El Ritual, capitulo 8.- parte 1

Dec 13, 2010 14:41


Los maravillosos separadores y la preciosa portada son un regalo de Shirleypaz, ¡¡¡¡¡¡¡¡MUCHISIMAS GRACIAS GUAPISIMA!!!!!!!!





CAPITULO 8

La claridad sobre su rostro le hizo abrir los ojos con renuencia, intentó sumergirse en el agradable calor de las sábanas obviando la luz del exterior que le reclamaba a un nuevo día, el día en que todo cambiaría para siempre.

“buenas noches, Jared”

Suspiró, al cerrar los ojos de nuevo, la voz de Jensen surgió en su memoria, un susurro insinuante que casi le acariciaba y que desencadenó un vórtice de escenas bailando en su mente…

Jensen mirándole en el patio con una sonrisa ladeada que ahora tenía mucho más significado, Jensen esperándole con esa expresión medio desafiante en la que se hacia la ilusión de ver un atisbo de anhelo, Jensen provocándole con su actitud mientras se reía de sí mismo, Jensen robándole un beso rápido y retándole después a reclamárselo, Jensen……

Dios, Jensen….

Intentó alejarle de su mente pero fracasaba a cada segundo…
¿Le habría embrujado el hechicero?

Pero si era sincero consigo mismo sabía que no era así, cada vez que algo “mágico ” sucedía a su alrededor lo ”“sentía" como una vibración, ahora solo estaba él, con imágenes del brujo en cada rincón de su pensamiento..

Tres días, solo tres días y no sabía cómo dejar de pensar en él…

Dios, necesitaba tanto despejarse…

“yo lo quiero todo de ti, Jay”

Gimió cansado, empezaba a resultar bochornoso, menos mal que el brujo, que supiera, no leía la mente…

Intentó serenarse y dejar de recordarle, respiró hondo y se levantó para ir al baño…

Pero la bañera le hizo resoplar agotado, en realidad era algo grotesca en su obviedad, pero su percepción exaltada la convertía en escenario de actividades que le hacían temblar de anticipación….

Otra imagen asaltó su imaginación ya bastante acalorada, Jensen arrinconándolo contra la pared de su cuarto, la noche en que había ido a buscarlo, Jared se llevó inconscientemente la mano a los labios y al reparar en ello se sintió ridículo.

Recordaba sus ojos dilatados mirándole con fijeza en la penumbra y el roce de su mano en su mejilla, enjuagando sus lágrimas…

“buenas noches Jared”

¡Era exasperante! No podía expulsarle de su mente…
¿porque nunca te contaban esta parte de enamorarse? Te mostraban la euforia algo alocada, el júbilo inconsistente, pero nada de la desagradable vorágine de emociones focalizadas en una única persona, de ese tiovivo de necesidades y deseos que te asaltaban, de las dudas y miedos que se convertían en tu modo de razonar...

Lo había ahuyentado por motivos que seguía sin tener claros, pero viendo como su obsesión crecía a tal ritmo vertiginoso probablemente había sido lo más sensato.

Mientras se duchaba no logró tampoco apartarle de sus pensamientos, una parte de sí mismo le deseaba tanto que resultaba casi insoportable, otra estaba tan asustada de mostrárselo que solo deseaba ocultarse de él.

Sentía el agua cayendo por su piel y cerró los ojos dejándose llevar por las sensaciones mientras su mente traicionera lo traía una y otra vez a su conciencia…

Jensen mirándole de ese modo entre desafiante e irónico que le subyugaba , Jensen lleno de calidez hablándole de algo que apreciaba…

…sus labios en los suyos, su lengua en su boca…..

El recuerdo del beso le asaltó los sentidos, repentinamente, apoderándose de todo lo demás…

Jared gimió sofocado y casi sin pensarlo comenzó a acariciarse sin dejar de pensar en él, pero incluso después de que el orgasmo lo sacudiera seguía sintiéndose caliente y excitado

Cada minuto que pasaba su necesidad física de él se transformaba en un hambre sorda y apremiante, empezó a pensar que si continuaba negándose su propio apetito por él, éste se convertiría en una obsesión patológica, y en cierto modo eso resolvía sus dudas.

Aunque no solucionaba sus temores, las promesas que su cuerpo le hacía cada vez que se rozaban le aseguraban que su ansia no se calmaría con unos cuantos revolcones, iba a necesitar mucho de él antes de saciarse….si es que eso llegaba a suceder.

Se dejó caer en el suelo de la ducha mientras miraba impotente la bañera en el centro del cuarto, un pequeño recuerdo de lo que Jensen quería de él, y Jared meneó la cabeza, agotado, no iba a salir bien parado de aquello…

Tres días antes había entrado en su cuarto ignorando lo que desataría en sí mismo, pero ahora comprendía que aquellos dos años intercambiando miradas habían creado un vinculo entre ellos, un vinculo que se reforzó día a día, con cada mirada y cada sonrisa velada compartida, y ese lazo se convirtió en algo nuevo en cuanto él rompió la distancia tácita entre ellos.

Desde el instante en que había entrado en su cuarto y Jensen le había mirado algo cambió, nunca habían sido realmente extraños el uno para el otro, pero entonces se convirtieron en otra cosa, algo que aún no habían logrado definir.

Y aquel anhelo que era necesidad, tan acuciante como profunda, crecía de forma exponencial en él, haciéndole temer que acabaría por cubrirlo todo, que ya no quedaría ni un solo retazo de él, que todo sería solo Jensen….

