Sep 26, 2003 17:24
Con los ojos cerrados como cremalleras y los puños como pequeñas bolas de carne rosada, abrió la boca, preparado.
Estaba sucio, tenía frío, le dolían los ojos, pendía cabeza abajo y le acababan de pegar en el trasero.
Enfadado, tomó aire por primera vez y soltó un berrido.
Leave a comment
Comments 1
Próximamente en los mejores cines. Maldita discriminación.
Reply
Leave a comment