La mañana esta algo fría hoy a pesar de ser verano, las cosas se ven diferentes a través del parabrisas de su coche, todo el mundo parece tener algo que hacer, algo en lo que estar ocupado, tienen una vida que vivir, tal vez aburrida o excitante, pero tienen algo que hacer, no me gusta ver el mundo moviéndose a mi alrededor, quiero moverme con él, necesito encontrar un trabajo, creo que convertiré eso en mi prioridad
¿Prioridad? ¡Por Dios!, ¡¿en qué mundo andas, acaso tienes otra cosa que hacer en tu “apretada agenda”?!
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-¡Hermana, tienes que encontrar un poco de tiempo para mí!-dijo una adolescente de cabello largo frente a mi
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¿Que fue eso?, ¡esa silueta, ya la he visto antes!, ¡en mis sueños, ya la he visto!, ¡esa niña, ¿es mi hermana?!, ¿eso fue un recuerdo?...!sin duda lo fue!
El coche freno repentinamente, haciéndome volver a la realidad, habíamos llegado a su trabajo, tenía aun en mente, ese pequeño recuerdo que tuve
-¡¿Estas bien?! -dijo mirándome desde su asiento en el coche
-¡¿Eh?!, ¡Sí! ¡Sí! -dije asintiendo velozmente, sin lograr que su expresión cambiara
-¿segura? -dijo mirándome, algo inconforme con mi respuesta
-Si-le dije, esto no era necesario que lo supiera, no era un recuerdo completo, era algo relevante, aunque ya antes le conté sobre el sueño y los pocos recuerdos que tengo, no quiero preocuparlo con algo tan pequeño
-¡Está bien, si tú lo dices, te creo!-dijo buscando algo en el bolsillo, saco su móvil, marco un número, espero a que contestaran, yo solo lo observaba
-¡Aló Nino! -dijo esperando respuesta por parte del otro lado
¿Nino?, ¿quién es Nino?
-¿Dónde estás?, Necesito que me ayudes -dijo esto muy calmado, algo le dijo su interlocutor
-¡Si, estas en la entrada!, ¿Puedes bajar al estacionamiento del sótano? por favor-dijo sin cambiar su tono, no tenía idea de lo que le respondía su interlocutor
-¡Sí!, ¿No viniste con tu manager verdad? -dijo mirando a la ventana del coche, ya se había estacionado, pero…
-¡Te espero!-dijo, corto la llamada y guardo el móvil en el bolsillo derecho de su pantalón, siempre lo guardaba ahí, a veces parecía ser la persona más ocupada del universo, recibía llamada cada cinco minutos, pero eso solo sucedía de vez en cuando…
¿Porque no bajamos del coche, Ohno san? ¿Porque tenemos que esperar a esa persona, Nino?
No paso más de un minuto cuando, vi una persona acerándose, era un chico, no muy alto, tenía cara de niño, no paso mucho para que Ohno san destrabara la puerta y saliera del coche
-¡Espérame aquí! -dijo antes de cerrar la puerta tras de si
No entendía muy bien lo que estaba sucediendo, él y el chico “Nino” se saludaron, cuando estuvieron lo suficientemente cerca, comenzaron a charlar, Ohno san estaba de espaldas hacia mí, no podía siquiera imaginar lo que decía, pero por el contrario tenía una vista perfecta de las reacciones del otro chico…
En un momento determinado el otro chico señalo el coche, su cara reflejaba, asombro, incredulidad, inmediatamente Ohno san le bajo el brazo, al parecer Ohno san estaba en medio de un monologo y el otro chico se limitaba a escuchar…
¿De qué tanto están hablando?, ¿de mí?, si es así creo que debería saber, que están diciendo…
La curiosidad me invitaba a abrir la puerta del coche y acercarme lo suficiente para escuchar, hablaron aproximadamente quince minutos, no entiendo que tanto tenían que decirse, al rato los dos venían acercándose hacia el coche, se detuvieron frente a el, Ohno san vino hasta mi puerta y la abrió, me dio la mano invitándome a bajar, tome su mano, salí y me pare junto a él…
-¡Ohchan, que se ponga estos!-dijo el otro chico sacándose una chalina y unos anteojos negros, que traía puestos, alcanzándomelos
-¡Hola! -le dije cogiendo las cosas que me daba, su rostro estaba serio
¿Es este chico uno de tus amigos?, ¿Por qué tengo que usar esto?
