Título: Celos
Fandom: Fringe
Character/Pairing: Peter, con algo de Peter/Olivia por ahí
Advertencia: Nada
Disclaimer: Fringe no me pertenece.
Sumario: Peter sabía que en el fondo estaba siendo ridículo, pero no lo podía evitar.
Nota: En respuesta al
segundo reto de
bishop_madhouse usando la palabra y la frase.
A veces Peter dudaba de que realmente fuera tan inteligente como todo el mundo decía. Se suponía que tenía un coeficiente intelectual de 190, pero alguien así sería lo suficiente listo como para no sentir celos de un muerto y un comatoso.
Todo era culpa de Olivia Dunham por ser tan críptica. Siempre había pensado que era muy bueno leyendo a las personas, pero en menos de cinco minutos ella había logrado meterlo en un avión de vuelta a Boston, y lo había hecho sin decir ni una palabra más de la necesaria. Menudo golpe para su ego cuando se enteró de que todo había sido un farol. Desde entonces descubrir que pasaba por la mente de Olivia se había convertido en un reto para él, pero era como un maldito cubo de Rubik que no podía resolver. Había conseguido intuir el estado de ánimo en el que se encontraba con solo mirarla, pero no lograba dar con la clave para descubrir en que estaba pensando.
Por eso sentía celos, porque estaba harto de que todos los tíos terminaran metiéndose en la cabeza de Olivia menos él.
Primero había sido John, con todo el rollo ese de compartir sus recuerdos. No solo le había destrozado la vida al descubrirse que era un traidor, sino que aún después de muerto el muy cabrón seguía atormentándola. Había conseguido llevarla al borde de la desesperación, que no fuera capaz de confiar ni en sus propios recuerdos, que dudase de su salud mental. ¿Y mientras él que hacía? Se limitaba a verla entrar en ese maldito tanque una y otra vez buscando alguna explicación, a estar preparado para sacarla de esa jodida caja de metal en cuanto Walter diera la orden, a rezar porque su padre no se hubiera equivocado al administrarle el coctel de drogas y la perdieran para siempre. No podía evitar sentirse como un verdadero inútil por no poder hacer nada más para ayudarla. Si John hubiera estado vivo le habría dado un puñetazo en toda la cara por acosador, pero no era tan fácil librarse de alguien que ya no existía.
Después había aparecido Nick, que la había obligado a vivir su vida a través de los sueños. Había hecho que pensara que estaba matando gente, que desease no poder dormir para no ver nada más. Y él volvía a no tener ni idea de que hacer para ayudarla, se había limitado a darle un abrazo de consuelo en el hospital y a agarrarle la mano para que se tranquilizara. Ni siquiera había podido subir a la azotea del edificio, la había tenido que dejar ir sola con la esperanza de que las emociones de Nick no la afectaran como para hacer que quisiera lanzarse desde ahí arriba. Y a pesar de todo por lo que había pasado Nick no podía evitar tenerle algo de envidia porque él tenía una verdadera conexión con Olivia, una muy profunda que se remontaba a cuando eran pequeños y su padre hacía experimentos con ellos, una que había dejado de existir momentáneamente porque Nick estaba en coma, pero que en el mismo momento en que despertase volvería y quizás hasta con más fuerza que antes.
Maldita sea, pero si hasta había sentido envidia por un momento de ese niño pequeño que había creado un vínculo emocional con ella.
Y sabía que en el fondo estaba siendo ridículo, porque al paso que iba llegaría un día en el que sentiría celos hasta de la vaca solo porque Olivia la había mirado más rato que a él, pero no podía evitarlo. Porque Peter Bishop no había sentido celos de nada en su vida, pero tenía claro que si existía un buen motivo para empezar a sentirlos, ese era Olivia Dunham.