Hoy daré este gran paso, aun no se como resulte todo esto, pero pondré lo mejor de mí, quiero tener una vida como las demás personas, no quiero incomodar a Ohchan, quiero hacerme responsable de mi misma, serle de ayuda
Temprano por la mañana vino Matsujun san a recogerme, todavía no me acostumbro a tratarlo de manera informal, le estoy muy agradecida por ayudarme a dar este gran paso, para lograr un nuevo comienzo, estoy muy emocionada por eso, con Matsujun san siempre tenía algo de lo que hablar, más bien él siempre tenía algo que preguntar, hoy estaba vestido con el gorro muy bajo, unos anteojos negros, un tapa boca.
Desde que entramos se situó en una esquina de la cabina del tren, usualmente usa su coche para trasladarse, pero esta vez estaba mostrandome como llegar hasta mi nuevo lugar de trabajo, por la ruta larga, cuando viajamos en su coche nunca dejamos de hablar, es decir la cabina del coche se convierte en la sala de interrogatorio, bueno el hecho de socialisar y conocer bien a la gente es parte de su personalidad, pero como está ahora en el tren, es completamente diferente, bajamos tres estaciones despues de subirnos, durante todo el trayecto estuvo en silencio hasta que entramos a una calle poco transitada, nos detuvimos frente a una puerta de cristal, un letrero coronaba la entrada del lugar. “BON CAFÉ” podía leerse en letras grandes color marrón.
-¡Ahí están!- la voz de Sho san, nos hizo detener en la entrada
-¡Baka me asustaste, pense que eras un paparazzi!-dijo Matsujun golpeándole en la cabeza
-¡ya Jun tranquilízate! - dijo Sho acercándose
-¡Hola Mirai!, ¿que tal como estas? -dijo sonriendo mientras me saludaba con la mano
-¡Algo nerviosa, para ser sincera! - Dije siendo sincera
-Vamos tranquilízate, todo saldrá bien ya verás- dijo Sho mientras nos movíamos hacia la puerta
Matsujun se adelantó, entrando antes que nosotros
-¡Sabes, sé que te he visto antes!, ¡Estoy seguro que te he visto antes!- dijo parándose delante mío
-¡Pero aun no has podido recordar donde ¿verdad?! - Dije mirándolo fijamente
-¡Si aún no he podido hacerlo, pero no podría olvidar esos ojos tuyos!- dijo poniendo su mano en mi mejilla
¿Sho kun que intentas decirme?, ¿porque haces esto?
-¡Voy a recordar donde he visto tu rostro, pero por ahora será mejor que nos movamos, o Jun se va a molestar con nosotros! -dijo abriendo la puerta
Me quede parada unos segundos antes de entrar, al atravesar la puerta note que el lugar parecía haber abierto hace no más de unos días, tenía dibujos en las paredes, algunas estaban vacías, la mayor parte de los dibujos eran flores, había un espacio vacío junto a la ventana, me dio ganas de dibujar girasoles ahí, no sé porque, tal vez porque fuera también había algunos
¡Si dibujo ahí girasoles la gente pensara que está en un campo de girasoles y no en una cafetería!, se transportarían inmediatamente a otro lugar, esa sería una agradable sensación…
Mientras miles de ideas de cómo llenar esas blancas paredes pasaban por mi cabeza, no me había percatado, que el sitio a pesar de no ser muy transitado, estaba prácticamente lleno, vi a Matsujun recostado en el mostrador junto a la caja, cuando me acerque hablaba con un joven misterioso, esa era la impresión que me dio, Matsujun le pregunto por un tal Nakada Yuu, el chico se levantó de su asiento al oír el nombre, y desapareció, poco después regreso con una persona a su costado.
