Tabla de Pecados Ty/Chris (HP-OC) - Pereza

Jun 16, 2014 15:27

Vuelvo a reaparecer. Creo que, ahora que me he enterado de que Tsubasa Reservoir Chronicle vuelve, estaré más por aquí, con el montón de comunidades CLAMPeras que hay xDDD

Pero bueno, a lo que iba. Aquí traigo otro pecado, esta vez Pereza. Si el primero era desde el punto de vista de Ty, este es más del de Chris.

Si alguien, a parte de tyfiore, lee esto, sabed que todo lo que hay escrito es en relación al RPG al que pertenecen los personajes. La mayoría de cosas son conversaciones y situaciones que aún no hemos escrito pero que están debidamente planeadas XDDD (Obviamente no con tanto detalle como el que habrá en el RPG, porque eso está hecho desde los puntos de vista de ambos persos, you know)

Pos aquí queda todo.


PEREZAEstudiar, estudiar y más estudiar. Él, como Ravenclaw, nunca le había desagradado estudiar. De hecho, lo disfrutaba bastante -con unas asignaturas más que con otras-, pero no era para nada el tópico de que los Ravenclaws eran ratas de biblioteca. A ellos también les gustaba divertirse, socializar, tener aficiones, tiempo libre o vaguear en general.

Pero ahí estaba él, con sus diecisiete años, a mitad de su séptimo y último año en Hogwarts y con todo lo que ello implicaba: los profesores estaban mucho más pesados y estrictos de lo normal, aunque no les faltaba razón, tenían los EXTASIS ese año y se jugaban su futuro, pero se sentía ahogado.

Al inicio de curso fue duro, muy duro, tanto en tema de estudios como en lo personal. Pasaron demasiadas cosas en demasiado poco tiempo. A parte de volver a encontrarse y a tener que ver de nuevo a Amy cada día, habían cosas que, aunque no le afectaban directamente, le dejaban completamente exhausto. Todo lo del tema de Ty con Firth… no sabía exactamente lo que había pasado hasta que la rubia se lo contó, y no era para menos estar como se había quedado ella.

Suspiró, desconcentrado. Necesitaba evadirse un rato de tanto estudio. Miró a Ty frente a él. Desde que habían pactado estudiar todas las tardes había recuperado las ganas de seguir estudiando. Con todo lo sucedido, una inusual pereza se había instalado en su interior, sin ganas de hacer absolutamente nada. Ty y su voluntad de hierro habían hecho recuperarse y evadirse de esa pereza.

-¿No sigues?- la rubia se dio cuenta de que había parado de escribir en la montaña de pergaminos que tenía delante. Chris esbozó una pequeña sonrisa-. ¿Otra vez desconcentrado?

-No es eso- negó con la cabeza, desperezándose, estirando los brazos.

-Si sigues estirándote así acabaras doblándome en altura.

Soltó una carcajada sonora ante el comentario de su amiga. Realmente había pegado un buen estirón el verano anterior a pesar de que ya era alto. Por lo menos  le sacaba cabeza y media a la chica.

Ella le miró haciendo un mohín, entrecerrando los ojos y cruzando los brazos encima de la mesa. Llevaba el pelo recogido en un moño medio deshecho, aguantado con un lápiz - robado de él-  que dejaba ver un cuello estrecho. Varios mechones caían por su cara, enmarcándola entre ondulaciones. A pesar de que tenía unas leves marcas bajo los ojos, señal de que no estaba durmiendo demasiado bien, estaba preciosa, con el moño destartalado, señalando a muchas direcciones y con un par de manchas de tinta en la mejilla derecha que probablemente ni sabía que tenía. Era guapa sin pretenderlo, con ese rubio acompañando unas facciones de muñeca pero manteniendo la dureza. Su mirada de ojazos azules era cálida casi siempre, fría como el hielo a ratos.

