Desde siempre ha habido un tipo de tardes que me ponen nerviosa. No sabría definirlas: son esas en que no hace ni frío ni mucho calor, cuando las sombras se alargan muchísimo en el suelo pero con el sol aún brillando todo lo posible: son las tardes amarillas, como yo las pienso. Es un tipo de tarde muy, muy concreto, que suele darse a principios o
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Comments 1
M ha gustado el texto.
A mi el verano tampoco me gusta demasiao en general. DEmasiao calor..la sociedad t impone que has d pasartelo genial...hacer un super viaje pq sino no son vacaciones..nuse
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