Título: Quédate.
Fandom: Fringe.
Character/Pairing: Peter/Olivia.
Advertencia: Nada, quizás algo de spoilers del 1x14.
Disclaimer: Fringe no me pertenece.
Sumario: Olivia si que aceptó la invitación de Peter.
Nota: Regalito para
mileya en el meme de San Valentin.
Nota2: Después de cuatro intentos esto es lo que me ha salido, y encima los títulos no son lo mío.
- ¿Por qué volviste?
Esa era la pregunta que había estado evitando toda la noche, no solo por parte de ella sino de si mismo. ¿Por qué volvió? La parte racional de su cerebro le decía que había sido un gesto noble y desinteresado, aunque intentara escapar las probabilidades de salir con vida de aquello eran casi cero, así que lo mejor era volver para no morir solo, para no dejarla morir sola. Claro que a lo largo de los años Peter había hecho poco caso de su parte racional, así que tenía que haber otra cosa.
Olivia le miraba con los ojos brillando a causa del alcohol. Había perdido la cuenta de cuentas copas se habían tomado hacía bastante rato y la verdad es que no le importaba. A lo largo de su vida se había pillado borracheras bastante gordas y esta vez de verdad tenía un motivo para celebrar, gracias a ella.
La baraja de cartas había quedado olvidada a un lado de la mesa, era difícil jugar a algo cuando los dos estaban haciendo trampas y ya no tenía más trucos con los que hacerla sonreír. Si iban a seguir así tendría que aprender alguno nuevo.
- Dime ¿Por qué volviste? - volvió a insistir Olivia.
Peter sonrió.
- No tengo ni idea.
Dio un sorbo a su copa y mordió un poco el filo. Déjalo pasar.
- Tiene que haber una razón. La gente no vuelve y se enfrenta a la muerte porque si.
- Tú lo hiciste.
- La prueba era para mí, no tenías ningún motivo para quedarte.
- Somos un equipo Olivia, no hay nada que no haría por ti.
Olivia sonrió mientras ser mordía un poco la uña del pulgar.
- ¿En serio? ¿Cualquier cosa?
- Solo tienes que pedirlo. - La voz le salió en un susurro
No se había dado cuenta pero a lo largo de la conversación había estado acercándose tanto sus narices estaban a milímetros de distancia. Ella le sonrió y lamió los labios, como aquella vez en que le pidió que no llevara a Walter de vuelta al hospital, que se quedara. No tenía muy claro cual de los dos había sido el primero pero de repente se estaban besando y el tenía una mano en su mejilla.
Los labios de Olivia eran tal y como se los había imaginado, quizás incluso más suaves y sabían a dulce por el alcohol. Intentó acercarse un poco más a ella para profundizar el beso, pero era difícil con la mesa de por medio. Olivia sonrió cuando lo escucho soltar un gruñido de frustración. La cabeza le daba vueltas y estaba seguro de que esta vez no podía culpar al alcohol.
- Quédate - le susurró ella sin romper el beso.
- No pensaba irme.