Otro one - shot, esta vez a cargo de Buffy/Spike ^^ para el reto "contra la barra"
Buffy Summers no era una chica que gozara de especial vida social. ¿Qué su vida prácticamente se hacía de forma nocturna? Sí, ¿pero que se divirtiera?, no. No al menos que seas un retorcido sádico que mientras tus compañeros de facultad disfrutan de fiestas Universitarias, tu encuentres algún tipo de belleza exótica pasear por el cementerio a la espera de que un demonio - hay muchos - o un vampiro la agraciara con su presencia, y ella le presentara a la señora daga o la señora estaca.
Así que el día que Willow le cuchicheó que habían abierto cerca de la facultad un nuevo local y había recibido por un compañero una invitación - ¿Era demasiado obvio para sus compañeros que ella no seguía el ritmo habitual de cualquier pre - adulto? - y que dejara a un lado el tema de la caza vampiros, la elegida y un largo etcétera que le recordaba lo lastimosa que era su vida, y se divirtiera.
Diversión.
¿Eso se come?
***
Nada más llegar al lugar que Anya bautizó como “cool” a juego de una mirada lujuriosa que puso los pelos de punta al bueno de su novio, se arrepintió. Buffy se arrepintió de haber aceptado acompañar a Willow y Tara, porque se sentía como en una especie de civilización a la que ella era ajena.
El local de paredes acristaladas y sofás de formas rocambolescas estaba abarrotado de gente que estaba a un paso del coma etílico, se apuñaban en la pista y sus voces hacían que algo muy similar a una jaqueca comenzara a cobrar forma en la cabeza de Summers.
Se estaba aburriendo como una marmota.
- Sonríe Buffy - Willow alzó su copa con una sonrisa indulgente - Podemos pasar por gente normal y sin vidas complicadas.
- Will, suenas como si estuvieras haciendo un estudio de campo - Respondió Buffy hundida en su San Francisco.
La pelirroja sonrió.
- En cierto modo lo es - Respondió mientras Tara le robaba un traguito de su licor - Fíjate Buffy, ¿Cuántas personas que están aquí, pueden decir que alguna vez les ha pasado algo interesante?
- En este pueblo, persona que no se haya encontrado con un vampiro/demonio, o hibrido entre ambos, no puede llamarse ciudadano de este gran pueblo - Se burló con socarronería Sanders.
- ¿Tienes algún problema con los demonios, Sanders? - Preguntó con voz henchida de peligro la ex - demonio.
- No - Dijo con cierta alarma en la voz - de hecho los encuentro muy interesantes... - Se explicó balbuceando.
Buffy rodó los ojos, intentando obviar el hecho de que Anya se había subido sobre Sanders con intenciones de armar un espectáculo público X. Esa demonio debía aprender ciertas normas de comportamiento sociales.
“Si claro, y tú, la caza vampiros sin vida social, vas a explicárselo, ¿no?”
Miró su vaso semilleno y encontró su excusa:
- Voy a rellenar esto - Anunció levantándose del asiento rocambolesco.
- Nosotras vamos a bailar.
- Procurar no meteros mano, chicas - Sonrió Anya picaresca a horcajadas de un turbado Sanders - La pista es solo para bailar - Dijo como si fuera la gran verdad del universo.
Tara camufló una carcajada mientras Willow le hacía un encantador corte de manga.
***
“Esto solo me puede pasar a mí”
Buffy Summers muerta dos veces, quería volver a hacerlo, cuando al acercarse a la barra y pedir al simpático - y sexy barman - otro san francisco, se encontró a su lado la presencia indeseada de Spike.
- ¿Qué haces aquí? - Reclamó con enfado.
Y por dentro quería decir
“¿Qué haces aquí? Deberías estar en la cripta, y así poder irme al cementerio a cazar, escapando de esta jungla”
Con su languidez habitual y esa sonrisa criminal, el rubio la recorrió con una mirada que hizo que Buffy se sintiera expuesta y por inercia se subió el escueto top palo que lucía aquella noche.
- No sé, estoy en una discoteca, pienso yo que divirtiéndome - Le sonrió con burla.
Se sentía demasiado vieja para ruborizarse, pero aún así lo hizo.
- Los vampiros solo vienen a estos lugares cuando van de caza - Y ahí entraba ella - Lárgate Spike. - Ordenó.
Pero se trataba de Spike, el día que ese obstinado vampiro centenario hiciera caso a Buffy Summers ella podría morir - otra vez - en paz.
- Tesoro, ¿se te olvida que tu querido soldadito a la fuga y su equipo me metieron el puto chip en la cabeza? ¿También se te olvidó su función? - Ironizó.
