02. Intriga

Mar 11, 2010 18:16

02. Intriga

Cuando Remus Lupin come, lo hace con parsimonia y lentitud, siempre mastica con la boca cerrada y es capaz de hablar con la boca llena sin que se vea absolutamente nada de lo que hay dentro. Puede beber sin beber realmente sin hacer el ruido que hace el resto del mundo. Porque si hubiese que cataloga el mundo en dos tipos de personas, Sirius sabe cómo lo catalogaría exactamente: Remus Lupin y el resto del mundo.

Y aquel día, Sirius estaba exactamente tan embobado con su amigo como todos los días, ya que no comprendía nada de lo que Remus hacía, y tampoco lo iba a comprender en toda su vida. Cuando se levantaba y se dedicaba a mirarse en el espejo, Remus se limitaba a regañarle por cuidarse tanto y no hacer sus tareas.

Y es que a Sirius le intriga demasiado Remus Lupin, no puede evitar que le intrigue cuando se mete el bollo de mantequilla en la boca, no puede evitar que le intrigue a cada movimiento que hace con la mandíbula, no puede evitar que esa intriga se apodere de él cuando Remus levanta brevemente el diario para poder leerlo comodamente.

Nunca comprenderá por qué Remus levanta ligeramente las cejas cuando lee algo que le sorprende, no entenderá por qué Remus sonríe casi imperceptiblemente cada vez que alguna de las cosas le agrada o le hace gracia. Sirius se decide a que esa situación tiene que acabar, se ha propuesto acabar con esa intriga del por qué Remus es tan… Remus.

-Dime una cosa, Moony…-Comienza Sirius. Entonces se queda paralizado cuando ve que Remus baja lentamente el periódico y le mira a los ojos desde el otro lado de la mesa. Remus le mira con esos ojos dorados que dicen cada vez eso de “si te acercas, te puedo morder” mezclado con curiosidad, y eso es suficiente como para que a Sirius se le olvide por momentos lo que le iba a preguntar a Remus.

-¿Si, Padfoot?-requiere Remus, con sorpresa en el rostro, esperando la respuesta de su amigo. En realidad a Remus le encanta que le pregunten cosas, sobre todo si se las pregunta su merodeador preferido. Lily levanta la vista de su desayuno y les mira con una ceja enarcada, así como James quien no puede evitar la diversión en su cara, como cada vez que Padfoot dice alguna cosa sin sentido.

-¿Por qué eres así?-le pregunta Sirius. James ahoga una risa, e incluso Peter se sorprende y les mira con diversión en la cara. Todos ellos sabían que Sirius iba a preguntar algo estúpido, pero no imaginaban que lo fuese tanto.

Remus enarca una ceja y le mira aún más curioso, pero esta vez desconcertado.-¿Así, cómo?-pregunta el licántropo mientras Sirius resopla.

-Creo que no me he explicado bien.-comienza Sirius, James iba a decir algo como “No, no te has explicado bien” con ese tono de burla ocasional que guarda a veces para Sirius, Remus o Peter. Pero Lily le fulmina con la mirada y el moreno calla.-me refería a por qué eres siempre tan… tan… tan… Tan Remus!-suelta como si nada. Sirius quiere averiguar eso, va a ser su objetivo del día, y el resto de merodeadores y Lily lo saben. Incluso lo sabe el chico que se sienta unos cinco asientos más lejos, lo saben todos. Saben que Sirius no se va a rendir hasta averiguar lo que quiera averiguar.

-Pues no lo sé, puede que el hecho de que yo SOY Remus Lupin influya en que sea tan Remus-le contesta el lobo, despreocupado, mientras vuelve a levantar el diario y continúa leyendo, bajo la mirada inquisidora de Sirius. Remus sabe que Sirius esperaba otra respuesta, pero aunque parezca increíble esta vez tenía unas cuantas más preparadas.

Y Sirius resopla, deja caer su cabeza en la mesa y se pone a pensar en cuál puede ser la razón para que Remus Lupin sea tan jodidamente Intrigante.
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