Cerró el agua y secó su piel intentando pensar en el largo día que le aguardaba, pero una y otra vez él regresaba, mil y una maneras en las que Jensen le miraba, o sonreía, o simplemente existía…

Enamorarse así de alguien que no quería sentir era tan kamikaze y estúpido que Jared se preguntó si no tendría una de esas personalidades infantiles que solo eran capaces de desear lo que no podían tener.

“tengo una curiosa manera de frustrarme a mí mismo”

Las palabras de Jensen le hicieron sonreír por lo precisas, pero pronto eso dio paso a la frustración. No tenía remedio ya, no sabía cómo extraerle de su mente, sucediera lo que sucediera esa noche durante el ritual, y lo que pasara después ya era tarde para él, se había enamorado como un idiota en el espacio de unos días, y ni el ritual que quizá cobraría su vida ni el peligro para la vida de su hermana, nada lograba borrar el recuerdo del brujo. Se sintió derrotado.

Miró la puerta que separaba sus habitaciones de las de Jensen y la urgencia por abrirla y buscarle fue apremiante.

Se encontró a sí mismo con la mano en el pomo y la miró inquieto, no podía fiarse de sus instintos ya que parecían empujarle hacia él sin que pudiera controlarlo.
Retiró la mano y apoyó su oreja contra la madera de la puerta pero al otro lado solo le respondió el silencio.

Cerró los ojos, que solo hubiera eso separándolos, una delgada puerta de madera, algo que podía quebrarse con tanta facilidad en realidad.

Jared se rió de sí mismo con cierta amargura, estaba perdiendo el tiempo.
Le esperaba un día complicado, no podía seguir dándole vueltas a las oportunidades perdidas, anoche había rechazado la oportunidad de experimentar lo que ansiaba, tendría que esperar hasta después del ritual para tener otra ocasión.

Decidió vestirse y pensó con una sonrisa en bajar a reunirse con las criaturas mágicas del lugar, entonces observó perplejo la ropa sobre el sofá, la noche anterior había olvidado ir a recoger ropa de recambio, pero ahora encontraba unos vaqueros, una camisa y ropa interior, todo nuevo, e idéntico a los usados, doblado junto a estos.

La atención de Jensen a los detalles era abrumadora, su mente traicionera, y al parecer monotemática, pensó en cómo se traduciría eso en el terreno sexual y sufrió tal sofoco que necesitó pensar en el súcubo para calmarse

En todo caso había algo en esa actitud de Jensen que le preocupaba, ese afán por mantener el control y hacerse cargo de todo le hacía pensar en su pasado, sospechaba que aquella era otra de sus barreras, el modo en que había aprendido a lidiar con lo que no podía controlar, y ahora que lo experimentaba Jared comprendía que no había nada controlable en amar.

Solo si conseguía que perdiese el control podría atisbar un camino para llegar a él, mientras continuara dominando cada situación, y Jared continuara delegando en él, , no lograría alcanzarle.

En cierto modo superar el ritual, salvar a Megan y destruir al monstruo parecía mucho más sencillo que derrumbar sus muros.

Eso le hizo mirar a su alrededor y una emoción cálida se apoderó de su ánimo, un Jensen pensando en qué cosas podrían gustarle, buscando agradarle, le hacía sentir esperanzas a pesar de lo premeditado y calculador que había en ello.

Quizá podía conformarse con el modo casi delicado en que le trataba, una vez fuera uno de ellos probablemente no tendría muchos rivales, o al menos esperaba que no hubiera una recua de seres mágicos interesados en Jensen aunque tampoco parecía imposible.

Pero la imagen de sí mismo perpetuamente tras Jensen esperando que éste sintiera lo mismo por él le resultó de nuevo tan patética que comprendió que jamás se conformaría con eso, por mucho que intentara convencerse de lo contrario.

Lo quería de verdad en su vida, romper sus barreras y sentir que le necesitaba por algo más que la atracción sexual que latía entre los dos, necesitaba sentir que le importaba, y que podían tener algo juntos

Suspiró, había planeado despedirse de la gente que más le importaba a lo largo del día, por si el resultado no era favorable, pero se preguntó si tendría ocasión de despedirse de él, de repente el tiempo parecía tan escaso, si moría esa noche nunca tendría oportunidad de descubrir si eran un espejismo o podían convertirse en una realidad.

Tomó las cartas dirigidas a su padre y a Chad, quería dejárselas a Jensen, y entonces casi sin pensar se sentó a escribir una tercera, para él.

Si no lo lograba, quizá no tendría oportunidad de decirle nunca lo que sentía por él, y quería que le recordase como alguien más que el chico que le había reconocido y al que deseaba, quería que supiera que alguien si le había amado, que supiera que él le había amado.

No le llevó mucho tiempo acabarla, todo lo que quería decirle fluyó con suma facilidad y después se sintió un poco avergonzado, todo lo que le había escrito le hacía sentirse vulnerable pero pensó que si estaba muerto su orgullo no se resentiría demasiado y si sobrevivía esperaba poder decírselo directamente él algún día y la carta no sería necesaria.

Después las guardó en el escritorio y se levantó para bajar al piso de abajo, antes de abandonar el cuarto lanzó una última mirada a la puerta cerrada.




Caminaba por el pasillo casi sin mirar a su alrededor pensando en lo que le esperaba abajo cuando sintió físicamente su mirada sobre él, se giró y allí estaba, mirándole desde el fondo del pasillo.

Contuvo el aliento, ¿siempre había sido tan guapo? Oh por favor, ¿podía ser más ridículo?

Jared no se movió, casi temeroso de que pudiera ver en su rostro el modo en que se había recreado pensando en el.

