(…)
i. El sol del ocaso de las tardes que detesta o extraña con igual dolor en los organos, sus rayos calentándole los hombros desnudos
y
los parpados cargados de un insomnio insolente
y
el sentimiento de tener todo una vida por delante para gastarla como se le dé la gana
aún después de la tristeza bastarda habrá esperanza, dicen
No obstante
ignora que,
los mejores años de su vida las pasará
contando siluetas en un juego de mesa con dueños distraidos que no saben cuidar de sí mismos
y restando oportunidades de un buen jaque mate
Pero nada esta bien en este momento y se siente como si el sol estuviera muy lejos;
Lo tiene en sus manos.
Tiene un sol solitario ardiendo en sus manos; mundana estrella agonizante que siempre ha sido
Las hamacas de la plaza que más ama se dejan estancar por el tiempo
y
este se las corroe, porque todos los niños perdidos han fallecido
. La muerte es un final sin remedios.
Hay cierto encanto en la destrucción de esos días, las cenizas de un amor que aún está caliente e intentando respirar
Posándose una sobre la otra, construyendo una torre de cal entre el frío de una columna vertebral desafortunada-
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0// La soledad es
sólo una niña no deseada, un malchico que ha sido toda su vida un marginado, un refugiado que no se acostumbra a las estrellas del campo, una muchacha golpeada que ha decidido odiar
Y viene a consolar tu alma
//0/
.
Detesta el color amarillo y todo lo que le haga recordar al ayer
Afuera hace una temperatura que podría deshacerle los huesos en un puñado de cenizas que mañana a penas serán recordadas,
Puede que
Se las lleve el viento
Del sur
Y adentro, adentro no hay nada mas que un lecho tan ajeno como viejo y la pobre perra callejera con rabia que no podrá vivir jamás, empero al menos no hay agentes erosivos
No hay lugar en el mundo para aquellos que mutilaron sus sueños en busca de la realidad
y Ahora las noches son años y los días son 25 de diciembre
Se siente como sí…
Nada
Pero . ..
Afuera sigue saliendo el sol y poniéndose, poniéndose la noche avanza y con su juventud espontanea el calor mengua muere despierta y se alza las nubes, las nubes vomitan ácidos y se alejan por un rato. A veces. A veces no. A veces ni si quiera se asoman
La niña le dijo una vez
Si tu corazón esta deshecho nunca más vas a a poder ver las cosas bonitas
(y)
Algo se rompió adentro, haciendo un ruido húmedo y ahogado
La reminiscencia se presenta como un sonido blanco y diáfano, huele a mentira
y huele a dolor de asquerosa resaca de sábado
(¡Vete que nadie te quiere!)
//
ii. La canción para dormir
le hace añorar un tiempo mejor y recuerda que atrás siempre fue mejor no importa si hay memorias rojas de por medio.
En los pupitres se esconde un poema y un machete para la evaluación de catequesis y un sueño fragil que se le aferró en el lapiz
Todo es culpa del sueño
Las catástrofes venideras
El amor es algo bello, sí, pero no alimenta a la pobre perra ni consuela el dolor de la pobre niña
El amor la deja anémica aún cuando esta sano y salvo de la perversión de su dueña
(Pues,
“ni todo el amor del mundo puede arreglarte los huesos de las alas de los sueños de tu cerebro
roto
, ¿lo entiendes niña?)
Quiere decir que:
No es que sea mala, no lo es, no ha apropósito, de enserio
pero es que se ha acercado mucho y habían manos intentando robarle los colores
Y en un intento desesperado por pagar con la misma moneda acabó destazando al amor
-Losientolosientotantolosientodeenserio-
No hay perdón para los que se equivocan no importa el tamaño del error
Es que este siempre se vera como un horror
En el libro no escrito que todos leyeron
, Exceptuándola,
No hay perdón para el error, sí condena
Así que los días venideros han sido removidos
//
01/// Ha perdido algo
No sabe qué pero algo es
y es algo valioso
Sin embargo
¿Qué más da?
.
-Canción para dormir ya deja de sonar o no podré descansar jamás-
Y aunque deja de sonar, nunca más descansa.
Piensa mucho y no piensa nada en esas tardes del sol de ocaso
Repudia todo lo que tenga que ver. Sin embargo no puede quitárselos de encima
Y añorarlos una y otra y otra vez con una clase de rigurosidad correspondiente a su ortodoxia, como si adorara el ciclo
De cierta forma lo hace
Así que recoge todos los poemas esparcidos por la habitación, esos los que se escondían recelosamente en el pupitre, el machete para la evaluación de catequesis (que nunca vio la luz del sol) y ese lapiz gastado, los envuelve en una manta bonita y las entierra junto a su animal favorito.
Ama los finales
Porque tiene todas las respuestas aunque no sean bonitas y hagan incendios en su cuardenos
Así que pone punto final
.
(…)