01 Ilusión (AM)
Waazzaaaaa!!
Pues comenzando esto de los vicios, les dejo el primero, con la palabra Ilusión, y con Aikanáro como la estrella principal, por supuesto, Esmeralda no se quiso quedar fuera y vino a meter su cucharota... toda chusma ¬¬
Espero les guste.
Ilusión
(Aikanáro Merenwen)
No, dijo, en realidad no creo que seas una buena persona. De hecho, ni siquiera sé qué estoy haciendo cerca de ti, tu presencia ni es agradable ni puede ignorarse. Eres la criatura más despreciable que jamás haya conocido.
Cada una de sus palabras eran dagas invisibles y oxidadas, clavándose en el desesperado corazón de la chica. El rostro de Lucas, el muchacho que la había hecho sentir espacial, como nadie más, comenzó a emborronarse delante de ella. La razón; sus lágrimas.
¿Qué?, preguntó con una escueta sonrisa pugnando por aparecer en sus labios rosas, como si aquella fuera una muy mala broma, al menos, eso esperaba ella.
Lo que oíste. No te soporto.
Pero… ¿y todo el tiempo que estuvimos juntos? ¿Qué hay de todas las veces que me juraste…?
¡Ni me lo recuerdes! No quiero vomitar.
¿Mentiste?
Por supuesto, ¿qué esperabas? Todo lo que te dije fue solo porque estaba aburrido, no tenía nada mejor que hacer.
¿Qué cambió? ¿Por qué no puedes seguir mintiéndome de esa forma?
En sus ojos brillaba la ilusión. El destello de aceptar como cierta una mentira que ocultaría detrás de sí un mundo cruel y despiadado. Una realidad indeseable, la oscuridad aterradora que se crea en la esquina de la habitación a partir de la luz que nos ayuda a dormir por la noche.
Haré lo que quieras para que todo vuelva a ser como antes. Se arrojó a su pecho y en su camisa secó su rostro. ¡No me importa que tu amor sea fingido, estoy dispuesta a cualquier cosa con tal de que me ames!
Jamás lo hice.
¡Finge que lo haces! Yo lo consideraré verdad. Haré de esa fantasía mi realidad y mi vida será perfecta.
No quiero.
¿Por qué?, lo apretó a su cuerpo con más fuerza, aferrándose a un futuro incierto.
Porque también esto me aburrió, dijo, detrás de ella. Y no puedes hacer nada para cambiarlo.
Ella se miró las manos vacías, sin poder explicarse lo que había sucedido, aunque pronto dejó de tener importancia. Se giró para mirarlo, él estaba de espaldas a ella, mirando al horizonte. No fue sino hasta ese momento en el que se percató dónde estaban.
La brisa refrescó su rostro y apartó los cabellos de su frente. Olía a hierbas desconocidas y árboles peligrosos, de esos que imponen sólo por lo cerca que están de tocar el cielo. Era un claro de pasto azul y flores de colores. Los arboles los mantenían encerrados en ese misterioso lugar. Con cada detalle que percibía, la luz iba haciéndose cada vez más tenue. Levantó el rostro para descubrir lo que sucedía con el sol, pero no había ninguno, en su lugar la saludaron un montón de estrellas desconocidas.
¿Dónde estamos?, preguntó nerviosa, las estrellas ajenas a su cielo citadino le inspiraron desconfianza y horror.
Dijiste que harías cualquier cosa que yo pidiera.
¡Por supuesto!, dijo ella, olvidándose de las estrellas que caían desde una curva distinta a la de su propio universo. ¿Qué quieres que haga?
Nada.
Pero… de verdad quiero…
La interrumpió mirándola con rencor. Ella se estremeció. En sus ojos descubrió una chispa carmín en medio de una negrura insensible.
Arrebataré tu alma del embase y no harás nada para detenerme, Esmeralda.
Ella lo miró en silencio. Juntó las manos detrás de su espalda y asintió.
“Sí, claro.” Musitó la pelirroja mirándolo como se mira a un pervertido que ha dicho en la cena familiar que se masturbó con la fotografía de una prima que los acompañó a la playa en vacaciones.
“Cállate, estoy seguro de que algún día lo harás.” Refutó él, cruzándose de brazos y acomodándose en el sofá.
“Tus fantasías son peores que las de un adolescente caliente, Aikanáro. Jamás tendrás mi alma, ya deberías saberlo.” Sentenció Esmeralda y volvió a lo que estaba haciendo antes de que el demonio la interrumpiera.
“Algún día, Esmeralda, algún día.” Susurró él con los ojos cerrados.
“¿Por qué Lucas?” Preguntó Esmeralda desde el umbral de su habitación. “Ni siquiera había pensado en él.”
“Fue el primero que se me ocurrió, lo importante no era eso, sino el final, mortal.” Mintió Aikanáro.
2056hrs
14/07/12
H.S
Y eso es todo, espero les haya gustado y pronto subiré el siguiente vicio, estén pendientes porque no quiero estarlos correteando hahahaha.
Sweet Dreams!!