[3/5] 3. Negociación (Tabla Duelo, teh_typewriter)
Si, no o todo lo contrario
Vuelve a sumergir la cabeza bajo el agua fría. La risa histérica de la Ravenclaw todavía le resuena en la cabeza. Y no quiere. Porque ha decidido por generación espontánea que las Ravenclaw le caen mal. Porque se sientan en la mesa de Gryffindor, por culpa de Potter.
Sabe que, en el fondo, no es por la Ravenclaw por lo que está de tan mala leche. Es por Potter. Pero no porque le guste, porque no le gusta. O a lo mejor sí. Pero vamos, está segura de que no… de que las cosquillas que siente en el estómago cuando se revuelve el pelo son fruto de lo ridículo que le parece, no de otra cosa.
Y obviamente, cuando, durante el partido, ha estado a punto de caerse de la escoba, ese encogimiento fue el de una persona normal ante la perspectiva de que un compañero se parta la crisma, no la de una chica que está pillada por el chico en cuestión, y que saltaría al campo a intentar recogerlo antes de que tocase el suelo.
Porque ella se pagaría a sí misma unos quinientos galeones, si los tuviese, para convencerse de que no le mola James Potter. Porque en realidad no le mola. O tal vez si, pero solo un poco.
No le mola. Solo le hace tilín. Y un tilín bastante ruidoso, eso tiene que reconocerlo. Pero tampoco es para tanto, la verdad.
Porque le gusta James Potter, pero en realidad no. Solo es mono, y tiene una sonrisa preciosa… ah, y cuando se revuelve el pelo siente que necesita acorralarlo contra una pared y asfixiarlo a besos.
No le gusta James Potter, porque es un jodido arrogante y egocéntrico… aun que bueno; tiene que reconocer que tampoco se ha dejado nunca guiar más allá de las apariencias… Pero tampoco lo necesita, la verdad. Si rascas bajo la superficie, probablemente acabe sacando más mierda.
Vuelve a hundir el rostro en el agua. Helada.
Necesita aclararse las ideas, porque está confusa, y Lily Evans nunca puede compartir la frase con esa tal confusión. Porque ella tiene las cosas muy claras, como buena Gryffindor. O al menos, las tenía.
Porque ahora, no sabe, ni quiere saber, en realidad, donde meterse. Porque sabe que no se aclarará hasta que hable con James.
Porque si. Está colada por James. Por estúpido, surrealista y raro que suene. Es la única manera de explicar que se sepa de memoria como es su sonrisa, y todas esas estupideces que le pasan a Alice con Frank, y que a ella no deberían pasarle con nadie, y mucho, muchísimo menos con Potter.