Es una rareza, una extrañeza.
Me siento bien.
Pero me siento mal por sentirme bien.
Estoy tranquila, estoy en paz. Quiero que sea mañana, rendir mi examen final. Me siento rara por estar tranquila. Debería estar ansiosa, comiéndome las uñas, leyendo con toda la capacidad que me sea posible, repasar cada concepto, cada detalle, cada tema grande, cada generalidad. Esto hoy y todos los días anteriores, claro. Pero no. En una parte es pereza, pero en otra parte no quiero. Y en otra parte siento que no. No sé si no necesitar, sólo siento que no. Quiero terminar con ésto. Bien o mal, supongo. Si me va mal, terminar con esto y empezar de nuevo, pero bien. Porque sé que no puedo empezar bien ahora, ahora es lo que tengo y lo que tengo siento en mi interior que va a alcanzar.
¿Pero por qué me siento bien?
Y si me va bien, listo. Ya está. Puedo hacer todo lo que quiera en paz, saber que ya no tengo que hacer esto y... preparar lo que va a ser este año, no sé.
Tengo que esperar hasta mañana.
Hoy siento que no quiero y no tengo ganas de nada. Siento no poder.
Espero que salga todo bien.
No sé si tanta gente diciéndolo me convenció.
Espero que salga todo bien.
Y que no tenga que preocuparme más por esto. Aunque no estoy preocupada por ésto, sino preocupada por no estar preocupada.
Justo necesitaría un abrazo pero justo no estás cuando te necesito. Sólo estás cuando necesito estar sola y leer.
Qué embole.
Que la persona con trisomía me de buena vibra.
Que el pie de suero me que golpeó me de buena vibra.
Y que yo me despierte bien e iluminada.
Que las preguntas sean accesibles o que se dejen leer y responder.
Necesito mañana.
Sólo ahí voy a saber.
AAggggggggggggggggjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjj.
Repito.
AAAKKHFJDFHHHHHHHJJJDDDDDDDDDAarRRRRRRRRRRRRRRRGGGGGGGGGGGGGGHJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJjjjjjjjjjjjjjjjjjj.