Título:Un nuevo amor para papá
Nombre: Misterioso
Reto: # - (9)
Reto proporcionado por:
drarry_holicNúmero de palabras: +5000
Rating: PG
Betas: ninguna ¡mátenme ahora!
Resumen:Scorpius solo quiere que su papá sea feliz, así que lo mas ideal para cumplir eso es conseguirle una pareja.
Notas: Siento muchísimo no tener beta para este trabajo, espero que a anónimo (y a tod@s les guste) espero haber cumplido con tus expectativas, disfrute mucho escribiéndolo.
(Scorpius despidió a su mamá sacudiendo la mano mientras ella salía de vacaciones con su nuevo novio Josué. Josué le caía bien, tenía una cara graciosa, le compraba cosas y jugaba con él pero lo más importante de todo es que hacia sonreír a su mamá.
Ahora, sus papás ya no peleaban, ya no había gritos ni recriminaciones. Al principio no había entendido porque ya no vivirían juntos, había llorado, gritado y pataleado, pero ellos seguían diciendo “es lo mejor”, después se había acostumbrado a vivir en diferente lugar a su mamá y verla durante unas horas a la semana.
Luego había venido Josué y el ciclo comenzó de nuevo, ¿por qué ese extraño y no su papá? ¿Por qué su mamá lo cambiaba por ese señor? Al final su papá había hablado con él de “hombre a hombre” y le había dicho como no siempre las personas no están hechas el uno para el otro, que a veces las metas que perseguían no eran las mismas y que de vez en cuando lo mejor era buscar a alguien más para así, encontrar la felicidad.
-Esa chica tiene los gustos atrofiados- comentó Narcissa atrayendo la atención del pequeño, sacándolo de sus pensamientos- Pero al menos es feliz… ¿no crees que él, también merece un poco de felicidad?- Continuó la abuela del pequeño cabeceando hacia un Draco metido en papeles importantes, firmando, leyendo y de vez en cuando arrugando pergaminos que a su parecer ya no servían.
¡Abuela Cissy tenía razón! debería de buscarle a otra persona a su papi para que sea feliz, si mami es feliz, papi también debería de serlo, y si todos son felices habría helado todos los días, era el mejor plan de todo el mundo.
Deberá ser amable, y deberá jugar con él, sabrá cocinar y lo más importante, le tiene que gustar mucho el Quidditch.
-Scorpius, a dormir, mañana iras a la guardería del ministerio y después no te vas a querer levantar
Su papá lo arropó y el pequeño se fue al mundo de los sueños pensando en las características de la persona perfecta para su papá.
Al día siguiente Scorpius despertó emocionado, planeando como llevaría a cabo su misión súper importante y secreta.
A su papá le gustaba la puntualidad, por lo tanto lo dejaba en la guardería antes que todos los niños llegaran, así, según su papá, no se toparían con gente “indeseada” (Scorpius creía que su papá se refería al de intendencia pues a veces olía mal, pero eso no era lo importante), lo importante es que al llegar antes y así poder analizar las posibles parejas de su amado papá.
En la puerta de entrada como siempre estaba la señorita Marie, la encargada del grupo de Scorpius, ella lo divertía pero no era la adecuada, no le gustaba el Quidditch y cuando el cocinó un pastel de lodo dijo que eso no se comía… ¡Por supuesto que el pastel de lodo se podía comer, el lo había preparado con agua y tierra limpia, y aparte se había lavado las manos!, definitivamente la señorita Marie no era candidata.
Luego llegó la mamá de Lorcan y Lysander, ella a veces le decía que era inteligente porque tenía animales de nombre raro en la cabeza, ¡él no tiene animales en la cabeza!, su papi lo baña diario y si no está lo baña su abuelita Cissy, solo el martes pasado no se había bañado y fue porque estaba enfermo, pero eso no quería decir que tenia animales en la cabeza, no, ella estaba totalmente descartada.
Varias mamás siguieron trayendo a sus hijos y después de descartar a más de la mitad por razones absolutamente lógicas, Scorpius comenzó a enfadarse, era absurdo, ninguna era lo suficientemente buena para su papá, ninguna cumplía con sus requisitos.
