Título: (Let's go outside) In the moonshine.
Autor:
hoomygothFandom | Pairing: Gossip Girl | Chuck/Dan.
Prompt:
InfiernoLongitud: 1.012
Spoilers? Referencias a mis fics anteriores.
Rating | Advertencias: T | Palabrotas y menciones a sexo.
Notas: El prompt es infierno porque... wait, creo que lo menciono una vez. Con eso me vale xD. Escribo mucho últimamente, pero es que estoy deseando acabar la tabla para coger otra, ya informaré. Por cierto, esto es lo más gay que ha escrito nadie nunca, os lo aseguro. Y es una gilipollez, pero me hace feliz, así que a callar :)
Heaven knows I was just a young boy, didn't know what I wanted to be.
I was every little hungry schoolgirl's pride and joy, and I guess it was enough for me.
[…]
But today the way I play the game is not the same.
No way.
Think I'm gonna get myself happy.
- George Michael - Freedom 90
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Los que no creen en el cambio climático deberían tratar de pasar un verano en Nueva York. Sólo estaban a principios de junio y ya hacía más calor que en el infierno. Todos los que podían se marchaban a los Hamptoms, bebían mojitos para desayunar y tenían un affaire con el jardinero. Los demás, la gente común y corriente, se armaban con una botella de agua de dos litros y protección solar factor 40, y trataban de sobrevivir un día más.
Dan había decidido no volver a ver la luz del sol hasta que llegara el otoño. Él se lo podía permitir porque, desde que se le acabaron las prácticas en la editorial, no había encontrado trabajo. Así que su trabajo era escribir, y eso lo podía hacer a cualquier hora. Y lo hacía mucho mejor de noche, cuando en casa no estaba Jenny correteando arriba y abajo y su padre empeñado en tomarse un café con él cada diez minutos. Por la noche sólo estaba él, su portátil, los ruidos de la cuidad de fondo y su novela a medio terminar.
Su novela. Llamarla novela era ser muy optimista. Era más una sucesión de personajes e historias sin demasiada coherencia que empezaba a parecerse demasiado a su propia vida. Y lo peor de todo es que el personaje que se había acabado convirtiendo en él mismo era una chica. No sabía qué decía eso de él. Pero ya no era el momento de preguntárselo, porque llevaba escribiéndola dos años, y había decidido que ya era suficiente. Y, si todo salía según el plan, debería tener el primer borrador en un mes, y contando con el tiempo para releer y corregir compulsivamente, llegaría a tiempo para presentarse al concurso de novela joven del New Yorker. Era su último año (porque aparentemente con veinticinco ya no se es joven), y le vendría muy bien el dinero. Y si no lo ganaba tampoco haría un drama de ello, al menos habría acabado la maldita novela y podría dedicarse a escribir algo que le diera menos dolores de cabeza.
Y en esas estaba, peleándose con su protagonista, que volvía a lamentarse por su vida amorosa y su novio-que-no-era-novio y su horrible por no decir inexistente carrera profesional (¿de qué me suena todo esto?) cuando un repiqueteo en el alfeizar de la ventana llamó su atención. Pero entonces paró, y luego volvió a empezar. Tic, tic, tic. No sonaba a granizo, aunque estando el clima como estaba todo era posible. Sonaba a alguien lanzando piedras contra su ventana. Eso realmente funcionaba mucho mejor cuando la ventana no estaba abierta.
Se levantó de la silla y fue hasta la allí, evitando pisar las piedrecillas que habían alcanzado el suelo de su habitación.
-¿Chuck? -gritó susurrando-. Son las tres de la mañana, por Dios.
-Hola, Dan -y tiró una última piedrecita, que se coló por la ventana a su lado y se perdió bajo la cama-. Uy. Estoy un poco borracho.
-Hola.
-Hola -repitió él.
-Sabes que tengo teléfono, ¿verdad?
-Pero esto es mucho más romántico. Lo vi ayer en un capítulo de Sexo en Nueva York, y quedaba romántico.
