así, ambos continúan, rozando las cortinas de su puesta en escena con las yemas de los dedos. Con Suecia inclinando sumisamente la cabeza mientras que Dinamarca finge que es él quien lleva el control en la relación.
Advertencias: None.
Rating: T
Notas: Pues nada... se me ocurrió de repente y tuve que escribirlo xD No corresponde a ninguna tabla, sólo lo hice por gusto. Just that.
Ambos lo saben
Suecia conoce a Dinamarca tan bien como a la palma de su mano. Sabe perfectamente de qué lado de la cama duerme, en qué parte del cuerpo se encuentra su punto débil y con qué puede hacerlo sonreír o gritar de ira según sea la situación. Sabe aplacar sus ansias sin la necesidad de tocarle, y sabe lo que significan cada una de sus miradas. Sabe, también, que el otro está al tanto de todo esto. Que ambos saben que en cualquier momento Berwald podría tomar las riendas y obligarlo a hacer lo que se le antoje con un simple movimiento de sus dedos.
Pero del mismo modo se conoce a sí mismo. Conoce lo débil que se vuelve ante aquellos ojos azules y esa sonrisa radiante como el sol, y sabe perfectamente que nunca haría nada para afectar el equilibrio entre ambos. Así que lo deja ser. Deja que lo tome del brazo y que se sitúe encima suyo durante las noches; deja que le llame "esposa" delante de los otros, que lo conduzca por sus caminos y lo convenza una y otra vez de acatar sus deseos y cumplir sus caprichos.
Y así, ambos continúan, rozando las cortinas de su puesta en escena con las yemas de los dedos. Con Suecia inclinando sumisamente la cabeza mientras que Dinamarca finge que es él quien lleva el control en la relación.