El pequeño comenzó a pensar de que nunca encontraría a nadie para su que su papá sea feliz y ese solo pensamiento fue suficiente para que sus ojos se aguaran, hiciera un puchero y se abrazara a sí mismo un poco entristecido.
- ¡Oh miren!, el pequeño bebé quiere llorar- Alex McLaggen comenzó a molestarlo, siempre hacia lo mismo, se creía mucho por ser grandote y ser de los preferidos de la señorita Marie, los castigos nunca le duraban mas de unos minutos, era tan injusto, eso le hizo fruncir el ceño y apretar sus puñitos- ¿Qué tiene el bebé? ¿Extraña a su mami?
- ¡Cállate, yo no hablo con televisiones como tú! -contestó el pequeño Malfoy rápidamente
- ¿Televisiones?
- ¡Sí, televisiones!, mi abuelo dice que son una tontería muggle y tú eres una tontería muggle, así que eres una televisión.
-No soy una televisión, ¡tú eres una televisión!
- ¡No, tú eres una televisión y una muy fea!
Scorpius no vio venir el golpe, solo lo sintió en su brazo sus ojos se llenaron de lagrimas pero en vez de llorar regresó el golpe, los dos niños se enfrascaron en una lucha un poco injusta, Scorpius era más pequeño y débil que Alex McLaggen, pero obtuvo una pequeña ventaja cuando mordió en brazo del otro niño y en respuesta obtuvo un jalón de cabello que le arranco unas cuantos hebras doradas.
La señorita Marie estaba dándoles la espalda recibiendo a los papás por lo que no notó cuando comenzaron a pelearse, los otros niños de la guardería se dieron cuenta aunque solo se quedaron callados pasmados ante la refriega de Scorpius y Alex.
Unas grandes y fuertes manos separaron a los pequeños, de manera delicada pero firme.
-Paren, vamos chicos nada se soluciona con golpes
Los chicos quedaron pasmados, todos en el mundo mágico conocían a Harry Potter el salvador del mundo mágico, ambos tuvieron la decencia de sonrojarse, ser reprendidos por Harry Potter significaba que eran niños malos, el famoso auror seguro los llevaba a Azcaban por ser malos, ¡Scorpius no podía ir a la cárcel! Aun tenía que encontrarle pareja a su papá y aparte debía de estar en la cama a las ocho, ¡todo el mundo sabía eso!
-Scorpius me dijo televisión y me mordió el brazo- acusó Alex apuntando con su dedo al otro niño, tenía dificultad para pronunciar el nombre del pequeño Malfoy así que “Scorpius” sonaba algo como “Escospios”
- ¡Alex me dijo bebé primero y también me pego primero! Y quiero que quede claro señor Harry Potter, que mi papá me ordena estar en la cama a las ocho de la noche- Intentó sonar calmado como cuando su abuelo hablaba con gente importante pero algunas palabras eran muy difíciles de pronunciar y no la mayoría de las veces cambiaba la “erre” por la “de”
-De acuerdo, mmm ¿Alex? cierto- Harry preguntó tratando de apaciguar el ambiente, el niño asintió ante su nombre- televisión, no es un insulto, televisión es…
-Una tontería muggle y Alex es una tontería muggle-Interrumpió Scorpius sacando la lengua al otro niño, ahora Harry podía ver el insulto en la palabra “televisión”
-Muchas gracias por su ayuda señor Potter, tenía que atender a los padres, pero a partir de este momento puedo encargarme, Scorpius tiende a buscar problemas con Alex, pero bueno esta en sus genes cierto- la señorita Marie rio con gracia.
Esa es otra de las razones por las que no es buena candidata para su papá” pensó Scorpius, siempre decía “esta en sus genes” o “de tal palo tal astilla” y cosas así como si fuera un insulto.
Harry frunció el ceño un poco, algo no cuadraba aquí, él había decidido intervenir porque Albus había salido del aula y le había dicho “Alex está peleando a mi amigo Scorpius de nuevo y lo va a hacer llorar como la vez pasada, si recuerdas que te había platicado” así que le había pedido a la señorita Marie que lo dejaba entrar al salón para tranquilizar a los niños y así dejarla a ella para que se encargara de la puerta.