-Acércate, yo los espero aquí- dijo Sho kun empujándome para que me acercara a Matsujun, que estaba en la barra, el tranquilamente jalo una silla y se sentó en una de las pocas mesas libres que había
Camine rápidamente hasta Matsujun, me pare a su costado, la persona por la que había preguntado él, efectivamente era el que acababa de entrar junto a ese chico misterioso, Nakada Yuu pude leer en la identificación que llevaba en el pecho, se saludaron como viejos amigos
-Y bien, ¿dónde está tu prima?- pregunto Nakada san
-Aquí esta- dijo Matsujun haciendo que me adelantara
-¡Encantada de conocerlo, soy Yoshimura Mirai!- dije haciendo una reverencia
-¿Yoshimura? ¿Eh? - Dijo Nakada san examinándome
-¡Sí! - dije sin titubear
-¿cuántos años tienes? - Dijo aun mirándome
-¿Qué? - dije mirando a Matsujun esa pregunta no me la esperaba
¿Qué hago?, ¿qué le digo?, no sé si Matsujun ya le dijo cuántos años tengo, aunque para ser sinceros ni siquiera recuerdo cuantos años tengo
-¡Ya te dije que 26!- intervino Matsujun al ver la expresión de mi rostro
-¡Oh sí! ¡Sí! , lo había olvidado, aunque viéndola bien, no los aparenta- dijo Nakada san sonriéndome
-¿En serio? - Dije devolviéndole la sonrisa
-Si en serio, bueno Señorita Yoshimura, a partir de mañana, a pesar de ser recomendada por Matsujun tiene que superar una semana de prueba, como cualquiera de nuestros empleados, si pasa la semana, quedara oficialmente contratada-dijo manteniendo esa sonrisa que me hacia sentir mucho mejor y menos nerviosa
Lo que acababa de decir, cambio este día completamente, era el primer trabajo que tendría o que recordaría haber tenido, estaba muy feliz
-¡Daré lo mejor de mi!- dije haciendo un reverencia
-Trabajaras de lunes a sábado en las mañanas, le pediré un favor los miércoles podría hacer turno completos, por supuesto le pagare las horas extra, ¿está bien?- dijo Nakada san
-¡Si perfecto!- dije sin salir de mi emoción
-¡Como veras, acabamos de abrir sin embargo hay momentos en lo que no nos damos abasto, nos serás de mucha ayuda!- dijo sin cambiar su sonrisa
-¡Gracias! - dije haciendo nuevamente una reverencia
-¡Tenemos que irnos! - dijo Sho kun apareciendo tras nosotros haciendo una pequeña reverencia en dirección de Nakada como saludo
-¡Bueno entonces te espero mañana Yoshimura!, ¡a las 7:00 , no lo olvides, y no llegues tarde!- dijo Nakada
-¡Sí! , ¡Aquí estaré, gracias nuevamente! - dije caminando en dirección de la salida, Matsujun se quedó un poco más, hablando con Nakada san mientras yo y Sho kun caminábamos a la salida, cuando llegamos a la puerta él nos alcanzo
-¡¿Bueno, nos vamos?! - dijo Matsujun adelantándose hasta el coche de Sho, camine con ellos hasta la puerta del coche
-La verdad chicos me gustaría quedarme un poco mas- dije mirándolos mientras subían al coche
-¿Qué? - Dijo Sho
-¡Quiero explorar la zona!- dije algo emocionada por la idea
-¡Entiendo!-dijo Matsujun
-¡Quiero intentar volver por mis propios medios!, ¡aparte quiero conocer más esta zona!- dije mientras Matsujun terminaba de acomodarse el cinturón de seguridad
-¡Está bien! , pero si sucede cualquier cosa llámanos, tienes nuestros números, ¿verdad? - Dijo Sho kun cerrando la puerta del coche
-¡Está bien lo hare! , saluden a los chicos de mi parte- le dije sacando el móvil del bolsillo, mostrándoselos
-¡Nos vemos!-dijeron los dos, mientras el coche arrancaba
-¡Si nos vemos, que tengan un buen día!- dije viendo cómo se alejaba el coche, no pude volver a casa inmediatamente, me dedique a recorrer las calles, descubriendo la zona, para así evitar perderme en el futuro, a unas cuantas cuadras del café encontré unas rejas las que estaban cubiertas de enredaderas que impedían ver hacia adentro, quería ver que había adentro, así que camine al costado de las rejas, hasta que llegue a un portón también cubierto por enredaderas, pero delante del portón había una malla verde que bloqueaba la entrada, sobre esta habían puesto esas cintas gruesas de color amarillo que decían “PELIGRO”, inmediatamente quise saber el porqué, cruce la calle desde la otra acera, se podía ver parte de un edificio, parecía que solo habían paredes y un techo a punto de colapsar
¡Estarán construyendo alguno de esos supermercados!, ¡no es nada interesante!
Camine, de vuelta hacia el café, y encontré la ruta de regreso a casa, era muy fácil tomar el tren, sin perderse
Desde que encontré esa casa, por una extraña razón no he podido sacarla de mi cabeza, cada vez que acabo el trabajo, me doy una vuelta por ahí, para ver si algo cambia, pero, no todo sigue como antes, las rejas cubiertas de esa malla verde y las cintas, todo igual.