Le vio avanzar despacio en su dirección a través del pasillo, y mientras lo hacía reparó en que volvía a estar descalzo, por algún motivo le resultó excitante, como si eso denunciara que había algo indómito en él pese a las apariencias.

Jensen se detuvo a pocos pasos de él y le miró recorrer su rostro con cautela, como tanteando su estado de ánimo.

- No había pensado en que pudiera asustarte - le soltó entonces, desconcertándole momentáneamente

-He pensado en ti tantas veces estos dos años…-Jared le escuchó intimidado, su voz le hablaba en un tono bajo que convertía sus palabras en algo todavía más intimo.

-Nunca me planteé que no sintieras la misma atracción, lo leía en tu mirada, aunque tú no lo entendieras, yo si podía- Jared intentó tragar pero sentía la garganta seca y la lengua espesa.

- Pero nunca tuve en cuenta que, cuando al fin estuvieras cerca, te asustaría con mis... deseos- su tono era de disculpa- es lógico que te inquiete, siendo la primera....-vaciló como si temiera ofenderle- a veces soy pasmosamente insensible, ¿eh?- le sonrió algo cohibido, como si su conducta le avergonzase, y aunque le tomó por sorpresa, le gustó el modo en que le sonreía, le transmitía confianza.

Obviamente sintió como se sonrojaba, la expresión de Jensen se volvió casi tierna al verlo y Jared se exasperó, su ternura era más de lo que podía tolerar a aquellas horas, en cierto modo quiso cambiar el balance y llevarlos a un nivel menos íntimo emocionalmente, más adulto, y ni siquiera pensó lo que eso podría suponer.

-Sé que nunca me harías daño- le aseguró sintiéndose incómodo por decirlo- pero supongo que no puedo evitar algunos temores al respecto- por el calor que notaba en sus mejillas sospechó que no había resultado “muy adulto” hablar con la cara completamente ruborizada.

Le vio morderse el labio inferior en un gesto tan atractivo como sugerente, lo cual le dejó claro que su cerebro no era capaz de dejar de ver insinuaciones sexuales en cada gesto de Jensen, claro que era también muy probable que éstas fueran reales.

Jensen parecía meditar algo y le miró especulativamente, como si calculase cuanto podía tolerarle:

-Jay…- Sus ojos brillaban mas verdes que nunca y Jared se descubrió focalizando toda su atención en el modo en que las pecas del brujo resaltaban en la palidez de su piel porque se habían convertido en lo más inocuo de su rostro, y no podía verle a los ojos después de oírle decir ESO.

-Sé que soy algo dominante contigo, pero no tengo la mas mínima intención de limitarnos a un único rol, y eso incluye follarte tanto como que me folles- se inclinó hacia él como si temiese no ser escuchado, lo cual era una tontería porque Jay no habría podido dejar de escuchar nada de lo que dijera en ese momento aunque tuviera a su lado una locomotora, pero quizá solo quería ponerle más nervioso, ya que era el tipo de cosas con las que parecía disfrutar.

-Jay, mírame-le pidió y Jared lo intentó, de veras que lo hizo, pero estaba tan cerca de él y sus palabras le habían hecho tal efecto que no pudo sostenerle la mirada y escuchó su sonrisa divertida más que verla.

-Sé que no tienes experiencia Jay y quiero enseñarte, si me dejas, y el mejor modo de hacerlo es mostrártelo- su voz se había vuelto tan espesa que Jared notó cómo se endurecía solo escuchándolo, se sintió tambalear pero Jensen era lo único a lo que podía sujetarse y no podía tocarle en ese momento o haría algo muy ridículo, estaba seguro

-Estoy deseándolo Jay, mostrarte como tu cuerpo debe estar dentro del mio -Jared jadeó sin poder evitarlo maldiciéndole por dentro por ser capaz de encenderle de ese modo, y se movió hacia él, tan excitado que la idea de quemar el bosque entero o incluso el pueblo le resultaba bastante indiferente, había dicho algo de una burbuja, ¿no? Ni el hecho de que estuvieran en mitad del pasillo le importó, lo único que le detuvo fue que Jensen se había alejado de él de ese modo algo sobrenatural que tanto le irritaba y perseguirlo resultaría bastante grotesco.

Le miraba a un par de metros observando con expresión taimada su abultada entrepierna, pero seguía incitándole con la mirada, y Jared miró hacia la puerta tras Jensen, la puerta que conducía a la habitación del brujo, porque toda la sangre de su cerebro había descendido de golpe y no era capaz de pensar en nada que no fuera “tu cuerpo dentro del mío”

La voz de Lauren los alcanzó como un jarro de agua fría, la mujer le llamaba y su voz aproximándose a ellos hizo que su erección descendiera notablemente ante el temor de ser visto por ella en esas condiciones mirando a su hijo como si fuera un pastel o algo igual de apetitoso.

La cabeza de Lauren surgió de las escaleras y le instó a reunirse con ellas, informándole que ya habían preparado todo y que tenían que hablar sobre los pasos precisos antes de que regresara al hospital.

Jay asintió intentando no mirar a Jensen, en cuanto el sonido de sus pasos volvió a alejarse pensó en ir un segundo a su habitación y probar con agua helada, o directamente meterse la polla en un congelador.

-Mi madre está convencida de que me he colado en tu cuarto esta noche, lo cual hice sin mayor resultado-recordó regocijado la voz del brujo- así que si llegas mal vestido y sofocado ni levantará una ceja- Jared lo miró perplejo, y algo esperanzado, ¿Le estaba insinuando…?