-No es romántico si vas ciego y yo tengo la ventana abierta.
No podía verle bien la cara, pero estaba seguro de que había puesto esa expresión suya de niño huérfano que sabía que siempre le funcionaba con Dan.
-Perdona.
Cuando Chuck pedía perdón de esa manera, como si tuviera siete años y acabara de romper un jarrón muy caro, daba tanta lástima que Dan no era capaz de enfadarse.
-No pasa nada, estaba despierto. ¿Qué haces aquí?
-Estaba en el barrio.
-Sí, seguro.
-En serio, hay un club aquí -dejó esa idea inacabada-… Deberías haber salido hoy conmigo en vez de quedarte escribiendo como una abuela.
-Baja el volumen, vas a despertar a todo el mundo. Y ya te he dicho que tengo que terminar de…
-Sí -le interrumpió-, ya me lo has dicho. Pero han puesto una canción de George Michael y me he acordado de ti.
-¿Qué clase de club es ese?
-Era noche temática de los 80.
-Odias los 80.
-Well I guess it would be nice if I could touch your body -dijo, con una sonrisa un poco torcida-. Descuelga la escalera de incendios y déjame subir.
-¿Estás loco? Jenny está durmiendo a dos metros de aquí.
-Yo puedo ser muy silencioso si quiero.
-Ya, bueno, yo no.
Chuck se rió, y al otro lado de la calle ladraron un par de perros.
-Sólo necesito un beso, y me voy.
-No te creo.
-Dan, deja de hacerme sufrir. Estoy borracho de madrugada bajo tu ventana, es lo más patético que he hecho en mi vida. O me dejas subir o bajas tú, pero haz algo.
Dan estaba quedándose sin argumentos.
-El propósito de no salir esta noche de casa era tener tiempo para escribir. Y no puedo escribir si estás aquí. O si yo no estoy.
-Se supone que el cabrón sin sentimientos soy yo.
-Sólo quieres echar un polvo, y no tengo tiempo para eso.
-Hey, you're just too funky for me. ¿No tienes media hora?
-No -mintió.
-Veinte minutos. Quince. Una mamada rápida.
-En serio, baja la voz.
-Siempre puedo llamar a la puerta y que me abra tu padre.
-No vas a hacer eso.
-Verás -se rió, haciendo amago de ir hasta el portal.
-¡No! -exclamó, y volviendo a susurrar-: Chuck, joder, no lo hagas.
-Entonces déjame subir.
-Eres… eres un extorsionador de mierda.
-¿Eso es un sí?
-¿Tienes el coche ahí abajo?
-¿Quieres hacerlo en la limusina? -se sorprendió-. If you're looking for fast love…
-Esa no es de los años 80, tramposo.
-¿Vienes o no?
Se oyó un gruñido de frustración, y Jenny no tardó en asomarse a la ventana.
-Sí, Dan. O entras o sales, pero haz el favor de hacerlo en silencio -le espetó de malos modos y, ya con mejor tono-: Hola, Chuck.
-Bonito pijama, Jen. ¿Daniel?
-Sois increíbles.
-¿Qué significa eso?
-Que ahora bajo, joder. Déjame coger el ordenador.
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- ‘El cielo sabe que solo era un chico joven, no sabía lo que quería ser.
Era el orgullo de las colegialas hambrientas, y supongo que era suficiente para mí.
[…]
Pero hoy no juego de la misma manera.
Ni hablar.
Creo que voy a tratar de ser feliz.’
- Well I guess it would be nice if I could touch your body - ‘Supongo que estaría bien si pudiera tocar tu cuerpo’. Versos iniciales de Faith, canción de George Michael de 1987.
- Hey, you're just too funky for me - 'Eres demasiado sexy para mí' - Verso del estribillo de Too Funky, canción de George Michael de 1992
- If you're looking for fast love… - ‘Si buscas amor rápido…’ Primer verso del estribillo de Fastlove, canción de George Michael de 1996.