Pero lo que más le gustaba a Chris de ella no era eso, sino su sonrisa. Pocas veces había visto sonreír con sinceridad a Ty, desde el corazón, y cuando lo hacía el resultado era devastador. El castaño se había propuesto hacerla sonreír cuantas más veces mejor, porque cuando lo hacía, el mundo parecía que era un lugar un poquito mejor y le devolvía la esperanza de que, quizá, no todo estuviera perdido.

-¿Me estás escuchando?-  Ty le sacó de cavilaciones haciendo que Chris se diera cuenta de que se la había quedado mirando.

-Perdona- contestó, algo azorado. Aunque por una vez logró no ponerse colorado.

-Decía que quizá deberíamos tomarnos un descanso de tanto estudiar, ¿no crees? Quizá una tarde entre semana podríamos salir por los terrenos, aunque haga frío.

-Ya sabes que el frío no es problema para mí- confesó. Había decidido descansar un rato, así que apartó los pergaminos y el libro de pociones y sacó su bloc de dibujo.

-¿Qué vas a hacer?- Ty lo miró con curiosidad, como cada vez que iba a dibujar.

-Como me da pereza estudiar creo que intentaré relajarme un rato- revolvió entre su lapicero y sacó un grafito-. Espero que no te importe que te dibuje mientras estudias.

-¡Oh!- la rubia se removió un poco en su asiento-. En absoluto. Ni que fuera la primera vez que lo haces.

Chris sonrió y se fijó en la lámina en blanco de su libreta. Ty volvió su vista al libro que leía y él la observó de nuevo antes de empezar a mover el grafito por el papel.
Una de las cosas que más le gustaban de dibujar a gente era que podía observarles, analizar sus movimientos, hacerse una imagen de cómo era cada persona… Podía conocer a alguien y saber cosas sólo por movimientos que hacía o cómo se comportaba cuando nadie sabía que les observaba. Le gustaba analizar situaciones, le gustaba verles interactuar e imaginarse qué era de lo que hablaban.

Sin embargo, con Ty era diferente. Su amiga era un libro abierto de par en par, con páginas que danzaban de un lado para otro sin parar, dispuestas a ser leídas. Era una persona muy fácil de calar, sencilla y con unas facciones deliciosas y tan agradecidas de dibujar…

-Si me miras tan fijamente no puedo concentrarme- la rubia irrumpió sin levantar la mirada. Parecía algo cohibida en su posición.

-Ni que fuera la primera vez que lo hago- le contestó, copiándole la frase que había dicho ella anteriormente.

Ty alzó la mirada y le sacó la lengua, sonriendo después. Chris se percató que se había manchado más la cara, probablemente por tener los dedos llenos de tinta. Era algo que se le hacía adorable, la verdad. Parecía una niña pequeña con pinturas nuevas que acaban más en la cara y las manos, que en el papel.

Cuando quiso darse cuenta, se había reclinado sobre la mesa y alargando el brazo. La rubia se tensó en su silla, no sabiendo lo que el Ravenclaw iba a hacer, pero no se movió ni un ápice.

Chris acercó su mano y le pasó el pulgar suavemente por la mejilla, sintiendo un leve cosquilleo. Pasó el dedo con mucha suavidad varias veces, hasta desaparecer la mancha. El tacto de la piel de la Hufflepuff era mucho más suave de lo que parecía. Ni siquiera se dio cuenta de que la rubia le miraba, algo cohibida, con las mejillas sonrojadas y la boca entreabierta, como queriendo decir algo pero sin atreverse.

-Perdona…- susurró a duras penas, pero sin volver a su sitio-. Tenías… tenías unas manchas de tinta.

Cuando separó la mano de la faz de la rubia, sintió un escalofrío y como un chispazo, electrizante. Carraspeó, algo nervioso. No sabía por qué había reaccionado así, pero no había podido evitarlo. Se volvió a su dibujo y Ty se mantuvo en su postura, aunque Chris supo que no leía nada.

No dijeron nada. Los motivos de Ty para ello no los supo, pero él se sintió cohibido. Aun así, continuó dibujándola con todo lujo de detalles. Aunque sólo era un esbozo, le gustaba poner el máximo posible de detalles a los dibujos, fuese para quien fuese. Pero, tenía que reconocer, que a Ty le gustaba mirarla. ¿Para qué negarlo? Era bella por fuera y por dentro y personas así poco abundaban en el mundo real. Tenía suerte de haberla podido conocer y tenerla entre sus amistades más allegadas.