Jensen seguía donde estaba pero podía escucharle perfectamente:

-Lo decía por eso- le señaló la aparatosa erección que había vuelto a alzarse orgullosa estrechando sus pantalones- seguro que puedes encargarte de ello antes de bajar….

Se acercó a él provocando que Jared se quedara estático y expectante, sin embargo se limitó a pasar por su lado sin rozarle siquiera, no pudo evitar sentirse decepcionado, pero justo antes de alcanzar el principio de las escaleras se giró para mirarle con diversión

-¿o quieres que te eche una mano? -Jared estaba seguro de que su mirada le estaba fulminando enojada pero Jensen parecía gozar irritándole, y por un segundo estuvo a punto de decirle que sí, pero ellas le esperaban en la cocina y sabía que no sobrevivirá al bochorno de que volvieran a buscarle y le encontraran en su cuarto con Jen….uff, intentó no pensar en cómo podrían encontrarles exactamente o le daría exactamente igual que les encontraran, así que meneó la cabeza y le vio alejarse con un gesto risueño, y una sonrisa satisfecha.

Le llevó casi diez minutos de pensamientos grotescos y desagradables conseguir que “aquello” se calmase un poco,y cuando al fin se acercó a la cocina lo hizo deseando malévolamente que la noche anterior Jensen hubiera pasado por el mismo problema, y que hubiera resultado igual de doloroso.

Le sorprendió lo rencoroso que podía llegar a ser en ese aspecto, pero lo que el brujo había hecho tenía un nombre muy claro, ya que sabía perfectamente que le esperaban.

Aunque cuando logró serenarse un poco pensó que en cierto modo solo le había mostrado que su deseo era mayor que su miedo, y también había logrado tranquilizarle lo suficiente como para que su mente solo pudiera concentrarse en una cosa, no pudo evitar sonreír al pensar en ello, la astucia de Jensen para llevarle a ese estado de ánimo concreto, totalmente "receptivo", era sorprendente.

Le había subestimado por la noche, pero por lo que le había dicho al verle, era obvio que había estado pensado en ello, y que había comprendido que se había precipitado, aunque fue un alivio entender que Jensen lo achacaba a sus dudas de primerizo y no a las de enamorado, eso le daba cierto margen de dignidad, por muy escaso que fuera.

Entonces reparó que Samantha y Lauren llevaban un buen rato hablando y no había escuchado nada realmente, enrojeció sofocado, aunque por lo que entendió estaban explicándole las razones del obligado ayuno, respiró aliviado de que no fuera nada mas importante, todo el asunto con Jensen estaba escapándosele de las manos e interfiriendo en lo que tenía que hacer.

Samantha le entregó entonces una bolsa de piel con varias bolsitas de infusión dentro.

-Las he preparado yo, son lo único que puedes tomar, agua, caliente o fría, y esto, nada más, ninguna otra sustancia orgánica de ningún tipo -Jared asintió- preparará tu mente y tu cuerpo para la prueba.

Ya se había mentalizado sobre el ayuno ritual pero sospechaba que le iba a resultar muy duro. Entonces advirtió las palabras que ella había escogido y se ruborizó como la grana, la naturalidad y permisividad con la que aquellas mujeres acogían su relación con Jensen le resultaba algo incómoda cuando le sobresaltaban con comentarios así.

Intentó alejar de su mente la imagen que esas palabras pusieron en su cabeza pero notó sus mejillas ardiendo un buen rato más y pensó que esa familia parecía decidida a que sufriera una combustión antes de que lograse realizar el ritual.

Concentró entonces toda su atención en la explicación que le daban sobre los pasos del ritual, aunque ya le habían explicado someramente el mismo esto era distinto.

Tenía que prestar atención ya que cada gesto tenía que ser preciso y un error podía conducirle a la muerte.

Memorizó cada fase, pero a medida que conocía los detalles se fue relajando, en realidad le resultaba familiar de un modo muy peculiar, como si le relatasen el argumento de una película que había visto de niño o lo hubiera leído en algún libro.

-Eso es tu conexión con la Memoria del mundo , lo que nosotras llamamos Memoria Madre , conoces el rito ya, solo tienes que recordarlo- le aseguró Lauren y Jared pensó en el lugar entre mundos y en la realidad física del mismo.

Samantha intentaba explicárselo:

-Solo tú estarás “físicamente” allí, es tu sangre lo que abre la puerta, nosotros te guiaremos como sombras proyectadas, pero el camino debe ser un sendero solitario siempre, asi que lo harás solo en realidad- Jared la escuchaba intrigado, en cierto modo sabía que tenía que estar asustado pero lo cierto es que se sentía eufórico y emocionado ante lo que le aguardaba.

Toda su vida había deseado poder vivir algo así, un desafío de esa envergadura.

La idea de estar solo lejos de inquietarle le tranquilizaba, ya que solo él estaría en peligro si se equivocaba en algún punto.

-Esa puerta no se abre fácilmente, la sangre de alguien como tú es la llave-

Continuaba Samantha y eso despertó su curiosidad:

-Eso significa que tu sangre o la suya,- miró a Lauren- ¿no servirían?-

Ella lo negó con una sonrisa

-Ah, no, nosotras ya estamos en esa orilla, no hay modo de cruzar de regreso, nuestra sangre nos llevaría al otro lado, no al lugar de en medio, igual que la sangre de un mortal común no le lleva sino a este mundo, o al último, en todo caso- Jared digirió eso, tenía tantas preguntas sobre la naturaleza de las realidades pero ya tendría tiempo para ello, ahora lo importante era comprender que todo lo que sucediera allí sería real y que tenía que ser cauteloso o quedaría atrapado.