Ya llevo trabajando 7 días en la cafetería “BON CAFÉ”, el jefe, así es como llamo a Nakada san, cuando se pone serio tiene un aspecto severo, pero es muy amable en realidad, en estos dos días, fácilmente pude congeniar con mis compañeros de trabajo, en total somos 6 contando al jefe
Están Watanabe Tora, es un hombre ya mayor de unos 40 años más o menos, él trabaja en la cocina junto a Fujioka Kai, un chico joven de unos 26 años, se podría decir que tiene mi misma edad, pero como ya dije, yo no recuerdo exactamente cuántos años tengo, Fujioka san y Watanabe san siempre están discutiendo, hay una chica joven, con la que me llevo muy bien su nombre es Nimura Hanon, a la que llamo Hanon, después de que me insistiera constantemente que por favor dejara de llamarla Nimura san, Hanon es una chica de grandes ojos y hermosa sonrisa, simpatizamos al instante , me ayuda a adaptarme en el trabajo, a saber todo lo que necesito para dar lo mejor de mí, a las dos nos gusta observar las peleas en la cocina, son muy divertidas.
A pesar de tener nuestra misma edad, Fujioka san es nuestro superior, el supervisa nuestro trabajo, también está el chico misterioso que conocí de vista, el día que pise por primera vez el “BON CAFÉ”, el turna su trabajo entre la atención al público y la caja, su presencia me hace recordar a Ohchan, su nombre es Ohmoto Takeshi, tal vez sea porque sus apellidos empiezan igual, bueno a Ohmoto san todos le llaman Takun, yo aún sigo llamándole Ohmoto san, este chico es peculiar ni bien termina nuestro turno se despide y desaparece; Fujioka san dice que es raro, yo no creo eso…
Hoy es mi Octavo día trabajando en el “BON CAFÉ”, hoy sucedieron cosas inesperadas, fue la primera vez que Ohmoto san se dirigía a mí
-¿Mirai? - dijo con recelo, mientras recogía dos tazas de café de la barra
-¡¿si Ohmoto san?! -respondí, su rostro mostraba sorpresa
-¿Puedes ayudarme con esa mesa? - dijo señalando una mesa cerca a la puerta, que el estaba atendiendo
-¡Claro! -le dije con una sonrisa, me dirigí inmediatamente a la mesa señalada
¡NO PUEDE SER!, pero si es… ¿cómo lo debo tratar? Mejor lo trato como a un cliente más
Llegue a la mesa, con mi libreta de pedidos, como si no hubiera notado quien era, le puse la carta sobre la mesa
-¡Buenos Días! ¡Bienvenido a BON CAFÉ, puedo tomar su orden! -dije fingiendo indiferencia, mientras no quitaba la mirada de la libreta de pedidos
-¡Buenos Días!, Bueno un cappuccino, estará bien y algún postre que guste recomendarme-dijo entretenido en el periódico que llevaba en las manos
-Entonces le parece bien, ¿si acompaña el cappuccino con una rebanada de tarta de fresas? -pregunte, de pronto empezó a doblar el periódico y levanto la visto
-¡AH, pero si es Mirai chan! - dijo Sho kun reconociéndome,
-¡Buenos días!- dije sonriéndole, era agradable verle por la mañana
-¡Bueno!, seguiré tu recomendación con respecto a la tarta de fresas-dijo examinando mi rostro, devolviéndome una cálida sonrisa
-¡En seguida regreso con su pedido!- dije cogiendo la carta de la mesa, girando para irme
-¡Sé que no debo fastidiarte en el trabajo!, Pero…- dijo cogiendo mi mano para detenerme
¿Qué? ¿Sho kun, que sucede?, ¿qué es lo que quieres decirme?
Regrese sobre mis pies, para ver porque me detenía
-¿Cómo te está yendo en el trabajo? - Pregunto hablando bajito para que no nos oyeran
-¡Bien! , pero… tengo que seguir trabajando- le dije bajito, acercándome para que me pudiera oír
-¡Ok!, ¡Entonces estaré esperado mi pedido!- dijo alejándose como si nada hubiera pasado
Volví con su pedido, cuando termino me dijo que le encanto la combinación que le había sugerido, y que tal vez pronto lo volvería ver por aquí nuevamente
¡Sho kun me cuida como si fuera mi hermano mayor!, ¡es muy amable!
Todo el día pasó sin contratiempos después de eso, cuando hubo terminado mi turno como todos los días volví a caminar hasta las rejas con enredaderas, nada había cambiado como siempre, asi que regrese caminando hasta la estación, subí al tren de regreso a casa, llegue cansada a casa, no tuve tiempo para averiguar si Ohchan estaba en la casa, solo como si fuera un zombi, subí a mi cuarto, me tire a la cama quedando dormida inmediatamente…
Tercera Parte