Lápices y manos [Capitulo uno~]

Apr 08, 2009 17:47

Fandom: Axis Powers Hetalia
Claim: USA/UK.
Advertencias: Tensión sexual :D. Sosez de mi parte~. Shonen Ai. Futuro Lemon. Futuro Yaoi.
Rating: T.
Palabras: 1143.
Nota: Pues nada, algunos ya lo habrán leído, pero es para apropiarmelo aún más y prevenir plagios (?). Además de que quise hacerle segunda parte :D.
Resumen: ¿Resolver el calentamiento global? ¡Bah! Eso no importa en las conferencias mundiales, lo importante es lograr cabrear a Arthur para que juege contigo.


Lápices y manos
Capítulo uno.

Arthur llegó a la conclusión de que las conferencias mundiales eran un completo fiasco. Aburrido, observó como Alemania e Italia peleaban por alguna estupidez del menor, giró la cabeza y una visión similar tuvo de China y Corea al frente; suspiró con pesadez, mirando a cada uno de los países presentes en aquella mesa redonda; todos estabas más interesados en discutir con su aliado/enemigo -o lo que fuera en aquella fecha- que en resolver el condenado calentamiento global.

Con el pensamiento de que las naciones aún no habían madurado mentalmente y que necesitaban de forma urgente hacerlo, Arthur comenzó a jugar con un lápiz que colgaba de su chaqueta, sacándolo del bolsillo y girándolo entre sus dedos, auto-retándose a ver si era capaz de mantenerlo girando mientras lo elevaba hasta su frente. Un grito interno de ¡Lo logré! Se escuchó en su cabeza, superando durante algunos segundos a la algarabía externa; siguió así algunos minutos más, hasta que el lápiz resbaló de su índice y cayó ruidosamente en la mesa de metal. Sobresaltado se apresuró a recogerlo y cuando lo hizo levantó la vista, esperando encontrarse con las miradas burlescas de algunas naciones.

Pero, como supuso segundos después, nadie se fijó en lo que estaba haciendo.

Excepto una persona que estaba en línea recta sentado frente a él.

Arrugó la frente, haciendo que sus enormes cejas se vieran como una sola gran línea negra en su cara; torció también la boca en un gesto de desprecio, casi rozando la arrogancia y esperó a que el otro se atreviera a decirle algo burlesco, queriendo internamente que pasara, para así poder echarle bronca con motivo.

Vio como Alfred le dijo algunas palabras en silencio, pero no fue capaz de entenderlas.

Y como estaba curioso por saber que le había dicho, claro está en el ámbito de querer buscarle pleito a Estados Unidos, Arthur se acercó a donde estaba el americano, rodeando la mesa y esquivando lo que ahora parecía ser una guerra de papeles por sabrá uno porque motivo.

- ¿Qué? -Preguntó el británico con calma, apoyando un brazo en el frío metal de la mesa. Alfred, que estaba sentado, cruzó una pierna, haciendo que el otro alzara una ceja.

-No tienes buen manejo con tus manos ¿Eh, Arthur? -Contestó con picardía, casi con burla. Inglaterra se sonrojó de la vergüenza, aunque estaba listo para responderle con algún comentario mordaz-. No puedes ni siquiera girar un lápiz entre los dedos…

Se estaba burlando de forma descarada, sólo por el hecho de estar tan aburrido como el mismo Arthur.

Alfred no podía negar que sin importar los años, irritar al rubio era casi un fetiche de su parte. Una sonrisa burlona adornó su rostro cuando una bola -enorme- de papel rozó la cabeza del inglés.

-Tsk. Tú no sabes que tan buen manejo puedo tener de mis manos -murmuró con acidez antes de agacharse y correr la silla que estaba al lado de Alfred para sentarse, evitando así que los misiles perdidos de la guerra papelera llegaran a su cabeza.

-No eres capaz ni siquiera de golpear mi brazo con destreza -dijo picándolo, sin borrar su sonrisa del rostro.