-No es molestia, y de hecho no me molestaría quedarme unos minutos más, usted debe estar ocupada con los otros niños, digo no puede descuidar a veinte de ellos solo para cuidar a dos ¿cierto?
La señorita Marie lucia un poco contrariada, se mordió un labio y al final decidió lo que creía era mejor.
-Claro, muchas gracias, espero no causarle muchas molestias, quizá así Scorpius decida comportarse un poquito mejor- con una última sonrisa se volteó y comenzó a cantar una canción de “los buenos días” junto con los otros niños en el aula.
- ¿Qué tal si uno de ustedes me explica qué paso y después me lo explica el otro? - sugirió Harry tratando de sonar tranquilizador, notando por primera vez que el famoso “amigo Scorpius” de Albus era nada más y nada menos que el hijo de Malfoy, no podía ser de nadie más, el parecido era espectacular.
-Él me dijo televisión y me mordió el brazo- repitió Alex lo que había dicho anteriormente, luego comenzó a hacer pucheros y Harry tenía la impresión de que se pondría a llorar ahí mismo.
-Tranquilo, no pasa nada ¿ok?, ¿te insultó y te mordió por algo en especial? - preguntó Harry con un tono suave, pero el niño solo encogió los hombros en respuesta. Harry tenía tres hijos y tenían ese mismo aspecto cuando alguno había hecho algo mal y se sentían culpables- de acuerdo… amm Scorpius… ¿quieres explicarme qué paso?
-Yo estaba en una misión secreta, y luego como no pude cumplirla me puse triste- comenzó el niño, a Harry le causaba gracia como el mini Malfoy se comunicaba, era especial, algo entre formal y culto, una curiosa combinación en el lenguaje de un niño que no podía pronunciar bien la “r” - y él me dijo que era un bebé llorón y dijo algo de mi mami también pero no recuerdo, entonces me enoje y le dije televisión y luego me pego y ahora me está echando la culpa a mí y no es justo- concluyó el pequeño Scorpius cruzando sus bracitos,(aunque más bien parecía estar abrazándose a sí mismo), ese puchero era el mismo que hacia Draco Malfoy cuando lo acusaban con McGonagall, a Harry se le hizo muy difícil no ponerse a reír ahí mismo ante el parecido.
-Alex ¿Fue así como paso? - Cuestionó Harry suavemente, el pequeño encogió los hombros de nuevo- ¿Entonces Scorpius está diciendo mentiras? - Después de unos segundos en silencio el pequeño negó con la cabeza- Sabes que está mal lo que hiciste ¿verdad? - El pequeño afirmó sin decir ninguna palabra- ¿Te disculparas con Scorpius?
-Perdón- se escuchó en voz baja de forma arrepentida.
-Scorpius ¿aceptaras las disculpas de Alex?
Scorpius volteó a otro lado con los brazos aun cruzados, pero luego de un momento asintió con la cabeza.
-Está bien, Alex, te perdono.
-Bien, ahora deberías también discúlpate por ofenderlo y por morderlo, en vez de eso deberías ir con la señorita Marie y decirle que Alex te está molestando.
-Ella nunca me hace caso, y ya le he dicho muchas veces y nunca me hace caso, entonces le platique a mi abuelo Lu y él dijo que si la señorita Marie no me hacía caso me defendiera.
-Pero eso no está bien, mira yo hablare con la señorita Marie y le contare que está pasando, pero aun así necesitas disculparte.
Scorpius volteó a ver a Albus quien se encontraba jugando con Jessi, luego como si hubiera agarrado valor aspiro profundamente y se disculpo lo más sinceramente que pudo.
-Muy bien, ¿no se sienten mejor? -Harry pensó que eso de tener que lidiar con toda la familia Weasley (incluyendo a sus hijos), le había entrenado muy bien para tratar a los niños y sus pequeños problemas.