Un Jensen particularmente silencioso había irrumpido en la cocina mientras su abuela hablaba, Jared le miró sin poder evitarlo, y este añadió intrigándole:

-En realidad alguien de nuestro lado si puede entrar en el lugar entre mundos, hay tres modos de hacerlo….- Jared lo miró interesado pero el hechicero no añadió mas, tomó un café solo y se alejó con la bebida hacia al aparcamiento tras decirle que le esperaba allí para llevarle al hospital cuando estuviera listo.

Jared consideró que salir corriendo tras él sería demasiado patético así que se contuvo y miró curioso a la anciana, lo que Jensen había dicho había despertado su curiosidad y ésta se agudizó ante la expresión contrariada de la mujer.

-Es algo que nadie hace, no usualmente….- le aclaró- verás Jared, ese lugar es como un nexo, un vórtice de donde surge toda realidad, nada que no sea un dios o algo equivalente puede habitarlo sino temporalmente, por ello las almas olvidadas en ese limbo se pierden para siempre, y los que habitamos a uno u otro lado de ese lugar no debemos cruzar….-sus palabras solo le hicieron prestar más atención

-¿Por qué? - le preguntó haciendo que la mujer le mirase con cierta inquietud, como si Jared resultara no ser lo que esperaba y estuviera revelando una personalidad preocupante, pero aun así le respondió

-Verás, quizá has pensado en ello como algo material, algo tangible pero no lo es, aunque hablamos del “otro lado” no estamos hablando de otro lugar físico sino de mirar este mundo desde otro lado, igualmente ese lugar al que irás no es realmente como un puente entre dos lugares diferentes, sino que habita en el corazón de toda la realidad, es como otro nivel….-

Intentó ayudarla a expresarlo:

-¿Algo como otra dimensión? -sugirió

Ella pareció planteárselo

-En cierto modo, aunque es un lugar de donde surge todo lo real y al tiempo se mantiene al margen, es un axis mundi (un eje del mundo), un centro, en esa tierra se oculta la fuente de toda vida y toda magia, es un lugar peligroso, un lugar donde moran dioses, algunos no benévolos, y seres igual de poderosos pero mucho más peligrosos ….las criaturas mágicas son como luces allí, como faros en la oscuridad, algunos de esos seres nos cazarían…-se sobresaltó al oírlo pero ella le tranquilizó enseguida

-El rito de paso es sagrado, ha sido establecido así desde tiempos inmemoriales, ninguna de esas criaturas interrumpirá tu camino, la fuerza que rige el lugar protege a los peregrinos que lo cruzan, el peligro si lo hay vendrá de ti, no de ellos- aceptó lo que escuchaba cada vez más interesado en aquel lugar- pero nada resguarda a ninguna otra criatura que ose entrar sin haber sido invitado…- le miró- el ritual te ampara, es tu invitación por así decirlo, pero puede servir para que otros entren-

-Cuando tu sangre abra el portal seguirá abierto hasta que lo vuelvas a cruzar, o ya no ...puedas volver -añadió titubeante- entonces cualquiera de mi lado solo tiene que ofrendar su sangre y podrá entrar, pero eso sería una locura,

-Jensen dijo que había tres formas- ella miró a Lauren que había guardado silencio y al fin suspiro como si detestara contarle aquello pero no encontrara el modo de evitarlo.

-Hay viejas leyendas sobre eso….Jensen siente fascinación por esas historias pero es peligroso, la palabra tiene su propia magia y nombrar lo que es tan antiguo y poderoso puede ser arriesgado-le advirtió.

Guardó silencio un momento antes de añadir.

-Hay otro modo, claro, el obvio, y es morir, todos cruzamos por allí para ir al último lugar, no solo hay dos orillas en esa tierra-asintió, se lo esperaba.

-¿Y la tercera? - insistió, no entendía porque le parecía importante pero lo hacía, sentía un impulso extraño, casi ajeno a sí mismo, como si algo dentro le empujara, quería saberlo.

Samantha parecía disgustada por el rumbo de la conversación y Lauren lo miraba sorprendida, y fue ella la que habló

-Jensen hizo lo mismo, no paró de preguntar hasta conocer esa historia, no entiendo porque ambos parecéis compartir esa curiosidad, solo son viejas leyendas, ya no significan nada-

Parecía inquieta pero Samantha pareció tranquilizarse entonces y Jared percibió que aunque la anciana era poderosa tendía a usar la razón con mayor frecuencia que su hija, mientras que esta escuchaba más la intuición, y por eso el atisbo de temor en ella le preocupó.

Aunque ¿que podía significar sino que ambos, Jensen y él, tenían inquietudes similares?

Samantha pareció verlo así y con una sonrisa complacida, ya que descubrir un nuevo vinculo entre ambos le agradaba de modo obvio, le respondió y Jared sintió algo extraño mientras la escuchaba, había notado como una familiaridad mientras le hablaba del ritual pero esto era distinto, era más visceral y por algún motivo le recordó la primera vez que vio a Jensen y aquel destello de poder salvaje y atávico que había percibido entonces en él.

Ella hablaba y algo dentro de él casi cantaba, como si una vieja leyenda susurrara en su oído, pidiendo ser contada del modo adecuado, y esas no eran las palabras, pero se le aproximaban….