-¡Hola, Me llamo Ninomiya Kazunari!-dijo en respuesta al saludo, mostrándome una sonrisa
Ahora entiendo porque Ohno san te dice “Nino”, eres más amable de lo que pareces
-Encantada de conocerlo-dije haciendo una apropiada reverencia frente a él
-¡ponte las cosas que te dio, Nino, por favor!-dijo Ohno san cuando me levante, me ayudo a acomodarme la chalina, se paró frente a mí para observarme
-¡Perfecto!, escúchame claramente, ¿sí?, ahora iras con Nino, él te llevara hasta los camerinos, ahí te alcanzare, ¿está bien? -dijo mirándome fijamente
¿¡Qué yo haga que!?, ir con ese chico, pero…
-¿Ohno san a dónde iras? -le pregunte con un poco de recelo hacia el chico, era tierno, pero a veces parecía molesto
-¡Tengo que encontrarme con mi manager!, ¡Tranquila, estarás bien!-dijo tomando mi mejilla, acomodando mi cabello
-¡muy bien iré con Ninomiya san!, nada pierdo con conocer a alguien más, después de todo, será la segunda persona que conoceré-dije sin quitar los ojos de Ohno san , no podía interferir en su vida, no puedo depender de él todo el tiempo…
No puedo ser un obstáculo, tengo que convertirme en algo mejor que eso,…tengo que hacerlo
-¡Me sigues!-dijo Ninomiya san caminando rápidamente delante mío, guiando el camino
-¡Si ya voy! -dije corriendo para alcanzarlo
-¡Ohno san nos vemos! -dije viéndolo alejarse en la dirección de la que Ninomiya san había venido
-¡por aquí!-dijo Ninomiya san señalando el camino con su mano, se paró frente a un ascensor, las puertas se abrieron dejando salir a unas dos chicas, quienes al verlo, se emocionaron, mientras cuchicheaban entre ellas
-¡Mira! ¡¿No es Ninomiya san?!-oí que decía una de las chicas, con una risita nerviosa en la voz
-¡Si lo es!-le respondió la otra mirándola, sin saber qué hacer, igual de nerviosa que la anterior
-¡Ninomiya san!, ¡Buenos Días! -dijo la primera, saliendo del ascensor seguida de su amiga, sin quitarle los ojos de encima
-¡Buenos Días, Ninomiya san!-dijo la otra para no quedarse atrás
¿Pero que les pasa a esas chicas, están bien?, ¿porque se comportan así?
Ninomiya san lo único que hizo fue limitarse a asentir en respuesta a su saludo, luego de subir al ascensor marco el número cinco, después de esto todo fue silencio, era un poco incómodo para ser sincera
-¿Conoce a esas chicas, Ninomiya san?-le pregunte en mi intento de entablar una conversación
-¡No exactamente!-dijo con una risa burlona
-¿Y dime como debo llamarte?-pregunto, fue un golpe bajo, la pregunta me agarro fría, durante estas semanas no hemos tenido problemas con Ohno san con respecto a cómo llamarme, el siempre que quería decirme algo se me acercaba o llamaba mi atención para hablar conmigo, nunca tuvo que llamarme por un nombre ni nada de eso…
-¿ Ninomiya san?, no sé si Ohno san se lo dijo, pero no puedo recordar mi nombre-le dije , algo incomoda a causa de esto
-¡si me lo dijo, solo lo olvide, lo siento!-dijo volteando a mirarme por primera vez
¿Se está disculpando?... no tiene que hacerlo, no es su obligación saberlo
-¡no se preocupe!-le dije para que no se incomodara por mi causa
Sonrió y volvió la mirada a la puerta del ascensor, se abrió repentinamente, dejando ver un pasillo, con chicos, entre niños y jóvenes corriendo por todo lado, el salió y empezó a caminar por el pasillo, yo lo seguía caminando a cierta distancia, cuando los chicos lo veían, dejaban lo que estaban haciendo y se paraban a saludarlo cortésmente, haciendo una profunda reverencia, luego retomaban sus actividades
¡Ninomiya san parece que es una persona importante en esta empresa!, para que esos chicos actúen de esa manera, tiene que serlo
Se detuvo frente a una puerta con un letrero que decía “Arashi”, la abrió
-¡entra!-dijo deteniendo la puerta para evitar que se cerrara, le hice caso moviéndome rápidamente hacia el interior de la habitación, lo que vi cuando entre me sorprendió un poco, habían dos chicos dentro, uno leía un periódico, sentado en la mesa del medio, el otro hojeaba una revista, de la nada frente a mis ojos apareció un chico con solo una toalla en la cintura, grite y me di la vuelta tapando mis ojos
¡Pero qué demonios!, ¿a qué clase de persona se le ocurre asomarse con solo una toalla?