- ¿Puedo irme? - preguntó Alex ignorando la pregunta, queriendo ir con sus amigos y alejarse de la regañada. Harry afirmó con la cabeza y dejó que el niño se fuera.
-Tú también puedes irte Scorpius- le dijo Harry revolviendo su cabello un poco, el niño sonrió ampliamente, y asintió con fuerza, se despidió con una mano y se fue a sentar al lado de Albus, feliz de que al final no tuvo que ir a Azcaban.
-Scorp ¿si es cierto que mordiste a Alex? - preguntó Albus interesado
-Sí, porque interrumpió mi misión súper secreta.
-Oh puedo saber de qué es tu misión súper secreta, ándale porfa, porfa, porfa.
Scorpius lo miro intensamente, meditando los pro y los contra de decirle acerca de su plan y luego recordó que era Albus, su mejor amigo, quien siempre compartía sus galletas y lo dejaba usar primero el único color verde de la mesa, quien tenía a James como hermano que era súper genial y se juntaba con los niños grandes y que tenia a Lily como hermana, la niña que siempre le sonreía y lo peinaba “cool”
-Pero no le digas a nadie, es como de vida o muerte, es muy, muy pero que muy secreto.
-No le diré a nadie, ni siquiera al señor Oso- como si quisiera constatar ese hecho sacó al pequeño osito de peluche de su mochila y le tapo las orejas.
-Busco a alguien que sea amable, y que juegue a los piratas y que sepa cocinar rico y lo más importante de todo le guste el Quidditch.
- ¡Tonto! Eso está muy fácil, estas buscando a mi papá, él es amable, y juega con nosotros a los piratas, a los caza dragones, una vez jugamos a que él era Merlín y nosotros los caballeros de la mesa redonda y debíamos de salvar a una princesa (que en realidad era Lily), cocina muy rico, a veces antes de venir al ministerio nos cocina hot cakes de chocolate y chocomilk y le encanta el Quidditch siempre juega con mis tíos y es muy bueno.
Scorpius comenzó a considerar eso, y le parecía genial, Harry Potter podría hacer feliz a su papá, la abuela Cissy siempre había dicho que su papá estaba obsesionado con Harry Potter y que deberían terminar sus asuntos de una vez por todas, y que mejor candidato de candidatos que el grandioso Harry Potter, aparte era papá de Albus, ¡eso los haría hermanos!
A Scorpius se le llenaba la mente de los pensamientos de las cosas que haría si fuera hermano de Albus, ¡seria genial!
-Pero… es hombre…-dijo penosamente, su mamá tenía como novio a Josué, su abuela tenía a su abuelo, y así sucesivamente.
- ¿Y eso qué?
- ¿Cómo pueden ser novios mi papá y tu papá si ninguno es mujer?
- ¿Quieres que mi papá sea novio de tu papá?
- ¡Albus, de eso se trata la misión secreta! De que mi papá tenga alguien que lo haga feliz para que todos en mi casa sean felices, mi mami tiene de novio a Josué y mi abuela a mi abuelo y yo quiero que sea feliz mi papá para que así trabaje menos y me dé más helado.
- ¿Quieres que tú papá tenga novia para tener más helado?
- ¡No! Bueno si, pero también para que sea feliz.
-Bueno ahora que lo dices mi papá también esta triste a veces, tía Hermione le dijo a tío Ron que esta triste desde que mi mamá se fue al cielo, pero yo, ya no la recuerdo, Lily acababa de nacer.
El silencio envolvió a los dos pequeños, Scorpius sentía que por alguna razón debía disculparse.
-Yo…
-Tienes razón, mi papá también necesita a alguien que lo haga feliz, y quizá tu papá lo pueda hacer feliz, e imagínate si somos hermanos podemos dormir en el mismo cuarto y jugar todo el día juntos.
-Pero son hombres.
- ¿Y qué? Si se pueden amar si son dos hombres, mi tío Charlie ha tenido un montón de novios hombres que lo han amado, pero no siempre funciona, o al menos eso dice mi papá… James dice que la verdad es que se los da de comer a los dragones y por eso no funciona, pero lo que importa es que si puedes tener un novio si eres un hombre.