-Hay viejas historias sobre ello, de uno y otro lado, historias que ya solo se cuentan al fuego de una hoguera, como viejos mitos, pero mi familia sabe que no lo son, siempre hemos sido, desde que tenemos memoria de ello, seres de la otra orilla, y antaño esas historias no eran secretas, las escuché de boca de mi madre y ella lo escuchó de la suya- un aleteo suave le rozó pero no atendió, aquello…. había algo allí, algo que le incumbía…

-Esa vieja memoria hablaba de reyes que eran su reino, si el rey moría la tierra moría, si el rey era justo su reino florecía, si el rey enfermaba su tierra lo hacía, si el rey reinaba justamente, su reino era bendecido….-Jared suspiró, tenía la extraña sensación de que lo que le estaban contando era algo vital para él, y aunque le desconcertaba no podía dejar de escuchar.

-Y había un lugar, un lugar lejos del mundo- le miró y Jay comprendió qué hablaba del sitio en el medio- donde el rey era puesto a prueba, donde un árbol sagrado llamaba a su rey para que se enfrentara a sí mismo en tiempos de penuria, el árbol le llamaba para morir encadenado a su tronco y parar la catástrofe que asolaba su reino… solo así, a través del sacrificio de su señor podía su tierra renacer, su deber era sobrevivir tres días a la ordalía del árbol, allí sufriría la muerte por el agua, el viento, el fuego y la tierra, durante tres días -Jared le escuchaba embelesado, mientras el aleteo se incrementaba lejano y sordo, y una parte de él pensó irreflexiva que algún ave se acercaba.

-Si llegaba vivo al amanecer del tercer día su reino volvería a vivir, la tierra daría de nuevo fruto, los animales tendrían crías, el cielo volvería a llover, se detendría la agonía de la tierra moribunda….así fue siempre, el rey daba su vida por su tierra, los antropólogos lo consideran un mito de fertilidad, aunque en realidad es mucho más que eso- asintió, lo sabía , era mucho más que eso…

-¿Siempre morían en el árbol?- le preguntó intrigado.

-En realidad sí, aunque siempre hay una salida, una oportunidad de sobrevivir, si lo hicieran su carne se convertiría en la carne de la tierra de un modo mucho más literal, de un modo mágico , se convertirían en dioses, dioses que caminarían sobre la tierra…pero nunca lo hacían- le miró apenada, como si esas muertes fueran un recuento en alguna lista personal.

-Morían en sus ramas y el reino era bendecido y su heredero tomaba su lugar hasta que volvía a suceder…. Pero no siempre eran reyes los que acudían a la llamada, era su prerrogativa enviar a alguien en su lugar, otro de los nuestros….el rey del verano le nombraban, mas tarde recibió muchos nombres distintos, pero siempre era sacrificado para que la tierra renaciera…con el tiempo se convirtió en un rito de cada primavera, y siempre era escogido entre los nuestros…-

Entendió el pesar en su voz:

-La esperanza de muchos era sobrevivir tres días a la muerte en el árbol, tres días y su sacrificio daría pie a un nuevo ciclo, pero si moría antes no serviría de nada, no llovería, o los campos no germinarían, el sacrifico no sería aceptado, su agonía era el origen de la vida y tenía que durar tres días, si no lo lograba otro era llamado en su lugar, dicen que así desapareció la vieja estirpe, pero todo ser mágico puede ser admitido allí, aunque eran pocos los que lograban, llegar al final de la ordalía, era un honor conseguirlo, los descendientes de aquellos que llegaban al tercer día eran bendecidos por todos, considerados tan sagrados como el que moría por ellos, en cierto modo muchos morian no solo por sus pueblos sino para salvaguardar a toda su estirpe-

“morir por ellos” Jared parpadeó confuso porque esas palabras despertaban un eco en él, “morir por otro ” parecía algo inmenso y sin embargo era tan sencillo elegirlo, no lo había pensado ni un solo instante en hacer otra cosa por su hermana, y sabia que lo haría gozoso por Jensen.

-Los mitos decían que si sobrevivían al tercer día el árbol les convertiría en dioses, y algunos reyes se tomaron eso como un testimonio no escrito de que cualquier rey tenía en sí mismo el potencial para serlo- le explicó Samantha con acritud, lo entendió, vulgarizar así algo tan sagrado resultaba indigno

-Pero la muerte en el árbol era la respuesta y el final, y nunca hubo un dos veces nacido ,o al menos ya no se conserva la memoria si lo hubo,que yo sepa ningún mortal sobrevivió-concluyó ella.

“nunca hubo un dos veces nacido”

La palabra le turbó, como si intentara recordar algo….algo que se le escapaba aunque lo tenía delante pero no lograba aprehenderlo….

“la muerte en el árbol durante tres días”

Tembló, un escalofrío le recorrió ominoso y sintió de nuevo la urgencia de correr y asegurarse de que Jensen se encontraba a salvo, como si aquello no fuera una vieja leyenda sino una amenaza directa.

-Ahora se cree que era algo simbólico pero no lo era, el árbol recoge siempre sus tributos, cada uno de los ofrecidos era aceptado en el axis mundi y su ordalía era real, mientras su pueblo le miraba marchitarse ante sus ojos, el rey del verano ocupaba el lugar de una estirpe casi extinta, porque los reyes sagrados eran criaturas raras incluso entre los seres mágicos y no había suficientes para el sacrificio- había algo de ironía en su tono, pero Jared pensó que era un intercambio justo, la muerte de uno por la vida de muchos, no pudo evitar pensar que sería un honor irse de ese modo.