Tuvo, por la madre de las hadas que tuvo la necesidad imperiosa de saltarle encima y golpearle la cara sólo para borrar aquella mueca. ¿Cómo osaba ese enano a burlarse de sus habilidades manuales? Gruñó una grosería y se acercó más al americano, quedando tan solo a unos cuantos palmos de su cara, incluso podía sentir la respiración tibia del joven en su propio rostro. Una sensación extraña le recorrió el cuerpo, algo parecido a un cosquilleo, culpó a la cercanía.

-Puedo incluso desvestirte usando sólo mi mano izquierda -respondió desafiante, exhalando gran cantidad de aire en la cara americana, incluso llegó a empañar una lente de los anteojos que el otro usaba-. Y eso que no te he dicho de mis otras habilidades manuales, Alfred.

Ahora era él quién tenía una sonrisa burlona en el rostro, miró como el americano parpadeaba repetidas veces, seguramente confundido; aunque se sorprendió cuando Alfred sonrió, ésta vez, de forma desafiante.

-Probemos entonces la habilidad de tu mano izquierda para con mi ropa -susurró despacio, tomando la cara de Arthur y acercándola más aún a la suya.

Arthur se sonrojó más violentamente que antes, sintió como su corazón subía hasta su cabeza y palpitaba de forma estruendosa en sus oídos, del mismo modo su temperatura corporal ascendía a niveles astronómicos, haciendo que una ola de calor le atacara y le hiciera querer arrancarse el uniforme del cuerpo. Tragó saliva, esperando algún comentario al respecto de las palabras anteriores.

-Estoy aburrido -dijo con simpleza Estados Unidos encogiéndose de hombros, respondiendo así a la muda pregunta del rubio-. Y hace días que no me burlo de ti.

Le concedió lo último, reconociendo que una parte de él -mínima, más bien microscópica- extrañaba cruzar peleas verbales y físicas con él. De hecho, cuando vio a Alfred susurrarle minutos atrás, una punzada de…eh, algo especial le hizo sentir rejuvenecido. Ninguno lo admitiría, pero era una adicción el pelearse, aunque fuera por aburrimiento.

Aún así, estuvieran ambos aburridos y deseosos de pelearse entre sí, la cercanía extrema que tenían le puso bastante nervioso. Demasiado tiempo en el que no tenía tan cerca al muchacho de ese modo como para acostumbrarse de una sola vez.

-Ya verás que mi la velocidad de mi mano es tanta, que no te darás cuenta -dijo después de un instante de silencio, instante en el que ambas miradas no se perdieron de vista. Sonrió con malicia mientras quitaba de su mano su guante-. No te quejes si Francia te viola aquí mismo.

Comenzó a toquetear cerca del brazo derecho, caminando con sus dedos por él y le golpeó con ligereza, no se dio cuenta de que aún seguía a milímetros de la cara del americano, demasiado concentrado en demostrar que sus habilidades manuales eran superiores. Tampoco se percató de que poco a poco se fue despegando se su puesto para acercarse más a las piernas del otro, casi subiéndose en ellas, como no se dio ni por aludido de la sonrisa de Alfred.

Arthur cambió repentinamente de rumbo, llegando a la parte superior de la camisa que Alfred llevaba ese día, con una velocidad sorprendente arrancó los primeros tres botones, sonrió complacido cuando se encontró con la sorprendida mirada americana.

-Puedo seguir aquí mismo y dejarte en vergüenza frente a todos -dijo, respirando el triunfo que secretamente sabía que había obtenido-. Pero prefiero que salgamos de aquí.

Ahora fue el turno de Alfred para mirar confundido.

Como toda respuesta, Arthur bajó la rodilla que tenía encima de las piernas americanas y con su mano izquierda tomó un bulto que sobresalía de los pantalones de Alfred, provocando que éste gimiera cuando las manos inglesas -de una forma muy vengativa-, le apretaron la erección que en esos momentos tenía.

-Digamos que yo también estoy aburrido, demasiado aburrido y necesito pelear contigo.

fandom: axis powers hetalia, personaje: estados unidos, personaje: inglaterra, !kink-meme, *fic: lápices y manos

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