-¿Nino porque no dijiste que traías compañía?-dijo alguien, no sabía quién era porque traía los ojos tapados y estaba de espaldas a ellos, me negaba a voltear
-¡yo, tu eres el culpable por andar semidesnudo casi siempre!-dijo Ninomiya san, que estaba parado delante de mí, cogió mis hombros
-¡vístete!-dijo alguien mas
-¿quién es? -dijo otra voz
-¡es una amiga de Ohchan!-dijo Ninomiya san dirigiéndose a los chicos que estaban en la habitación
-¡ya puedes abrir los ojos, J no te volverá a asustar, con sus malos hábitos!-dijo refiriéndose al chico que estaba semidesnudo
“J” ¿ese es un nombre? ¿Así se llama?… ¡es un nombre extraño! bueno no solo su nombre es extraño, el también parece serlo
Ninomiya, soltó mis hombros y me giro en dirección a las voces, al abrir los ojos me encontré con cuatro pares de ojos fijos en mí, me miraban intrigados, como si algo anormal estuviera ocurriendo, no supe cómo reaccionar, simplemente los observaba, luego de un momento todos volvieron a lo que estaban haciendo
-¿Cómo te llam…
-¡Sho chan, ella no te podrá contestar esa pregunta!-dijo Ninomiya yendo hacia las sillas, tomo una, mientras buscaba algo en una bolsa
-¡Adelante siéntate si quieres, ponte cómoda!-dijo el chico que parecía ser el más alto de todos
-¿Porque?, ¡no sé pero tu rostro…, me parece que te he visto antes-dijo el chico del periódico, esperando una respuesta por parte mía
-¿A mí?, ¿Dónde? -dije su frase había ganado toda mi atención
Si él sabe quién soy, tal vez pueda ayudarme a recordar…algo, lo que sea
-por favor haga un esfuerzo, recuerde donde me vio, por favor-dije sin haber recibido respuesta a mis preguntas anteriores, me pare frente a él, creo que lo asuste un poco con mi actitud, de repente escuchamos el ruido de un móvil, todos volteamos en dirección al sonido, el chico de su costado, sostenía su móvil en la mano, para contestar la llamada
Un móvil como ese yo…
Mi mano fue directo a mi bolsillo… del que saque un móvil color negro,
¿De dónde lo tenía?, el mío es color blanco, y de un modelo diferente, este se parece al que está sosteniendo ese chico, ¿como apareció esto aquí?
Cerré los ojos pero al abrirlos el móvil blanco que me dio Ohno san estaba ahí, en mi mano
¿Cómo?, ¿qué?...pero si hace un rato tenía un móvil color negro, ¿Cómo?… ¿era un recuerdo?
Observe alrededor, me encontré con la cara del chico del periódico mirándome algo asustado, creo que mi actitud lo estaba asustando, me aleje un poco
¿Entonces fue un recuerdo?, ¿algunas vez tuve un móvil como ese?, tal vez, quien sabe… solo fue un recuerdo
Algo decepcionada, por solo tener recuerdos incompletos, empecé a caminar en dirección a la puerta, vi la perilla de la puerta girar, con su ruido particular, me acerque, pero cuando estaba a punto de alcanzar la puerta, la voz de Ohno san invadió la habitación
Se asombró al verme parada cerca de la puerta, sonrió, entonces desapareció todo lo que nos rodeaba, levanto mi cárdigan con su mano derecha, sin quitar la sonrisa de su rostro
-lo olvidaste en el coche...
-¡Rida!, -la voz de los chicos, me hizo darme cuenta que no estábamos solos, los otros chicos estaban presentes, los ojos de estos chicos se paseaban de mi a Ohno san y de Ohno san a mí, el silencio total se apodero del pasillo
¿Porque nos miran así?, ¿no entiendo acaso hice algo mal?
