Martes, 4 de Diciembre de 2012

Dec 06, 2012 06:08


Día nublado y con alta probabilidad de lluvia. Cargamos mochilas, bajamos maleta y nos despedimos del hotel. A pesar de todo hay claros y luce el sol, pero está todo mojado. A las 8 estamos delante la oficina y en dos minutos hemos hecho la gestión para el envío del maletón de 25 kilos desde Tokyo a Kyoto para no cargarlo por los "Alpes Japoneses" (el envío 1370 yens -unos 14eur-, ¡increíble!). Caminamos hacia la estación, entramos con el JR Pass y pillamos el tren a Inari. A los diez minutos descubrimos q nos hemos pasado la parada porque no ha parado en ella: hemos cogido un Express, como nos indica amablemente el revisor al bajarnos en la siguiente parada. Pillamos el primero q pone Local y en 5 mins estamos bajando en la estación q nos deja justo a la entrada.



Misión cumplida!!





Muchas excursiones ese día

Hace un día soleado, magnífico ahora mismo, sacamos un montón de fotos, compramos alguna cosilla y hacemos de subida uno de los caminos formados por toris separados entre sí uno o dos palmos, y de bajada el otro camino, paralelo.





Por ahí estamos cuando alguien nos saluda en castellano y nos topamos con Tristán q estuvo en nuestro grupo de viaje semiorganizado de Razi (no hacía falta seguir su planning si no se quería) de cuando fuimos a Japón por primera vez allá por el verano de 2008.



Qué pequeño es el mundo!

Lo vimos también en el pasado Salón del Cómic de Barcelona; nos comenta q está de turista y para comprar material, y tras un rato sigue la visita y nosotros volvemos a Kyoto ahora sí a coger un tren con destino a Kanazawa, ciudad situada en los llamados Alpes Japoneses. El tren sale del andén CERO !?



Pensamos q quizá la web estaba equivocada pero no, ahí está y cogemos el Thunderbird que tiene el morro muy cuadrado, la cabina como elevada a lo avión, y comodidad y servicios casi de Shinkansen aunque sin ser tan rápido. En el trayecto desayunamos y vemos un par de capítulos de Yuru-yuri en el iPad.





Moe y humor absurdo a cargo de estas chicas a cuál más alocada XDD

El día finalmente se ha tapado del todo y nada más bajar el viento helado de las montañas nos golpea con intensidad. Está todo mojado y el musgo abunda; árboles y matorrales tienen como una estructura de cabaña india hecha de varios palos para proteger a la planta del grueso del peso de la nieve q según comentan en Información, está al caer. Winter is coming!!





Cogemos un bus q nos deja cerca del hotel, y cuando llegamos la señora mayor q nos atiende dice q hasta las 2 no podemos hacer check-in pero nos guarda en recepción la mochila de ropa y un par de bultos mediante la técnica de dejarlos al lado del mostrador y hecharles una red blanca encima. Os juro q ver venir a la buena señora red en mano, me la he imaginado además blandiendo un tridente en plan algún tipo de gladiador estrambótico digno de Terry
Pratchett XDD En el hotel tienen bicis de paseo gratis. Pillamos dos porque hemos visto la ciudad muy llana, y pese al viento frío la experiencia vuelve a ser muy agradable :) Primera parada: Kanazawa Castle & Kenrokuen Garden, en lo alto de un montículo. Para variar el castillo está en obras pero lo importante son los jardines cercanos, llenos de canales, laguitos, y árboles.







Los momijis aquí la mayoría ya están pelados, pero el espectáculo sigue siendo admirable. Las nubes pasan a gran velocidad sobre nuestras cabezas, y a los 10 minutos de deambular empieza a chispear, luego a llover suave y finalmente a diluviar con todas las de la ley. Nos pilla en una caseta de recuerdos y paraguas q lleva una simpática y encorvada ancianita q además lleva un par de casetas tradicionales donde sirve comidas (un poco a lo de ayer). Entramos en una: tatami, un par de mesas bajas y paneles corredizos de cuadros de papel blanco q al abrirlos dan casi al pie del lago.



A pesar del frío que entra, hacemos fotos; en verano comer aquí con los paneles abiertos debe ser una gozada. La señora nos trae ramen, arroz con huevo, sopa de miso...



Comemos antes de que se enfríe y afuera sigue diluviando a rachas hasta q de pronto para y sale el sol y nos cambian de estación. Más fotos, pagamos a la señora y a continuar el paseo por el parque.





Está lleno de jardineros con el típico sombrero de paja cónico y muy chafado para protegerse de las inclemencias; nos recuerda a un item del videojuego Ragnarok Online, el Sakrat, y decimos con sorna q en este parque todos los jardineros tienen AGI +2 XDDD El regocijo dura poco: el viento mueve las nubes y en cuestión de un minuto el sol se tapa, el día se torna gris y vuelve a llover.



Nos resguardamos bajo un alero y a los 3 minutos para. Salimos buscando la salida, y nuevo chaparroncillo. Llegamos a las bicis y calma chicha con algún rayo de sol de vez en cuando, y bajamos por la calle principal.



El museo del Siglo 21 no lo encontramos, pero tampoco queríamos entrar y además está cerrado por fumigación (a lo mejor lo han devorado las termitas gigantes q debe haber en este pais...), pero el barrio de los samuráis sí lo vemos: una calle con forma de 4 estrechita en q las casas se conservan originales y las paredes de las fachadas tienen como una banda de esterilla y cañas q no supimos encontrarle utilidad ^^U





El tiempo aguanta, volvemos al centro con ganas de tomar algo caliente y es aparcar las bicis al lado de un Doutor, q vuelve a diluviar e incluso a granizar. ¡Vaya timing más bueno! Me tomo -cómo no- un matcha latte, y Wil quiere probar el pastel de matcha: RIQUÍSIMO *_*



Creo q podría vivir a base de matcha latte y este pastel, aunque con tanto verde acabaría también haciendo la fotosíntesis XD

Cuando salimos, ha anochecido del todo, ya no llueve y tiramos a un barrio comercial tipo mercado del pescado:





Y pedalea q pedalea, al antiguo barrio de las geishas, estrecho y de casitas antiguas y tenuemente iluminado.





Casi a las 7 decidimos volver porque la lluvia empieza a venir y parar con pausas cada vez más cortas, buscamos un convini y nos indican uno cerca de la emisora de la TV NHK; aparcamos las bicis en el parquing dedicado a tal efecto, y mientras compramos diluvia y graniza y se llena todo de bolitas de hielo.



Vuelvo a recomendar encarecidamente ir en bici por Japón, incluso con mal tiempo ves a gente de todas clases y edades desplazándose con ellas. En cuanto pasas unos minutos pedaleando dejas de notar el frio y si no hay subidas, apenas llegas a sudar o a cansarte :)

Por suerte es salir por la puerta y cambiar a leve lluvia q las funde. De vuelta al hotel dejamos las bicis, vemos un capítulo de Yuru-yuri en el iPad mientras cenamos, Wil se va al onsen y yo me ducho mientras pongo un poco al día el journal.



Y nos vamos temprano a dormir q mañana toca madrugón y pasado, ni te digo... x_xUU

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Japón, via ljapp

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