Vamos a hacer un recuentito de lo que fue este bonito año.
ENERO
- Recibí el Año Nuevo en la Recepción del Hotel Antillano, con un vaso de refresco de naranja que me regalaron unos huéspedes algo ebrios.
- A mitad de mes, tomé el autobús de Cancún al Distrito Federal. En Puebla hacía un frío de la ch*ngada.
FEBRERO
- Después de un mes y medio de no hacer otra cosa que estudiar mis libros de la preparatoria, presenté el examen de admisión para la UNAM. Irónicamente, lo presenté en una Universidad La Salle. Nunca releeí tantas veces un examen antes de entregarlo.
MARZO
- No estoy segura de qué hice durante éste mes. Probablemente, leer, pretender que escribía, ver telenovelas con mi abuela, experimentar con ensaladas, pelearme con mi computadora moribunda, buscar un trabajo, extrañar a mi madre...
- Recibí los resultados de mi examen. 104 puntos de 120. Quedé. Hurra.
ABRIL
- Con chantaje emocional a un conocido con dinero, conseguí un boleto de autobús para Cancún y regresé a ver a mi familia. Y a ver demasiada televisión, películas, leer demasiado fanfiction, etc...
MAYO
- Empecé a escribir. En serio. Después de años de intensa planeación, empecé a escribir El fuego que consume. Y otras cosas. Descubrí que podía escribir fanfiction. Viva yo.
JUNIO
- Seguí escribiendo, genial. Al final del mes, ya había llegado a las 40,000 palabras.
- Fui a Querétaro con mi "conocido con dinero". Intentó cobrarse el favor de los boletos. Lo rechacé con elegancia.
JULIO
- Pasé un poco de aburrimiento sin internet, sin computadora y sin dinero. Leí bastante.
AGOSTO
- Empezó la escuela. Bienvenida, estudiante de Lengua y Literatura Hispánicas. Amé mi vida.
SEPTIEMBRE - NOVIEMBRE
- Pfff, clases de japonés aburridas, ¿quién las necesita? Nunca dejé de odiarlas y espero que el siguiente año sean mejores.
- Aprendí tantísimo en tan poco tiempo, me sentí realizada. Mis profesores fueron fantásticos. Griego, arte, literatura, gramática... ¿se necesitan más cosas para vivir?
- Hice algunos amigos. Háyase visto.
DICIEMBRE
- Volví a casa -Cancún- a perder el tiempo y a que me compraran cosas. He escrito lo mínimo y no he abierto un libro. He cocinado.
En resumen, el año se ve muy vacío. En la realidad, estuvo increíblemente lleno. Y lo amé.
2012, tienes unos zapatos bien anchos que llenar. Con amor, Andrea.
(PD: Amo este nuevo icon y lo usaré hasta que me harte de él. Sí, señor.)