-Entonces debemos hacer un plan para que nuestros papás se hagan novios.
Los niños siguieron haciendo planes hasta que se hizo la hora del receso, (la única diferencia de la hora del receso a estar en el salón era que podían juntarse con los niños de otros salones), ellos siempre iban con Lily a que ella le hiciera su peinado nuevo a Scorpius, el pequeño Malfoy adoraba que jugaran con su cabello y más si eso lo hacía guapo.
-Deberíamos decírselo a Lily, ella sabe de estas cosas más que nosotros.
- ¿Decirme que? -Dijo Lily desde el banquito que usaba para jugar con el cabello del pequeño Malfoy, Scorpius simplemente pensó unos cuantos segundos y luego asintió.
-Queremos que tu papá y mi papá sean novios- Dijo Scorpius calmadamente- para que sean felices para siempre.
- ¡Oh que bonito! Como en los cuentos que me cuenta tía Fleur-dijo Lily emocionada imaginando que ella era la princesa del cuento, (porque alguien tenía que ser la princesa y ella era la más bonita de todas, su papá se lo decía siempre así que debía ser cierto) - Creo que tengo el plan perfecto, la otra vez vi una película con mi tía Hermione y si funciono, a parte viene el día de los enamorados, un día muy especial según la abuela Molly.
Ese día trataron de concentrarse en el plan y memorizarlo.
El tiempo se les paso muy rápido y cuando menos lo esperaban ya era hora de regresar cada quien a su casa.
-Mañana pondremos en práctica el plan- recordó Scorpius a su amigo al despedirse guiñando exageradamente un ojo y sonriendo feliz.
-Parece que tuviste un día productivo, ¿Quieres contarme? - preguntó Draco al ver a su hijo muy sonriente y de buen humor.
-Papi, ¿dos hombres pueden ser novios? -Preguntó inocentemente esperando la respuesta afirmativa, no que no creyera en su amigo, pero el tío de Albus, Charlie, era un Weasley y según su abuelo Lu tenían costumbres muy raras así que quizá tener novio entre dos chicos era una de esas costumbres raras.
-Pues sí, si te gustan los chicos sí, ¿Por qué? ¿Ese chico Albus te pidió que fueras su novio? - cuestionó Draco interesado y con una pizca de gracia, él no recordaba mucho su infancia pero su madre le había contado que de niño tuvo a Pansy como “novia”, nada serio juegos entre niños, a su madre le encantaba platicarle de cómo hacia el ridículo defendiéndola de todos y de todo, seguro es una etapa.
- ¡No! - Respondió Scorpius frunciendo el ceño, él quería que Albus fuera su hermano, no su novio, los besos eran asquerosos y él no quería compartir saliva con nadie, muchas gracias- ¿y a ti te gustan los chicos?
Eso era nuevo, Scorpius nunca había preguntado nada sobre ese tema, pero ahora parecía muy interesado, volteó a ver a su hijo y vio que lo observaba fijamente, muy serio y realmente atento a lo que el diría.
-Algunos son guapos- respondió simplemente, mejor contestar él las preguntas y no dejar que su padre se encargara, el viejo Lucius Malfoy realmente no era el adecuado para responderle eso a su pequeño escorpión.
- ¿Cómo para que alguno sea tu novio?
-Scorpius ¿De qué se trata?
-Hoy me encontré con el papá de Albus.
-Bien… ¿y?- Draco comenzó a sospechar por donde se dirigía esa situación.
-Y si sabes quién es el papá de Albus ¿Verdad?
-Sí, el grandioso Harry Potter- dijo Draco sin poderlo evitar.
-Albus me dijo que su papá le dijo que te quería a ti como su novio.
- ¡¿Qué?! - Draco estaba sorprendido, sin palabras, la verdad es que no sabía que pensar, Harry Potter le dijo a su hijo que quería algo con él, con Draco Malfoy, ¡Pero si ellos se habían odiado desde siempre! - Scorpius, hijo sabes que las mentiras no son buenas ¿verdad?