-Ya está- finalizó, garabateando su firma como hacía últimamente-. ¿Quieres verlo?

Ty sonrió asintiendo, así que Chris, echándole un último vistazo al dibujo, se lo pasó.

Lo que más vergüenza le daba, definitivamente, era el veredicto. Siempre acababa avergonzado porque siempre le halagaban en cuanto a sus dibujos. Miles de veces había oído las frases “Deberías dedicarte a esto” o “Eres todo un artista” o el ya clásico “Entonces, ¿sólo es un hobby?”. La última se la habían repetido tantas veces que estaba en un punto que casi le molestaba. ¿Qué había de raro en que quisiera dejarlo como hobby?

Además, deseaba que llegase el día en que se cruzase con alguien que le hiciera una buena crítica constructiva. Sí, valoraba mucho los comentarios positivos que siempre recibía pero de verdad deseaba que alguien le dijera si veía algo mal en sus dibujos y en qué podía mejorar.

-Wow, Chris…- Ty parecía haberse quedado sin palabras. El Ravenclaw curvó los labios en una pequeña sonrisa, intentando no azorarse mientras la observaba mirar el dibujo con cuidado-. Es… es precioso. No sé cómo lo haces para sacarme siempre tan guapa.

-Es lo que veo- confesó sin pensar, pero se arrepintió al segundo. La rubia le miró con sorpresa, sus cejas alzadas y una semi sonrisa, mientras Chris notaba como se ponía colorado hasta las orejas-. Perdona.

-¿Por qué te disculpas? Acabas de echarme un piropo- se rió ella.

-Porque me da corte- confesó, cruzando los brazos sobre la mesa, sin atreverse a mirarla-. Nunca he dicho las cosas tal cual las pienso, siempre lo sopeso todo primero. Sólo lo hacía con Amy.
Se encogió de hombros y Ty lo miró con tristeza. Sorprendentemente no se sintió mal al nombrarla. Aún escocía, por supuesto, pero suponía que era a causa de tantos meses resignado intentando avanzar. En algún momento debía dejarla ir, ¿no?

-¿Puedo?- la rubia le sacó de cavilaciones, señalando el cuaderno.

-Sí, pero…- Chris dudó, pero bueno, qué más daba-. Adelante.

Ty esbozó una sonrisa y giró las páginas para ver desde el principio. Chris recordó que había empezado ese cuaderno en el Expresso, el día que volvían a Hogwarts. Había intentado hacer más variedad y añadirle algún detalle más a su técnica.

-¿Con qué haces las líneas blancas?- preguntó la Hufflepuff.

-Empecé con pastel blanco, pero mayormente con tiza. Es más barata y fácil de manejar.

Ty asintió y siguió mirando. Habían muchas caras conocidas: su amigo Ethan Hale, Gwen… ¿Demir?

-Por qué tienes dibujado a Jem Demir?- preguntó ésta con curiosidad.

Chris se inclinó en la mesa para mirar el cuaderno y se rió.

-Ese es de cuando estuvimos aquel día en la sala de música, ¿recuerdas? Que fui con vosotras y al rato apareció Demir con su guitarra.

Ty soltó una carcajada al recordarlo.

-¡Sí, es cierto!- rió-. La cara de Gwen fue un poema, pero bueno, ese fue un buen día. Deberíamos repetirlo, ¿no crees? Creo que es de las pocas veces que vi a esos dos no querer matarse. Aunque más bien diría a Gwen intentar no matarle a él.

Chris asintió, dándole la razón. Había sido un día extraño. Además de poder analizar a fondo a Demir como persona -del cual pudo sacar unas cuantas conclusiones-, había descubierto una faceta oculta de Ty para con la música.