Buffy no estaba segura de que ese chip siguiera funcionando, varios muerdos que gracias a su fuerza regeneraban con rapidez asombrosa, acreditaban que Spike SI podía dañar a los demás.
- Estoy con mis amigos - Cambió de táctica.
- Bien por ti, Summers.
- Vete.
- ¿Por qué?
- Porque si.
- Me abruman tus argumentos, cazadora.
- Que te jodan Spike.
Pasó en un segundo, pero fue suficiente para encontrarse contra la barra con el cuerpo de Spike presionando el suyo, sus bocas demasiado cerca. La salud mental de Buffy estaba decayendo más en aquella noche.
Sí, era posible.
- Me gusta más joder, Buffy - Hizo una pausa, donde sus oscuros ojos brillaron - en ambos sentidos de la expresión.
- Suéltame.
- ¿Por qué? - Embistió, y pese a las capas de ropa Buffy se atragantó con su propio gemido cuando lo sintió alegre - ¿Tienes miedo de que tus queridos amiguitos se den cuenta de que vas al cementerio no precisamente a matar? Aunque sabes jugar muy bien con estacas, todas. - Enfatizó, e inclinó la cabeza aprovechando la confusión y el bochorno delicioso de la cazadora para besarla.
Pero los besos de Spike no eran como los amables - a veces furiosos - de Ángel, sino eran como su carácter: obsesivos. Cuando Spike hacía algo, era como si se chutase con una sobredosis de adrenalina, y ella sufría las consecuencias en aquel beso donde gimió de puro placer, aunque su cabeza le mandaba señales de horror ante sus propias reacciones.
En algún momento durante el beso, Buffy se descontroló y no se quedó como la parte pasiva y acosada de la pareja sino que una de sus piernas treparon por la cintura del vampiro, anclándose a él, frotándose con deleite, enganchada a esa excitación animal que siempre vivía con el vampiro.
Las manos de Spike treparon bajo el top, atrapando sus pechos bajo el top y excitando los puntiagudos pezones tras el sujetador, y se aburrió de sus redondeces bajando por la espalda que se curvaba de placer como el lomo de una gatita hasta dar con otras redondeces. Apretó el traserito respingón con deleite pegándola más a él, haciendo que se sintieran, el uno al otro a través de las ropas.
Pero Buffy paró cuando se dio cuenta de lo que podía suceder al menos que parasen.
Iba a montar como una valkiria a Spike, o él con su habitual apetito desgarraría sus ropas y acabaría con sus problemas de libido haciéndoselo contra la barra.
Despertó con brusquedad y separó sus bocas a regañadientes.
- ¿Qué pasa? - Gruñó el vampiro descontento, excitado.
¿Qué pasaba? Que sus amigos estaban a unos cincuenta metros. Amigos que no sabían que en sus ratos libres en vez de pintarse como cualquier mujer las uñas, se dedicaba a explorar a Spike de arriba abajo, con manos y boca.
- Aquí no - Jadeó, intentando bajar la pierna de su cintura, pero él sujetó su muslo por encima de los vaqueros y Buffy no se sorprendería si cuando se mirase encontrase las marcas de los dedos de Spike en su piel.
- Mojigata - Se burló con voz ronca.
- Spike.
- ¿No te pone cachonda saber que podemos hacer cosas sucias bajo las narices de tus santurrones amigos? - La tentó mientras su lengua caracoleaba por la orejita sensible de la cazadora.
Gimió.
- ¡No contra la barra! - Casi chilló.
Se separó con desgana, haciendo que la rubia volviera sentirse con los dos pies en la tierra.
- Despídete, te espero en la cripta.
Ella frunció el ceño.
- Vete a la mierda Spike.
- Hasta luego, Summers.
Ella podría quedarse allí sin sentirse culpable por despachar a Spike, el vampiro era un capricho pasajero, o quizás una fijación enferma de su cabeza aliada a sus hormonas. Nada como lo que tuvo con Ángel. Pero ella se excusó con Will y Sanders, aludiendo que había visto un vampiro por el lugar, y acababa de llevarse a una presa. Will sugirió que lo persiguiera, porque probablemente pertenecía a un nido, Sanders la animó a patear el trasero inmortal de “colmillitos”, Tara sonrió, y Anya solo pestañeó, mientras su mano trepaba de forma descarada bajo la cinturilla de los pantalones de su novio.
***
- Dime Summers - La lengua de Spike trepaba por su espalda hasta reposar por la zona de los riñones - ¿qué les dijiste a tus amigotes?
Buffy suspiró con ojos cerrados mientras el recorrido del lujurioso beso de Spike bajaba por la zona prohibida de sus piernas.
- Había visto un vampiro en la barra.
Bueno, no había mentido.
Solo que no había dicho toda la verdad.
FIN
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