Scorpius se quedo callado por un momento, ¡Su papá descubrió su plan! Eso no estaba bien, pero al voltear a verlo lo vio sonrojado y sonriendo, quizá no había descubierto su plan… debería de arriesgarse un poco más.
-No miento, a la hora del receso le pregunte a Lily y ella me dijo que ella también había escuchado, dijo que al señor Potter pensaba que tu cabello era como oro y que le gustaba como brillaba como el mismo sol.
Scorpius cerró los ojos tratando de que su papá no notara la mentira, Lily había dicho que decir cosas bonitas del cabello de otros era lo ideal para conquistarse.
Draco no podía creer lo que estaba escuchando, ¿Desde cuándo el miope de Potter se fijaba en él y en su cabello?
- ¿A si? ¿Y que mas dijeron que Potter dijo? - preguntó sumido en sus pensamientos, pensaba que había salido del mercado cuando murió la comadrejilla, y definitivamente nunca lo había tenido en cuenta porque… se suponía que se odiaban, y ahora Potter le iba diciendo eso a sus hijos de él.
-Bueno ya no me dijeron nada, pero ya ves que te conté que yo me había encontrado al señor Potter a la hora de la entrada.
-Si… ¿Te dijo algo a ti? - Preguntó Draco interesado, su hijo nunca mentiría con algo como eso, el era demasiado pequeño para pensar siquiera en engañar a nadie, así que solo debía ser la verdad.
-El señor Potter me dijo que si te decía que si se podían ver en la Heladería de Florean Fortescue el catorce de este mes, dijo que esperaba verte en la salida para preguntártelo él, pero tú siempre llegas primero que todos los papás, entonces no pudo preguntarte y por eso te preguntó por él
- ¿El catorce? ¡Pero si eso es en dos días!- Seguro Potter no caería tan bajo como para involucrar a su hijo ¿verdad?
El resto del camino a casa fue silencioso, Scorpius no sabía si su papá iba a decir que sí iba a la heladería o que, solo estaba seguro de que si se enteraba de la verdad no habría helado para él dentro de un buen tiempo, lo bueno es que el abuelo Lu le había enseñado a mentir bien, “es para emergencias y asegúrate de que nunca te descubran” esto era una emergencia, ¡La felicidad de su papá dependía del triunfo de su plan!
Draco pensaba que había algo surrealista en ser invitado por Potter en San Valentín, su hijo no sabía lo que se celebraba en esa fecha, en la mansión nunca lo habían celebrado, así que una broma no podía ser, ¿Y si iba y Potter solo quería burlarse de él? o peor ¡¿Y si era cierto y Draco decidía no ir?! Obviamente Potter estaba bueno, y el siempre había tenido una especie de bobo enamoramiento sin sentido, ¿Lo habrá descubierto? Quizá lo mejor es ir mañana al ministerio y esperar a Potter para hablar las cosas claramente.
Al día siguiente Scorpius fue el primer niño en llegar como era lo usual, sin embargo en vez de dejar a su hijo y retirarse como era lo normal, Draco decidió esperar un poco para ver si podía ver a Potter y asegurarse de que su cita no fuera una farsa.
Algo inusual paso, Harry llego mucho antes con sus hijos al ministerio de lo que acostumbraba, y en vez de dejar primero a James, luego a Albus y al final a Lily, pero en vez de eso dejó primero a Lily, luego a James y al final llevo a Albus a su salón, haciendo un mayor camino, pero sus hijos no preguntaron ni dijeron nada.
Cuando Albus ingresó al aula, Harry se dirigió a donde se encontraba Draco, un silencio incomodo reino por unos segundos y después de un tiempo ambos hombres se sonrojaron levemente.
“Por las barbas de Merlín, ¡Potter se sonrojo!, ¡es todo cierto!, la cita no es una broma, nadie puede fingir sonrojarse de esa manera” Pensó Draco sintiendo como su corazón comenzaba a acelerarse.
-Así que… ¿mañana eh? - Preguntó Draco sintiéndose algo torpe, lo cual carecía de lógica, pues era un adulto divorciado y con un hijo, no debería sentirse torpe para nada.