-¿Y esto?- Ty irrumpió sus pensamientos con una expresión de sorpresa.  Chris no tuvo que inclinarse a mirar el cuaderno para saber de qué hablaba, además de que la rubia lo levantó para mostrárselo.

Sí, eran las páginas donde había empezado a dibujarla sin restricciones, como había hecho con Amy anteriormente. Le daba bastante vergüenza que lo viera, además de que no quería que su amiga se hiciese ideas equivocadas.

-Oh bueno- comenzó, de nuevo azorado-. Es mi terapia.

La Hufflepuff le miró con cara de no entender. Chris soltó una risa nerviosa.

-Te dibujo a ti para no dibujar a Amy, así que podría decirse que eres mi terapia. Cada vez que tengo ganas de dibujarla o veo que se me va la mano, lo contrarresto con un dibujo tuyo. Espero que no te importe…

Ty parecida sorprendida y sorprendentemente, halagada. No sabía cómo se lo tomaría, pero se alegraba de que fuese así.

-¿Cómo me va a importar?

Chris se encogió de hombros. Quizá tenía miedo de que se sintiese utilizado para olvidarse de otra chica, aunque no fuese con fines románticos.

Ty le miró un momento antes de dejar el cuaderno abierto sobre la mesa y levantarse. La inseguridad de Chris la conmovía pero tenía una manera infalible de quitársela. Caminó hasta su lado, bajo su cohibida mirada, y le hizo girarse hacia ella en la silla.

-¿Qué pasa?- preguntó.

-Shh.

Chris se removió nervioso en su asiento cuando Ty pasó los brazos alrededor de su cuello para abrazarle. Ella era bajita y él muy alto, a pesar de estar sentado -sin contar lo altas que eran las sillas-, por lo que Ty le sacaba no demasiada altura en esa posición.

Le abrazó fuerte contra sí. La cabeza de Chris descansaba prácticamente en su hombro. Estaba tenso, muy tenso, y a Ty eso no hacía más que enternecerle. Le abrazó un rato, no supo cuánto, hasta que notó que el Ravenclaw se aflojaba bajo sus brazos, e incluso se atrevía a devolverle el abrazo rodeándole la cintura.

-Gracias-  susurró ella.

-¿Gracias por qué?

-Por pensar en mí para ayudarte.

Chris separó levemente la cabeza para mirarla. Estaba, como ya era normal en él, azorado, pero sonrió igualmente. La rubia observó unos instantes sus ojos verde jade y le acarició la mejilla con la mano antes de inclinarse para depositar un simple beso en la frente del castaño.

Ante ese gesto, él no pudo más que apartar la mirada, cohibido, haciendo reír a Ty, divertida de las reacciones tan espontáneas y adorables del Ravenclaw. Había pocos chicos como él y Amy había perdido una oportunidad muy valiosa.

Cuando ella se separó, Chris notó frío. No quería reconocer que le hubiese gustado quedarse así más rato pero tampoco podían abrazarse todo el día, ¿no?

-¿Seguimos?- dijo Ty, ya de vuelta en su sitio y devolviéndole el cuaderno.

Chris puso morros acompañando a su expresión de inmenso fastidio.

-Me da pereza.

-¿Pereza?- la rubia se rió con sorpresa-. ¡Eres un Ravenclaw! ¿Cómo te va a dar pereza estudiar?

-¿Qué pasa?- contestó, indignado-. ¿Por ser Ravenclaw no tengo derecho a no querer estar todo el día estudiando o es que todos tenemos que ser ratas de biblioteca?

La italiana soltó una carcajada, levantando las manos en señal de rendición.

-Está bien, está bien. ¿Y qué quieres hacer?

Chris lo sopesó.

-¿Qué tal si asaltamos la cocina?

La sonrisa que esbozó la rubia fue suficiente para saber la respuesta.

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Y ya está XD Aquí se ven escenas más cucas, la verdad. Me gustan mucho estos dos. Creé a Chris hace... uff, no recuerdo los años. En realidad era con otros fines, aunque también para rol, pero como no han podido ser, lo he evolucionado de otra manera =P

Espero que te guste, Lau ^^

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