-Era un honor morir así- sus palabras le sobresaltaron al coincidir con su pensamiento- entregar tu vida por la de tu pueblo, los reyes sagrados eran bendecidos, pero con el tiempo eso se pervirtió, los reyes dejaron de acudir, y mucho mas tarde incluso dejaron de escuchar…-

El sonido de sus alas era ahora tan audible que Jared se giró buscando quien lo producía:

- Enviaban a otros, pero es algo voluntario, los que eran obligados nunca sobrevivían más allá de unas horas y el jardín del árbol se cubrió de la sangre de los que le sacrificaban por la fuerza, pero no servía…esa es la tercera manera, si el árbol te llama, a aquellos con sangre real, o los elegidos para morir en lugar del rey -

“tenía que ser un sacrificio real, desear morir por la vida de otros”

Los escuchó sorprendido, ellas no parecían notarlo, aunque Jensen había dicho que los oía. Había soñado con ellos antes pero nunca había escuchado sus voces en el mundo real. Ni siquiera ahora creería que era otra cosa que un juego de su mente si Jensen no los hubiera nombrado.

Prestó atención pero guardaban silencio ahora, como si también ellos escucharan las palabras de las dos mujeres. Necesitaba saber más del ritual pero se prometió a sí mismo que le preguntaría a Jensen por ellos, parecían ser algo más que criaturas del sueño pero no podía estar seguro, ni siquiera estaba seguro de sus nombres antes de escucharlos en labios de Jensen, y sin embargo, al escucharlos, había sentido que eran los correctos, y les había recordado como habitantes habituales de su mundo onírico.

-Ese lugar está en la tierra por donde cruzaré pero el árbol del que hablas…¿Que es?- tanteó Jared y Samantha replicó:

-te hablé de una fuente, en la mayoría de los relatos la fuente de todo tiene la forma de un árbol sagrado, algunos mitos creen que sostiene el mundo, otros que ES el mundo, en realidad no importa, porque es el origen de todo lo vivo, siempre lo ha sido, hay puertas para llegar a ese lugar en el interior de cada criatura viva, pero siempre está ahí, siempre, y todo lo que existe surge de ahí, es como un mito viviente, podrías llamarle Dios, o podrías decir que es algo que nos crea al tiempo que lo creamos, como un eterno ciclo infinito, la realidad misma surge de ese lugar, y ahí nacen y mueren los dioses de los hombres, entregando su vida al árbol…-

La voz de Samantha le alcanzó insidiosa asustándole, porque da algún modo su voz se había fundido con la de ellos, como si de su boca estuviera surgiendo una leyenda viva, se sobresaltó:

-Un árbol cuyas raíces cubren el mundo, cuya copa crea el cielo, pero es algo muy diferente a la magia, algo ingobernable, atávico y peligroso….no es el tipo de poder que alguien pueda controlar, el árbol crea dioses, y toma la vida de uno por la de muchos, así fue antaño, hasta que la estirpe sagrada de los reyes se extinguió, hace ya mucho tiempo y los hombres olvidaron el rito, aunque continuaron los sacrificios ya no recordaban porqué…-

Los cuervos casi gritaban en su oído

“los hombres murieron muchas veces de hambre mientras el árbol lo contemplaba impotente, pero las leyes rigen, las formas, reglas que cumplir, rituales que no podían variar, sin una vida ofrecida no podía intervenir, y el árbol sufría por las vidas que no podía salvar…."

el árbol... algo antiguo, poderoso y ancestral…

Se estremeció, ¿Por qué había visto eso en Jensen la primera vez que le vio?

Los escuchaba muy dentro de sí mismo, como un eco de una leyenda inmemorial que siempre había conocido, casi pudo verle ante él, un árbol asombroso, tan vivo en cada una de sus partes como en el todo, un árbol cuyas raíces cubrían un enorme jardín, en el centro de todos los mundos, un lugar que era fuente de todo lo vivo, de toda la magia.

Jared jadeó, los cuervos susurraban muy lejos… hablaban del viejo árbol, del lugar en el que los mundos se cruzan, donde la tierra yerma gemía, moribunda y suplicando a su madre… y una emoción le cubrió sorprendiéndole, compasión, piedad por algo tan poderoso pero impotente…algo que dependía de la voluntad y el sacrificio de otros para poder actuar….

Se estremeció, subyugado, intentando desprenderse del extraño hechizo que había caído sobre él.

Magia antigua, tan antigua que no era ni magia, sino algo más esencial, algo innato en el mundo, y una fuerza arcana en el centro de todo…

Se sintió mareado, como si un presagio aciago latiera en ello, y por un instante miró hacia la puerta que conducía al exterior, como si quisiera asegurarse de que Jensen estaba seguro allí fuera, porque no lograba desprenderse de la sensación de que había una advertencia en el susurro de los cuervos, los había escuchado en contadas ocasiones, y en cierto modo sospechó que no debía mencionarlos, pero que el hecho de que él y Jensen pudieran oírlos era en sí mismo un aviso

“yo también escucho los cuervos jay, Recuerdo y Memoria son sus nombres, que ya casi nadie recuerda en ninguna orilla”

Aturdido el mareo se intensificó e identificó la sensación, era lo que había sentido la primera vez que le había visto, la sensación de que “algo no debía existir en el mundo”

Jensen….