- ¿En la heladería? - contestó Harry con voz algo ronca y sonando igual de nervioso que él.
-Seguro, podríamos ir después de dejar a los niños- dijo Draco tomando en cuenta que no sabía la hora de la cita.
-Me parece perfecto- contestó Harry sonriendo levemente, él realmente no tenía ganas de salir con nadie, pero cuando ese nadie se convertía en Draco Malfoy la cosa se ponía interesante.
La rivalidad era algo que ponía emoción a la vida y para Malfoy, Harry Potter era un igual y no alguien superior, aparte si Malfoy quería salir con él, era porque ya sabía a lo que entraba y bueno estaba totalmente seguro de que no lo buscaba ni por su fama, ni por su fortuna, Draco por sí mismo ya tenía una propia y a Harry le parecía, perfecto.
-Bien, entonces hasta mañana Potter- se despidió Draco sin saber que mas hacer.
-Saldremos el catorce de febrero a una cita, creo que puedes manejar el llamarme Harry ¿no crees?
Draco sonrió, definitivamente extrañaba ese Potter de la escuela que le renegaba todo.
-De acuerdo, hasta mañana Harry- dijo alargando la “a” y la “y”
-Hasta mañana Draco- Contestó Harry con una sonrisa en los labios.
En el interior del salón los niños contaban como creía que iba su plan.
-Mi papá no me quería creer, pero luego Lily vino diciendo que era muy romántico que se quedaran de ver en el día de los enamorados y se puso a inventar montón de cosas que según eso tu papá dijo de mi papá, cosas como que sus ojos verdes cautivaban y que sentía mariposas desde la escuela.
-Mi papá casi descubre que dije mentiras, pero use las tácticas que me enseño mi abuelo y se creyó todo, y le dije las cosas ñoñas que Lily me dijo que le dijera, mi papá se veía emocionado, ¿Crees que mañana se hagan novios?
-No sé, eso espero, ¿Crees que se besen?
-Guacala, espero que no- contestó Scorpius con una cara arrugada y sacando la lengua.
-Yo espero que sí, porque eso es lo que hacen los novios.
El resto del día, pasaron haciendo planes de emergencia por si no funcionaba el original y platicando que es lo primero que harían cuando fueran hermanos.
Cuando Draco recogió a Scorpius este ya estaba listo para una nueva lista de preguntas.
- ¿Mañana iras con el señor Potter a comer helado?
-Puede… ¿Te molestaría? - inquietándose por cómo se tomaría su hijo que saliera con alguien.
-No… ¿Comeré yo helado?
-Quizá cuando salgas de la guardería, ¿en serio no te molestaría, si yo y… Harry nos hiciéramos novios?
-No, abuela me hizo ver que quizá necesites a alguien para ser feliz y si el señor Potter…
-Harry- interrumpió Draco a su hijo distraídamente.
-…y si es Harry quien te hace feliz, yo soy feliz.
Draco levantó a su hijo en brazos y le dio un sonoro beso en el cachete.
-Eres el mejor hijo del mundo, te amo.
-Lo sé, también te amo, pero, ¿Iras con él a una cita?
-Sí, pero guardemos el secreto, no queremos que tus abuelos se enteren antes de que nada pase ¿verdad?
- ¿Puedo ir con ustedes? Ya sabes que a mí me gusta mucho el helado, me portare bien y si se dan un beso, no sacare la lengua, si, porfa, porfa, porfa.
-Iremos cuando ustedes estén en la guardería.
- ¡Papá! Eso no es justo.
-Prometo llevarte después de que salgas si te portas bien.
- ¡Sí! ¿Puede ir Albus? ¿Y Lily?
-Ya veremos, ahora cuéntame que hiciste, ¿ese chico Alex, te molestó de nuevo?
La charla cambio de rumbo a una más ligera, ahora con ambos Malfoy esperando al día siguiente de forma impaciente.
Al día siguiente Scorpius se levantó con mucha energía, muy animado y de buen humor, trató de contener la sonrisa cuando vio a su papá vestido muy guapo y con perfume.
