Escrito para
reto_diario [11/11]. Esto es original sólo porque se me dió la gana hoy.
231 palabras, G, sólo práctica de prosa sin objetivo
Los pequeños granos de arena se adhieren a los dedos de mis pies causándome un ligero cosquilleo. Los rayos de sol caen abrasando cada centímetro de piel desnuda. El viento me pega en la cara y hace que mi cabello se enrede en el aire.
No suena lógico que un conjunto de sensaciones que suenan tan incómodas sean tan deseables, pero en un día de verano como este, no hay nada que desee más que permanecer aquí por el resto de mi vida, encarando al inmenso mar que se extiende hasta confundirse con el cielo.
La brisa fresca llega hasta mi nariz, con su aroma salado, trayéndome a la mente memorias de mi infancia que son tan vívidas como el color mismo del agua. Una gaviota pasa sobre mi cabeza; veo su sombra crecer, luego disminuir y entonces desaparecer al tiempo que el ave sobrevuela el océano. A ella le siguen otras más.
Me siento afortunada de poder presenciar tal escenario. Cierro los ojos, dejando que mis pensamientos vuelen junto a las gaviotas, que las sigan a través del cielo; tal vez vayan a un país lejano, a una isla solitaria, a un pedazo de tierra que sólo ellas conocen, mientras mojan sus alas en la superficie del mar para refrescarse y miran sus reflejos, sin reconocerse.