La voz de Lauren le sacó de su ensimismamiento

-Solo son leyendas Jay, he asistido en otro ritual y he oído hablar de muchos mas, nadie va a ese sitio sin ser llamado y hace siglos que nadie puede escuchar esa llamada- le tranquilizó

Asintió y Samantha suspiró para cambiar de tema y continuar con las instrucciones, y aunque le prestó atención solo lo hizo parcialmente, en cierto modo intuía que no tendría problemas con los pasos del ritual, en última estancia los cuervos se lo recordarían, porque podía sentirlos suspendidos sobre su hombro y parecían asegurarle que no iban a abandonarle hasta que cruzase, como si le protegieran, se preguntó si Jensen los sentía así todo el tiempo, a su lado, susurrando y guiándole.

Entonces algo dicho por Samantha atrajo su atención inevitablemente:

-Siempre hay una parte física y real, claro...lo primero es limpiar el cuerpo para el nuevo nacimiento, un baño ritual, tu guía al otro lado te ayudará con eso- Jared se quedó paralizado al escucharla....”seré el tercer guardián, te guiaré al otro lado” intentó no sufrir un vergonzoso ataque de pánico al oírlo, desnudo ante un Jensen con una copa con la que tenía que lavar cada rincón de su cuerpo…

La miró como si ella hubiera hablado en un idioma desconocido, y en cierto modo era así, aquella era una idea inconcebible, ni siquiera estaba seguro de que pudiera montar en la moto con él sin empalmarse, lo que ella sugería ya era ridículo por imposible…

-Puedo bañarme solo-les aseguró algo aturullado - llevo haciéndolo muchos años- Ellas le miraron risueñas.

-No es como cualquier otro baño, Jared, y debemos seguir los ritos, el primer guardián te entregará las monedas para cruzar, y será quien te lleve al lugar indicado para el paso.-comenzó Samantha.

-El segundo te indicará el camino al puente, y también te desvestirá para que entres desnudo como un recién nacido-prosiguió Lauren- y el tercero te ayudará a cruzar cuando le entregues las monedas después de asegurarse de que no hay mácula en ti bañándote para iniciar el rito-

Jared intentó disimular la consternación que sentía ante esa noticia, Samantha pareció comprender el origen de su aprensión:

-Es un ritual muy antiguo, todos los pasos son vitales, y deben realizarse del modo apropiado, Jensen lo sabe...-asintió un tanto avergonzado por resultar tan transparente, en todo caso estaba seguro de que el problema no lo tendría el brujo, que parecía más capaz de controlarse que él.

Intentó no pensar demasiado en ello ya que parecía que no había otro remedio, quizá al llegar la noche el hambre y todo lo demás conseguirían que no se pusiera en evidencia, aunque seguía temiéndose lo peor

Lauren le sonrió como intentando infundirle ánimos:

-Lo lograrás Jared, estoy segura- parecía realmente convencida de ello así que intentó creerlo sin fisuras, a pesar de que no lograba dejar de pensar en esa parte del ritual.

Después de los últimos detalles se levantó para ir a buscar a Jensen y regresar al hospital, entonces Samantha le sorprendió abrazándole con un afecto que notó tan real como preñado de nostalgia.

-Eres muy valiente, Jared, y en verdad espero encontrarte mañana en este lado-

Jared asintió conmovido respondiendo a su abrazo con un sentimiento que le sorprendió, Lauren le abrazó después, y notó como su abrazo se estrechaba con cierta aprensión, y comprendió que Lauren temía que algo saliera mal.

Las miró con cariño, ambas querían que lo lograra y no solo por Jensen, percibirlo le hizo sentirse unido a ellas , pensó que si todo salía bien resultaría sencillo llegar a quererlas, además ambas deseaban lo mismo que él en todos los aspectos, que sobreviviera a esa noche, y que Jensen le amara.

En cierto modo eran sus cómplices aunque en realidad estuviera ocultándoles aspectos de lo que podría pasar durante el ritual, pero solo él correría un peligro real así que decidió que no era un problema guardar silencio.

Antes de alejarse camino del garaje recordó algo, una última curiosidad que quiso saciar antes de olvidarlo puesto que se trataba sobre el lugar al que iría

-Dijiste que ya nadie escuchaba la llamada del árbol -Lauren asintió divertida y lo detuvo

-Ah, sí, Jensen también tenía curiosidad, pero no te preocupes Jay, nadie les escucha ya-

-¿Les?- sintió casi físicamente un mal augurio

-Eso decían,eran los emisarios del árbol, sus servidores, algunos decían que tomaban la forma de dos aves negras, dos cuervos que susurraban en el oído de los elegidos-

Sus palabras se deslizaron insidiosas haciéndole palidecer arredrado y agradeció que ya se había medio girado para irse y no podian ver bien su rostro.

-¿Solo los elegidos para inmolarse en el árbol podían oírles? -preguntó con un nudo en el pecho.

Lauren lo miró curiosa

-Es increíble, tu y Jensen parecéis pensar igual, hacéis las mismas preguntas-

Samantha le respondió

-No, no solo los elegidos, los cuervos son mencionados siempre como emisarios de la Fuente, y como tales hablaban con otros seres, con los más poderosos en todos los mundos, hechiceros y sacerdotes de arcanos poderes, también con la antigua estirpe de los reyes sagrados, y algunas historias dicen que algunos mortales les escucharon también-

-¿Simples mortales? -preguntó aliviado

-No, Jay, ningún simple mortal podría hacerlo, mortales que servían a algún dios poderoso y que tomo así voz para ellos, o mortales que podían cruzar y que se convertirían en seres de gran poder cuando pudieran al fin completarse- Jared asintió, eso era, tenía que ser eso, o Jensen le habría advertido.

Se despidió de ellas casi automáticamente.

“sé lo que eres, lo supe cuando te vi la primera vez aunque no quise creerlo”

continua AQUI,




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