- ¿Tienes algún Valentín por ahí Draco? - Preguntó abuela Cissy, abuelo Lu solo rodo los ojos e hizo una mueca rara, abuela le dio un beso en la mejilla y susurró algo al oído de su abuelo haciendo a su papá sonreír.
-No lo sé, quizá, vamos Scorpius se nos hace tarde.
Se repitió la misma escena de ayer, Draco llegó primero y dejó a su hijo, espero a que Potter llegara y se acercara a él.
-Hola- saludó nerviosamente Harry
-Hola, te ves… guapo- alabó Draco sonrojándose después de unos momentos
-Gracias, igual tú, como siempre- sonrió Harry coqueteando, de hecho fue un poco ridículo, ambos terminaron riendo.
Se dirigieron a la chimenea más cercana comenzando con una plática segura: Quidditch.
Como habían quedado, fueron a la heladería y pasaron un gran rato, coqueteando entre ellos, sonriéndose y tratando de que el otro se sonrojara, bobeando sin importarles la gente alrededor que los veía no muy disimuladamente.
Un pequeño toque por aquí, un “deja acomodo el cabello porque el aire te lo despeino”, un “deja te limpio un poco de helado que tienes aquí en la esquina de la boca”, cuando se dieron cuenta ya era la hora de recoger a los niños.
-Me la pase muy bien, sabes, deberíamos repetir- dijo Draco seduciendo un poco más.
-Si yo también me la pase bien, al principio pensé que estabas bromeando y eso, digo nunca creí que Draco Malfoy fuera de los que invitaran a las personas el catorce de febrero- contestó Harry de buen humor.
-Tú me invitaste a mí… bueno Scorpius dijo que tu le dijiste que me preguntara… ¿de casualidad tus hijos te dijeron que yo les dije que te invitaba a salir?
-Sí, ¿no querías invitarme a salir?
- ¿Qué? No, Scorpius me dijo que tú me habías invitado a salir a mí, pensé que era una broma así que me espere ayer para que me confirmaras o lo negaras…
- ¿Fue una trampa? De nuestros hijos… ¿un error?
Ambos adultos se evitaron la mirada, estaban un poco avergonzados, habían estado tonteando todo el día pensando que el otro lo había invitado a salir.
-No creo que fuera un error- dijo Draco después de un momento de silencio incomodo- nuestros hijos simplemente se dieron cuenta antes que nosotros.
-Sí… tienes razón, míranos, salimos a una cita con dos días de antelación y sin discutir mucho, o cuestionarnos razones, muy inteligente de su parte.
- ¿Así que… eso significa que te intereso? - comenzó a coquetear de nuevo Draco
- ¿Y yo a ti? - siguió Harry la corriente
-Sí, y ya vimos que si te esfuerzas hasta puedes vestirte decentemente
- ¿Qué tal si nos vemos el próximo domingo? Tengo día libre- preguntó Harry fingiendo indiferencia.
-De acuerdo, ¿esta vez sin que los niños estén detrás de nuestra cita?
-Si lo prometo, esta vez es idea de Harry Potter y nadie más.
-De acuerdo, entonces hasta el domingo.
- ¿Qué, no hay beso en el día de los enamorados? - arriesgó Harry mordiendo el interior de su mejilla y sonriendo pícaramente.
-Usualmente no soy tan fácil Potter…
- ¿Pero?
-Pero solo porque no hay nadie a la vista-el rubio se acercó a su cita y lo beso, algo sencillo, como una promesa de algo mejor, succiono inocentemente el labio inferior de Harry y lo dejo ir.
Solo queda decir que el plan de los pequeños salió muy bien, como recompensa tuvieron un lindo castigo por mentirosos, pero fue un castigo piadoso, sin duda extrañaron el helado por un tiempo, pero es un costo que el pequeño Scorpius está dispuesto a pagar una y otra vez si eso hacía que su papá sonriera todas las mañanas, suspirara todas las noches y lo abrazara todos los días, agradeciéndole en silencio su pequeña travesura.
Y bueno, esto no es un fin, es solo el comienzo.)