Una risa sonora, rompió el silencio incomodo
jajajaja, , ¡porque no nos hablaste de tu novia, rida!- exclamo entre carcajadas el chico más alto del grupo
-¡Baka cállate! -dijo el chico del periódico golpeándolo en la espalda, me mando una sonrisa de disculpa e hizo una pequeña inclinación
Ninomiya san estaba que no podía más con la risa
-¡cállense, no creen que están dando conclusiones precipitadas!-dijo el chico al que Ninomiya san llamo “J”
Ohno san me entrego el cárdigan, paso su mano por mis hombros, haciéndome encarar al grupo de chicos que tenía detrás
-¿Cómo te llamas? - dijo el más alto llamando mi atención con las manos
Pensé que esa pregunta ya había quedado clara
-¿a qué te dedicas? -dijo el chico del periódico, mirando mi rostro, como si tratara de recordar donde me había visto
- ¿cómo se conocieron? -pregunto el chico al que llamaban “J”
Ninomiya san se mantuvo en silencio, concentrado en una máquina que llevaba en las manos, desde hace un buen rato
No tengo respuesta para algunas de sus preguntas, no sé cómo contestarles
-¡silencio!-la voz de Ohno san se elevó en la habitación calmando los ánimos, deteniendo la ola de preguntas, que nos lanzaban los chicos
- ¡ella no puede contestar algunas de las preguntas que le hicieron!-dijo parándose junto a mí, la mano que tenía en mi hombro, hizo un poco de presión,
-Eso ya lo había dicho Nino antes-dijo el chico del periódico
-¿a qué te refieres con que no puede contestar? -dijo el chico “J”
- ¡Ahora les explico, primero, dejen que ella los conozca ¿si?! -dijo Ohno san, este era un nuevo reto para mí, no conocía a nadie, excepto de Ohno san, bueno ahora también conocería a estos chicos, aunque del único del que sabía su nombre era Ninomiya san, señalo al chico al que le decían J, me miró fijamente y sin dejar que Ohno san hablara intervino
-¡Yo soy Matsumoto Jun!-dijo muy serio, daba un poco de miedo a decir verdad, parecía muy analítico
-Mucho gusto- le dije bajando la cabeza haciendo una reverencia
-Yo soy Aiba Masaki , puedes decirme Masaki, si quieres- dijo sorpresivamente el chico más alto, regalándome una cálida sonrisa
-Mucho gusto -dije devolviéndole la sonrisa, parece que siempre estar lleno de mucha energía, se me acerco y me paso un brazo por el hombro
-¿Me la prestas Ohchan?- dijo Aiba san tomándonos a los dos por sorpresa, alejándome de Ohno san
¿Ohchan?, ¿le dicen así?, suena bien ya les he oído llamarlo así muchas veces, yo también quiero decirle así, Ohchan…
-¡aquí!-dijo deteniéndonos frente al único chico del que no sabía su nombre aun, el chico del periódico, seguía estudiando mi rostro, tratando de recordar donde lo había visto seguro
-¡Él es Sho chan!-dijo muy sonriente
-¡Yo soy Sakurai Sho! -dijo el chico del periódico, sonriendo suavemente, era la primera vez que lo veía sonreir
-¡Sakurai san, mucho gusto!-dije sonriéndole
Parece un conejito cuando sonríe, es muy tierno
-Trabajamos juntos como grupo, nos llamamos “ARASHI”-dijo Ohno san, cada vez que él hablaba no podía dejar de sonreír, la vibración de su voz es hermosa
- ¡él es nuestro líder! -dijo Aiba san yendo junto a Ohchan colgándose de el
-¡OH!, ¡ya veo! -dije al no encontrar nada mejor que decir
- ¡Es para mí un placer conocerlos!-dije me sentía tan fuera de lugar
-¿A qué te referías con que ella no podía contestar algunas de nuestras preguntas? -dijo Matsumoto san, sin perder el tiempo, todas las miradas incluida la mía se dirigieron hacia Ohchan
Lo siento Ohchan, por meterte en este lio con tus amigos, es tan…
- ¡ella tiene amnesia!- dijo sin más rodeos
-¡ah tiene am…. ¿Tiene qué? -dijo Aiba san, luego de su intervención, todo quedo en silencio, a ellos les estaba costando asimilar la idea
Se miraban entre sí, sentía que me hacía chiquita cada vez más chiquita, como Alicia, mientras caía por el agujero del conejo…
Tercera Parte